San Lorenzo de Brindis, presbítero y doctor de la Iglesia, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, predicador incansable por las regiones de Europa, que, de carácter sencillo y humilde, cumplió fielmente todas las misiones que se le encomendaron, como defender la Iglesia contra los infieles, reconciliar a los príncipes enfrentados y llevar el gobierno de su Orden religiosa. Murió en Lisboa, en Portugal, el veintidós de julio de 1619. († 1619)
En Marsella, ciudad de Provenza, en la Galia, san Víctor, mártir. († c. 292)
En Roma, conmemoración de santa Práxedes, con cuyo nombre se dedicó a Dios una iglesia en el Esquilino. († a. 491)
En Emesa, población de Siria, san Simeón, llamado «Salos», que, impulsado por el Espíritu Santo, por amor a Cristo anheló ser tenido por los hombres como un tonto y un plebeyo. En este mismo día, conmemoración también de san Juan, ermitaño, que convivió durante casi treinta años con san Simeón en santa peregrinación y en el eremo cercano al lago de Mareotide, en Egipto. († s. VI)
En Estrasburgo, ciudad de la Burgundia, san Arbogasto, obispo. († c. s. VII)
En Córdoba, España, beato Cristóbal de Santa Catalina Fernández de Valladolid, presbítero de los Hermanos de la Tercera Orden Regular de San Francisco, fundador de las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno. († 1690)
En el mar, ante las costas de Rochefort, beato Gabriel Pergaud, presbítero y mártir, canónigo regular de Belloc, en Brieu, que, por ser sacerdote, fue sacado de su abadía y encerrado en condiciones inhumanas en una vieja nave, donde obtuvo la corona del martirio al morir afectado por una enfermedad contagiosa. († 1794)
En Yanzibian, cerca de Yangpingguan, en China, san Alberico Crescitelli, presbítero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, que, en la persecución desencadenada por la secta de los Yihetuan, golpeado primero brutalmente hasta quedar casi muerto, fue arrastrado al día siguiente, atados sus pies, por un camino empedrado hasta cerca de un río, donde obtuvo la palma del martirio al ser despedazado y decapitado su cuerpo. († 1900)
Pasión de san José Wang Yumei, mártir, que, durante la misma persecución, falleció cuando era llevado a Daining, en la provincia de Hebei, también en China. († 1900)
En Hortaleza, Madrid, España, beatos Vicente Cecilia Gallardo y Manuel Trachiner Montaña, novicios de la Congregación de la Misión (Vicencianos) y mártires en la cruel persecución que acompañó a la Guerra Civil española. († 1936)
En Lanjarón, Granada, beato Antonio Caba Pozo, seminarista y mártir, víctima de la cruel persecusión religiosa que acompañó a la Guerra Civil Española. († 1936)
En Castro del Río, en la provincia española de Córdoba, beato Antonio Benítez Arias, presbítero y mártir, víctima de la cruel persecusión religiosa que acompañó a la Guerra Civil Española. († 1936)
En Mora, Toledo, beato Agrícola Rodríguez García de los Huertos, presbítero y mártir en la cruel persecución religiosa que acompañó a la Guerra Civil española. († 1936)
En Morón de la Frontera, Sevilla, beatos José Limón Limón, presbítero, y José Blanco Salgado, ambos religiosos salesianos de Don Bosco, y mártires en la cruel persecución religiosa que acompañó a la Guerra Civil española. († 1936)
En Lleida, España, beato Frederic Codina Picassó, presbítero de los Misioneros Claretianos Hijos del Inmaculado Corazón de María, y mártir en la cruel persecución religiosa que acompañó a la Guerra Civil española. († 1936)
En Crocette di Pavullo, en la provincia italiana de Modena, beato Luis Lenzini, presbítero y mártir, muerto salvajemente en odio de la fe. († 1945)
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