Un menú del mes de Octubre
En el restaurante que es,
entre otras cosas, nuestra casa global del mundo comienza un mes 'a la carta' para
los vivientes y para sus creyentes. No voy a pretender ser exhaustivo ni le voy
a dedicar excesivo tiempo a la investigación para constatar todo lo programado
para este décimo mes del año 2023.
El plato estrella en la carta
del Restaurante OCTUBRE será el Sínodo del Sínodo, que yo llamo a mi manera el
plato denominado el 'ombligo que se mira a sí mismo'. Este Sínodo tratará de la
Sinodalidad. Todos pueden hablar, todos podrán votar, todos podrán participar.
Todos. Pero en este Sínodo, que es de todos y para todos y para casi todo,
hay una realidad intocable, incuestionable, inabordable, invotable: "88.
El sacerdote es signo de esa Cabeza que derrama la gracia ante todo cuando
celebra la Eucaristía, fuente y culmen de toda la vida cristiana. Esa es
su gran potestad, que sólo puede ser recibida en el sacramento del Orden
sacerdotal. Por eso únicamente él puede decir 'Esto es mi cuerpo'. Hay otras
palabras que sólo él puede pronunciar: 'Yo te absuelvo de tus pecados'. Porque
el perdón sacramental está al servicio de una celebración eucarística digna. En
estos dos sacramentos está el corazón de su identidad exclusiva" (Exhortación
apostólica postsinodal 'Querida Amazonía' del santo padre Francisco, al pueblo
de Dios y a todas las personas de buena voluntad; en Roma, 2020).
Si de este asunto no se habla
en el Sínodo (días 4 a 29 de octubre), ¿de qué otras cosas más importantes se
va a hablar?, me pregunto con ingenua ignorancia. Este nuevo Sínodo no creo que
mueva un ápice que sea capaz de transformar esta realidad. Digo lo de ápice,
porque en mis años de formación adolescente se me explicaba aquello de la
palanca y 'el dadme un punto de apoyo y moveré el mundo'. Creo que voy a
degustar muy poco la esencia de este plato del Octubre'23.
Como alternativa a este primer
plato se podrá encontrar un segundo plato 'muy jugoso y resultón'. Delicioso.
Le voy a bautizar a este plato con el nombre de 'Grande y Nuevo mes mariano,
con permiso del mes de mayo'. Juntemos Historia, Europa, Trento y el Mediterráneo. En una palabra 'Lepanto'. Y en otra María. En la ciudad alemana
de Ingolstadt se conserva en una de sus parroquias una escultura que representa
uno de aquellos barcos de guerra de la batalla naval de Lepanto con una
aparición de la Virgen María y de su santo Rosario en plan de capitana
protectora en la mayor victoria que vieron los siglos en aquella ocasión del 7
de octubre de 1571. La Liga santa ponía un freno eterno a la expansiva invasión
del imperio otomano. El santo Rosario, sus quince misterios (ampliados a
veinte por la decisión de otro papa), sus contagiosas avemarías, y su santísima
trinidad permanente quedaron desde entonces como las huellas indelebles de las
consagraciones sacerdotales. Estoy seguro de que en el Sínodo de la Sinodalidad
de hablará, y no poco, de la santísima virgen María. En los últimos números de
la exhortación papal final del Sínodo de la Sinodalidad se citará a María, no
precisamente como 'la Señora María', sino con una nueva advocación que nos deje
a todos los católicos sorprendidos por la ingeniosidad evocativa de
nuestro Francisco papa...
Y comentados los dos platos,
el intocable y el delicioso, del Restaurante Vaticano de El Sínodo, podemos
pensar en otros complementos en plan de aperitivos o de postres. A modo de
ejemplo, aventuro citar dos o tres de ellos: 'El nuevo papel de la mujer
en la Iglesia, desde la perspectiva sinodal', 'Caminos sinodales del Espíritu
para los nuevos movimientos religiosos en la Iglesia', 'Sinodalidad y Biblia,
claves para la interpretación actual de la Palabra de Dios'...
Para una aproximación al
nuevo Restaurante Octubre'23 creo que ya es suficiente con lo dicho y lo
sugerido.
A continuación se pueden leer
los comentarios del Evangelio para el domingo 1 de octubre, que dicho en breve,
no he constatado que se hable de Sínodo alguno.
Estos comentarios se pueden
encontrar también en el archivo adjunto.
