¿Qué pensaría el escritor del globalismo o el animalismo? El obispo sugiere cientos de reflexiones
Munilla y Chesterton, «fuego de la verdad» para la batalla cultural: de lo woke al sínodo alemán
Si viviese, ¿qué diría Chesterton sobre el movimiento woke, la cancelación, los obispos alemanes o el globalismo? ¿Libraría la batalla cultural? En una de sus famosas frases afirmó que su vida consistió "en hacer bromas malas y verlas convertidas en profecías" y a más de 80 años de su muerte, sus "bromas" siguen siendo vigentes y proféticas para muchos. Entre ellos, para el obispo Munilla.
Aventurar -o rescatar- la postura de Chesterton sobre los temas más candentes del presente o por qué sigue siendo "tan actual en la batalla cultural del siglo XXI" son algunas de las preguntas que han llevado a Munilla a publicar El Fuego de la Verdad (Nueva Eva). Se trata de una recopilación de reflexiones personales en torno a las sentencias del escritor ordenadas temáticamente con un objetivo: "Destacar sus pensamientos, mostrar como son tan actuales en el mundo, discernir sobre la batalla cultural de nuestro tiempo y a ver la raíz última de esta crisis que vivimos".
Batalla cultural
Aunque sin mencionarla, las reflexiones de Chesterton son todo un prólogo de la batalla cultural. Al final, escribió en 1908, "no importará si luchamos con cañas o con lanzas. Solo nos importará, muchísimo, en qué bando luchamos". Para Chesterton, escribe Munilla, la batalla cultural también es "espiritual" y refleja "el combate entre el dragón rojo y la mujer vestida de sol". Muestra de ello es otra máxima escrita en1909, en la que afirma que "uno combate en nombre de Dios cuando lo hace en nombre de la imagen de Dios, que es el hombre". "En la medida en que defendamos la dignidad del ser humano, la ley natural y el bien común, estaremos combatiendo en nombre de Dios. Defender la verdad y la justicia es defender a Dios", explica el obispo.
Ideología de la cancelación
Como parte de la batalla cultural, la cancelación también tiene ecos en la obra de Chesterton y responde nuevamente a los ataques contra "el alma cristiana" de la cultura occidental. En base a la frase chestertoniana de que "no se puede ser excéntrico sin que haya un centro", Munilla concluye que "si podemos hablar de excentricidad es porque reconocemos que hay un corazón, un centro, un alma". Al perderla, dice el obispo, "nuestra cultura se ha quedado sin capacidad de interpretar la verdad de nuestra historia", cayendo "en la tentación de romper con el pasado". Es "el retrato de un suicidio" que se plasma, entre otros, en "los episodios que derriban las estatuas de Isabel la Católica, Fray Junípero Serra".
En torno a la cancelación, Munilla también encuentra un eco en Chesterton, cuando afirmó que "patéticamente, los patriotas suelen ir por detrás de su época, acostumbrados a vigilar a sus viejos enemigos, no a los nuevos". "Lo que ocurre hoy con las tecnologías al servicio de la cancelación son nuevos enemigos a los que conviene vigilar", advierte el obispo.
Consigue aquí "El Fuego de la Verdad. Munilla comenta a Chesterton", editado por Nueva Eva.
Globalismo
Cuando en 1922 Chesterton expresó que "ninguna nación muere salvo que se suicide", quedaban aún muy lejos temas hoy tan mediáticos como el globalismo o el mundialismo. Sin embargo, son un claro exponente de la "deriva autodestructiva" que se da en muchos países del mundo.
Así, aunque Munilla reconoce en el patriotismo "una virtud" cristiana de la que habla el mismo Santo Tomás de Aquino, observa que "se ha debilitado" con motivo del "individualismo y el globalismo". "Ahora mismo en España estamos en peligro de suicidio nacional. Lo peor que puede suceder es que una nación no se quiera y no se reconozca. Entre el individualismo, el globalismo y la ruptura con nuestras raíces, nos hemos instalado en una deriva completamente audotestructiva", comenta el obispo.
Camino Sinodal alemán y mundanización de la Iglesia
Entre problemas y polémicas "no tan nuevos", Munilla encuentra no pocas citas de Chesterton que aluden a la mundanización de la Iglesia, como esta de 1933: "No queremos una Iglesia que, como los periódicos dicen, se mueva con el mundo. Queremos una Iglesia que mueva el mundo". Una máxima en la que Munilla encuentra similitudes con "la crisis del sínodo alemán": "Quiero una Iglesia que cristianice el mundo, no que mundanice el cristianismo. Es una catástrofe que confundamos reforma de la Iglesia con mundanización de la Iglesia. Para eso ya tengo el mundo", observa el obispo.
Abusos en la Iglesia
En estrecha relación con las reformas del Camino Sinodal alemán se encuentra el pretexto de abordar con ellas los abusos cometidos por miembros de la Iglesia. La sentencia escogida por Munilla para refutar esta cuestión afirma que "la peor tentación para la mayoría de jóvenes paganos no es tanto denunciar a los monjes por haber roto sus votos como escandalizarse porque los guarden".
Precisamente por guardar sus votos en contra de la tendencia dominante, agrega Munilla, los monjes "escandalizan al mundo": "El `escándalo´ aparente que se produce cuando alguno falta a sus votos lo que oculta es el escándalo -todavía mayor- que provoca el hecho de que existan personas que abracen dichos votos como estado de vida. El mayor escándalo para nuestro mundo es que haya personas que opten por la fidelidad y la perseverancia".
Comer animales malo, matar niños bueno
Otra doctrina cada vez más presente en las calles, escuelas, hogares y supermercados es la del animalismo, de la que Chesterton también previno en Los usos de la diversidad (1920) al afirmar que "allí donde hay adoración del animal hay también sacrificios humanos".
Esta sentencia, "sostenida por la experiencia histórica" según el periodista británico se muestra con toda su crudeza cien años después, "tratando a los animales como si fuesen personas y sacrificando a seres humanos. Y encima decimos que es un derecho sacrificarlos cuando no encajan en nuestros planes, cuando no son `deseados´", comenta el obispo.
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