El
próximo martes estaré en modo avión camino de las tierras de Palestina-Israel
en compañía de otras quince personas. Este es el motivo por el cual te llegan
de esta manera los comentarios para las tres semanas siguientes. A partir de la
segunda quincena de agosto recuperaré el ritmo semanal de estos envíos.
Muchas
gracias por tu comprensión y espero que los calores del verano del Norte o las
inclemencias del invierno del Sur nos permitan, a ti y a mí, mantener la
claridad de ánimos de cada una de nuestras neuronas.
Un
abrazo muy grande. Carmelo Bueno Heras
Domingo 17º del TO Ciclo A (30.07.2023):
Mateo 13,44-52
Así lo comento y comparto CONTIGO
EL REINO DE DIOS ES EL TESORO DE TU AMIGO, por ejemplo.
En este último domingo del mes de julio alcanzamos también el
final del tercer discurso que el Evangelista Mateo coloca en boca de su Jesús
de Nazaret (Mt 13,44-52). Escucharemos la narración de las tres últimas
parábolas sobre el sentido del Reino de los Cielos. Se cierra así el ciclo de
las siete parábolas de aquel discurso que, con seguridad, nunca pronunció aquel
Jesús de Nazaret tal y como las podemos leer desde que así nos las escribió su
narrador Mateo.
Este curioso Reino de los Cielos es semejante a un tesoro
encontrado, escondido y comprado, a una perla encontrada por un mercader y a
una red de pescadores. Se trata de tres parábolas. Creo que son la misma
parábola. Las tres poseen los mismos elementos narrativos. Diría que las tres
parábolas son una misma melodía interpretada por tres distintos instrumentos de
la misma orquesta.
¿Quién ignora lo que es un tesoro para él? Tú que me lees
ahora sabes muy bien cuál es uno de tus varios tesoros, porque tienes más de
uno. Pues, ciertamente, ese ‘uno’ y cada uno de esos ‘varios tesoros’ es ‘uno y
el mismo’ reino de Dios. ¿Te atreves a aceptarlo así?
Cuando aceptes el reto de este atrevimiento, cuando comprendas
y aceptes que ‘uno a uno y todos’ esos tesoros son el reino de Dios no te será
necesario pedir explicaciones a sabios doctores de la teología o la exegesis o
de otros doctorados. El reino de Dios es tu tesoro y no necesitas pensar en
otras realidades que tan solo pueden llegar a ser imaginaciones verosímiles,
pero siempre imaginaciones.
Me atrevo a compartir un ejemplo concreto por si las cosas que
escribo no se acaban de comprender. Estoy seguro que tú tienes un amigo. Sin
más calificativos, un amigo. Ni bueno, ni oportuno, ni reciente, ni de
infancia, ni de ocio… ¡Un amigo! Tu amigo. Pues me atrevo a decirte, como
seguramente lo diría también este Evangelista Mateo el de las parábolas, que
ese amigo es para ti ‘el reino de Dios’ del que nos habla este Evangelio de
Mateo y el de Lucas y el Marcos y el Juan. Mi amigo es el reino de Dios del que
hablaba Jesús de Nazaret por sus tierras y a las gentes de su Galilea y de su
inmenso y querido laguito de Genesaret (porque el perfil de sus orillas se
asemeja a la forma del instrumento musical del arpa, -kineret, en lengua
hebrea-). Añado estas curiosidades de la cultura porque el propio Mateo habla
de ello en la última parábola del discurso de su Jesús de Nazaret.
Así, pues, el reino de Dios es el tesoro de tu amigo, por
ejemplo. Y como este amigo existen en las personas de nuestros diversos
alrededores otras innumerables realidades que llegan a ser presencias vivas de
aquella referencia denominada ‘el reino de Dios’. Muchos investigadores y por
muchos nobles motivos identificaron este tesoro del Reino con la realidad
imaginada del Cielo en el más allá donde ya no habrá guerra de vida o muerte
como sucede en los reinos de aquí abajo donde lo que importa es la conquista de
la paz callada y controlada.
Otros muchos y distintos investigadores identifican este
‘tesoro del reino de Dios’ con la presencia de la verdad en la verdadera
iglesia de la religión verdadera que, sin ningún género de duda, se identifica
con la iglesia a quien se le aplica el complemento determinativo de una vez,
por todas y para siempre: la iglesia ‘de Jesús de Nazaret’. El reino de Dios es
la Iglesia de Jesús, dicen, se dijo y se seguirá sosteniendo. ¿No fundó Jesús
la Iglesia? La católica, claro. ¿Cuánto nos queda por aprender a los escribas
sabios de quienes habla Mt 13,51-52? Carmelo
Bueno Heras.
CINCO
MINUTOS de AIRES BÍBLICOS
. Si se puede decir en
un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200 páginas?
. Si se puede decir en
una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?
. Si se puede decir en un puñado de versos,
¿para qué escribir una página?
. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la
sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es
cuidar; de tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta
‘semilla de los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.
Semana 36ª
(30.07.2023): La filosofía del liderazgo
El presidente Zapatero, en visita
oficial a Inglaterra, es invitado por la
Reina Isabel II a tomar un té. Durante el encuentro le pregunta cuál es su
filosofía de liderazgo y ella contesta que es rodearse de personas
inteligentes. Entonces Zapatero le pregunta cómo sabe si las personas son
inteligentes o no.
-"Lo sé haciendo la pregunta
adecuada -contesta, la Reina-, deje que se lo demuestre". La Reina llama
por teléfono a Tony Blair y le dice: "Señor Primer Ministro, le ruego que
conteste a la siguiente pregunta: su madre tiene un hijo, su padre tiene un
hijo y este niño no es ni su hermano ni su hermana. ¿Quién es?".
Tony Blair contesta: "Obviamente,
¡soy yo!, Majestad".
-"¡Correcto! Gracias Sir",
dice la Reina. La Reina cuelga. "¿Ha entendido Mr. Zapatero?".
-"Claro - responde sorprendido
Zapatero - Muchísimas gracias Majestad. ¡Sin duda haré lo mismo!". De
vuelta a la Moncloa decide hacer la prueba a Caldera. Le pide que vaya a verle
por una cuestión urgente y le pregunta:
-"A ver, Caldera si me puedes
contestar a esta pregunta". "¡Claro, Señor Presidente! ¿Qué desea
saber?". "Tu madre tiene un hijo, tu padre también y este niño no es
ni tu hermano ni tu hermana. ¿Quién es?".
Caldera, con un poco de dificultad,
contesta que le gustaría pensarlo bien para dar una respuesta apropiada. Al
salir de la Moncloa, en el pánico total, organiza una reunión urgente con el
nuevo gabinete del gobierno para analizar la pregunta. Después de varias horas,
sin poder encontrar la respuesta correcta se les ocurre llamar a Bono que
estaba de viaje:
-"Oye José, una preguntita
fácil".
-"Dime".
-"Tu madre tiene un hijo, tu padre tiene un hijo y este niño no es ni tu
hermano ni tu hermana. ¿Quién es?".
Jose Bono contesta enseguida:
"Pues soy yo, ¡claro!".
Tranquilizado, Caldera llama al
Presidente Zapatero y le dice: "¡Presidente, ya lo sé! ¡Es Bono!".
Y Zapatero indignado contesta:
"¡No, idiota! ¡Es Tony Blair!".
CLT (Compañía de Lidereses ‘Treceytesmar’)
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