Carmelo Bueno Heras
Domingo
XXVI TO Ciclo A (01.10.2023): Mateo 21,28-32. Así lo comento y comparto
CONTIGO:
¿Una sana levadura? La libertad del Evangelio
Para
comenzar, deseo copiar-evocar unas breves referencias del texto del Evangelio
de Mateo: La primera: “Cuando salían de Jericó, les siguió una gran
muchedumbre. Y en esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino…” (Mt
20,29-34). La segunda: “Cuando se aproximaron a Jerusalén, al llegar a
Betfagé, junto al monte de los Olivos…” (Mt 21,1-11). La tercera: “Entró
Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el
Templo…” (Mt 21,12-17). La cuarta: “Al amanecer, cuando volvía a la
ciudad, sintió hambre y viendo una higuera junto al camino, se acercó a ella…”
(Mt 21,18-22). La quinta: “Llegado al Templo, mientras enseñaba se le
acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos…” (Mt 21,23-27).
Estas
cinco secuencias del relato del Evangelista nunca se nos leen a los asistentes
a la liturgia dominical de la Iglesia Católica en los años del llamado Ciclo A.
Con estas vergonzantes lagunas en el relato de la obra de Mateo resulta
imposible el contexto, tanto literario como teológico, en el que se encuentra
el relato de Mateo 21,28-32, que tendremos que escuchar, acoger,
saborear, meditar en este primer día y domingo del mes de octubre.
Este
relato es propio y exclusivo del Evangelista Mateo. Se trata de una parábola
puesta en boca de Jesús, pero desconocida para los Evangelistas Marcos, Lucas y
Juan. Se trata de la parábola de ‘un padre y sus dos hijos’. Titulada así, nos
evoca la parábola de Lucas 15, tan famosa y recordada, de ‘el hijo pródigo o
del padre bueno’, como dicen unos u otros. Posiblemente, meditadas a fondo
ambas parábolas, podrían descubrirse semejanzas importantes. Me guardo para mis
adentros el realizar este ejercicio de paralelismo entre ambas parábolas.
Intuyo que merece la pena comulgar con esta meditación.
Retomo
Mateo 21,28-32 y leo despacio: “¿Qué os parece?, dice Jesús de
Nazaret. Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero le dice… Llegándose
al segundo le dice lo mismo… ¿Cuál de los dos hijos hizo la voluntad del
padre?”
Esto
es lo que escucharemos como Asamblea en la liturgia católica del domingo. Pero,
me pregunto: ¿Dónde se encuentra este Jesús de Nazaret del Evangelista Mateo?
¿Cómo, cuándo y por qué ha llegado este Jesús hasta este lugar? ¿Con quiénes se
encuentra ahí? ¿A quiénes cuenta esta parábola? ¿Por qué o cuál es el motivo
por el que cuenta esta parábola? Si uno no lee o a uno no se le lee, al menos, Mateo
21,23-27, es muy dudoso que uno pueda acceder al mensaje nuclear de la
parábola de este padre y de sus dos hijos. Y, por cierto, nada se dice de la
presencia de ‘la’ esposa y de ‘la’ madre. ¿Por qué?
¿Por
qué? Por la razón sencilla de que el asunto central de la parábola nada tiene
que ver con la realidad literal de una familia. El meollo del mensaje de la
parábola tiene que ver con la realidad del Templo de la Religión judía en la
que se encuentran, por una parte, los Sumos Sacerdotes y Ancianos con su
autoridad consagrada y, por otra parte, este judío laico y galileo que es Jesús
de Nazaret. ¿En cuál de las dos partes está arraigada la realidad de la buena
noticia del reino-reinado de Dios, según el Evangelista?
Contemplo
ahora esta realidad de la parábola y no dejo de escuchar las afirmaciones que
este Evangelista ya puso en boca de su Jesús de Nazaret y en el primero de sus
cinco discursos. Ésta es la Ley y los Profetas: haz a los demás cuanto deseas
que ellos te hagan (Mt 7,12). No hay otra Religión ni otra voluntad de dios. Carmelo
Bueno Heras
CINCO
MINUTOS de AIRES BÍBLICOS
.
Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200
páginas?
.
Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?
.
Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?
.
Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría
de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de
tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de
los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.
Semana 45ª (01.10.2023):
Antonio Aradillas Agudo (año de
2009).
