Quito (Agencia Fides) - Los obispos ecuatorianos han
denunciado que "es un delito muy grave" aprovechar esta dolorosa
situación para enriquecerse de manera fraudulenta. En una declaración
titulada "Crisis y esperanza", los obispos subrayan que "la
grave crisis de salud ha puesto de relieve los defectos endémicos del
estado que nunca se han abordado de manera clara y decisiva".
El mensaje de los obispos se publicó antes del inicio de una nueva fase de
apertura, siguiendo las severas restricciones adoptadas para combatir la
pandemia de Covid-19. Una segunda fase, indicada con un semáforo amarillo,
permite la apertura de las iglesias para la oración personal y el
sacramento de la reconciliación.
Una nueva fase de "esperanza y reunión" que, sin embargo, para
los obispos, ha dejado un "rastro de dolor e incertidumbre"
debido a la grave crisis de salud, económica, social y ética que está
experimentando la nación y que "ha descubierto fallas endémicas que
nunca han sido abordados de manera clara y decisiva "por un estado,
que hoy está" en deuda e incapaz de cumplir con sus obligaciones de
salud, educación, trabajo y seguridad ".
En este contexto de fragilidad y desconfianza, la Iglesia ecuatoriana insta
a todos los actores sociales, políticos y económicos a enfrentar el
presente con "decisión y transparencia en la búsqueda del bien
común" y asumir sus responsabilidades de una "manera clara,
consensuada y ética". Dejando de lado los intereses personales o del
partido.
Después de reiterar el agradecimiento a todos los trabajadores de la salud
y a todos los que han hecho un compromiso valiente y sacrificado para
ayudar a las personas más afectadas por la emergencia, el Episcopado invita
a todos los ciudadanos a emprender esta nueva etapa con "seriedad y
prudencia". y responsabilidad "en cumplimiento de las medidas
preventivas que han sido fundamentales para" doblar la curva de
contagio".
Ecuador registra 36,000 casos y 3,060 muertes por Covid-19.
(CE) (Agencia Fides 23/05/2020)
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