REFLEXIÓN ESPIRITUAL
Del libro Proslógion de san Anselmo,
obispo
QUE TE CONOZCA Y TE AME PARA QUE ENCUENTRE EN TI MI ALEGRÍA
QUE TE CONOZCA Y TE AME PARA QUE ENCUENTRE EN TI MI ALEGRÍA
¿Has encontrado, alma mía, lo que
buscabas? Buscabas a Dios, y has encontrado que él está por encima de todas las
cosas, que nada mejor que él se puede imaginar, y que él es la vida, la luz, la
sabiduría, la bondad, la bienaventuranza eterna y la eternidad dichosa; él está
por todas partes y siempre. Señor Dios mío, creador y restaurador de mi ser, di
a mi alma deseosa que eres otro del que ella ha visto para que vea limpiamente
lo que desea. [...]
Te ruego, Señor, que te conozca y
te ame para que encuentre en ti mi alegría. Y si en esta vida no puedo alcanzar
la plenitud, que al menos crezca de día en día hasta que llegue a aquella
plenitud. Que en esta vida se haga más profundo mi conocimiento de ti, para que
allí sea completo; que tu amor crezca en mí para que allí sea perfecto, y que
mi alegría, grande en esperanza, sea completa en la posesión.
Señor, por medio de tu Hijo nos
ordenas e incluso nos aconsejas que pidamos, y prometes que recibiremos, para
que nuestro gozo sea perfecto... Entre tanto, que esto sea lo que medite mi
mente, proclame mi lengua, ame mi corazón y hable mi boca. Que sea el hambre de
mi alma, y la sed de mi cuerpo: que todo mi ser lo desee, hasta que entre en el
gozo del Señor, que es Dios trino y uno, bendito en todos los siglos. Amén.
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