Según informa la prensa local, el pasado viernes 14 de septiembre Al Shabaab perpetró otro ataque en un autobús que viajaba por el noreste del país, una zona muy inestable. Los testigos y la policía afirmaron al periódico Standard Digital (enlace en inglés) que siete militantes mandaron parar al autobús que se dirigía a Garissa en un lugar llamado Handoro. Tras obligar al conductor a parar y entrar en el autobús, los militantes dijeron a los pasajeros que mostraran sus carnés de identidad y seleccionaron a tres personas que no eran de la zona. Entonces “les dijeron que recitaran la shahada musulmana [la declaración de fe islámica] y los siete versos del Surat Al-Fatiha”, según declaró un maestro, que estaba entre los testigos del ataque.
Solo uno de los tres supo recitar los versos y fue puesto en libertad; más tarde, se bajaría en el aeropuerto de Bura East, a unos 100 kilómetros de Garissa. Los otros dos no lo recitaron y, tras atarles las manos, fueron ejecutados en el acto. Las víctimas son Okoth (se desconoce su nombre completo), el ayudante del conductor, y Fredrick Ngui , un trabajador eventual de casi 30 años. Tras disparar a los dos hombres, los sospechosos huyeron.
Los oficiales militares respondieron a la llamada de socorro de los pasajeros poco minutos después. Las fuerzas de seguridad iniciaron entonces una operación por tierra y aire para arrestar a los militantes huidos. Mohamed Birik, el coordinador regional del noroeste, declaró que se habían perdido “dos vidas kenianas inocentes”. Además, confirmó que llevarían a cabo el reclutamiento de agentes de policía en la reserva por toda la región para fomentar la seguridad.
No se sabe mucho sobre Okoth, pero hemos sabido que Fredrick Ngui era un cristiano que asistía a la Iglesia Pentecostal del Este de África (EAPC por sus siglas en inglés) en Masalini. Allí era el líder de la alabanza. Había ido a un pueblo llamado Hulugho para trabajar allí por un período de dos e iba de vuelta a casa cuando sucedió el ataque. Deja atrás a una esposa y dos hijos.
Este no es el primer ataque de Al Shabaab, afiliado de Al-Qaeda, contra cristianos kenianos. En los últimos años, este grupo ha perpetrado ataques en iglesias, lugares públicos y autobuses. Uno de los atentados más violentos en la zona tuvo lugar en abril de 2015, cuando militantes de Al Shabaab mataron a 147 estudiantes en el campus universitario de Garissa, la gran mayoría de ellos cristianos.

ADEMÁS, ORAMOS POR…
Sigamos orando por la formación de un nuevo gobierno en Irak. Desde las elecciones parlamentarias de mayo de este año todavía no se ha formado un nuevo gobierno.

Oremos para que el país tenga un gobierno que trabaje para la consecución de la paz y la estabilidad en la nación.

Oremos también para que el nuevo gobierno se preocupe realmente del bienestar de todas las minorías del país, incluidos los cristianos.