lunes, 21 de octubre de 2024

66. EL TREN SIEMPRE EN MARCHA

 66. EL TREN SIEMPRE EN MARCHA 

 En una gran ciudad, había un tren que nunca se detenía. Este tren, conocido como "El Expreso del Éxito", pasaba por todas las estaciones sin parar, permitiendo a los pasajeros saltar dentro o fuera en movimiento. La gente de la ciudad se apresuraba a subirse al tren, creyendo que mantenerse en él era la clave para avanzar en la vida. 

 Entre ellos, un joven, lleno de ambición, se dejó engatusar por la promesa del tren. Día tras día, se mantenía de pie, vigilando siempre la próxima estación, pero nunca se atrevía a bajar, temiendo perder una oportunidad si lo hacía. Con el tiempo, el joven comenzó a sentirse mareado y agotado por el viaje interminable, pero seguía aferrándose al tren, convencido de que detenerse sería un fracaso. 

 Un día, ya anciano, decidió finalmente bajar del tren. Al pisar el andén, se dio cuenta de lo que había perdido. Mientras todos estaban obsesionados con no detenerse, él había olvidado disfrutar del viaje y nunca se había detenido a pensar en adónde iba. Al bajar, encontró una ciudad tranquila y hermosa, con personas que vivían sin prisa. Descubrió que, mientras él había pasado toda su vida en movimiento, el verdadero éxito no era estar siempre en marcha, sino saber cuándo detenerse y disfrutar del momento.

 Al mirar hacia atrás, el anciano comprendió que había pasado tanto tiempo persiguiendo el éxito en el tren que había dejado escapar las pequeñas cosas que realmente daban valor a la vida. 

 ¿Te estás aferrando al “tren del éxito” sin detenerte a pensar en lo que estás perdiendo en el camino? Recuerda que a veces, el verdadero éxito no está en avanzar sin descanso, sino en saber cuándo bajar y disfrutar del momento


Discípulo: Maestro, me siento atrapado en un ciclo interminable de trabajo y tareas. Cada día es como un tren que nunca se detiene. 

Maestro: ¿Y te has preguntado hacia dónde te lleva ese tren? 

Discípulo: Hacia el éxito, supongo. Pero cuanto más avanzo, más agotado me siento. 

Maestro: A veces, el verdadero viaje no está en seguir adelante sin descanso, sino en saber cuándo detenerse. El éxito sin paz es como un tren que nunca para: no importa cuánto avances si nunca tienes tiempo para disfrutar el viaje.

Discípulo: ¿Entonces debo aprender a bajarme del tren?

Maestro: Sí, porque si no lo haces, te arriesgas a perderte a ti mismo en el camino. 

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