Me llamo Antonio Aradillas y nací en Segura de León,
provincia de Badajoz, pueblo en el que por cierto y para quienes sitúan y
conocen España sobre coordenadas geográfico-administrativas
gastronómicas no dista mucho del onubense Jabugo, con sabor a suculento jamón
ibérico, en la Serranía de Aracena. Referencias pacenses son Fregenal de la
Sierra, patria de Arias Montano, amigo y confesor de Felipe II, humanista y
asesor en el Concilio de Trento; patria también de Don Juan Bravo Murillo,
Ministro de Hacienda de Isabel II y a quien le debe Madrid el agua del Lozoya... Soy “presbítero”, en su
doble acepción semántica de “persona mayor” y de “sacerdote o cura” y estudié
en el Seminario de Badajoz y en las Universidades Pontificias de Salamanca y de
Comillas en Madrid, consiguiendo los correspondientes grados de Licenciado en
Teología y curso de Doctorado. Mis primeros años pastorales transcurrieron en
Azuaga, junto a Llerena, ciudad celebérrima por ser sede del Santo Tribunal de
la Inquisición, perseguidor sobre todo de los “Alumbrados”, y en la que residió
algún tiempo Francisco Zurbarán, antes de fijar su residencia en Sevilla… En
Azuaga inicié mis estudios en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid,
completados después desde Badajoz, ciudad a la que fui trasladado, pudiendo
escribir en su periódico “Hoy”… Curiosas y un tanto extrañas razones me
hicieron presente en Madrid con nombramiento oficial firmado por el Cardenal
Plá y Deniel, primado de España, dedicado ya a las tareas pastorales de
Consiliario Nacional de Mujeres de Acción Católica, en tiempos ciertamente
heroicos para el Catolicismo y las relaciones de su Jerarquía con el Gobierno.
Expulsado del cargo, al igual que toda la cúpula nacional y diocesana de Acción
Católica, a instancias del Gobierno y siendo el interlocutor e interventor por
parte de la Jerarquía Don Casimiro Morcillo, Arzobispo de Madrid, me dediqué de
lleno a las tareas de periodista-informador religioso en los diarios “Arriba”,
“Pueblo” y “El Imparcial” a las órdenes de Jaime Capmany y Emilio Romero,
colaborando frecuentemente en programas en “Radio Juventud”, “Hora 25” de la
Ser, Radio Cadena Española, Radio Intercontinental, Sábado Gráfico y no pocas
revistas y periódicos, haciendo uso reiterado del seudónimo “Erasmo”. Mi
trayectoria profesional como escritor-escribidor está resumida cabalmente en la
edición de mis libros cuyos títulos son a día de hoy exactamente 85, con una
media cada uno de ellos superior a las 250 páginas, sin necesidad de anotar que
me proporcionaron no pocos dolores de cabeza, que hubieron de resolverse a mi
favor con el paliativo de otros tantos procesos judiciales bien llevados
profesionalmente por expertos tales como Gregorio Peces-Barba y Tomás de la
Cuadra Salcedo.
De entre los libros más representativos de las
diversas etapas de mi trayectoria profesional cito “Proceso a los Tribunales
Eclesiásticos”; “Matrimonios Rotos”; “Divorcio 77”; “Divorciarse en España:
mercado negro y corrupción”; “Divorcio, recta final”; “Divorcio: el pueblo
pregunta”; “Mujer creciente: ¿pareja menguante?”; “La Iglesia, último bastión
del machismo”; “¿Qué hacemos con los hijos? (En los matrimonios rotos)”;
“Cartas a la novia”; “Iglesia nueva frontera”; “Santos sin retablo”; “Locos a
lo divino”; “Proceso a la Justicia Española”; “La oración de todas las
noticias”; “Diálogo sexual”; “David, hoy”; “Todo sobre el Defensor del Pueblo”;
“El reto de las Autonomías”; “Piedra de escándalo (La Iglesia en el Cambio)”;
“Preguntas y respuestas sobre el Código da Vinci”; “Ideas para ser feliz”; “El
libro de la Felicidad”; “Atrévete a ser feliz”; “Vírgenes con leyendas”; “Dios
es buena gente”; “Los otros malos tratos (Confidencias de una mujer)”... Hace
nada menos que 22 años y literariamente hermanado con el conocido periodista y
presentador de TV, José María Íñigo, fundamos las revistas “Viajes y
Vacaciones”, “Vinos y Restauración” y “Medio Ambiente y Calidad de Vida”,
siendo autores los dos de títulos relacionados con estos temas de entre los que
destacan: “La España del AVE”; “Monasterios con Hospederías”; “La Ruta del
Quijote”… En la actualidad (año de 2009) me encuentro en vísperas de publicar
“Cartas provocadoras al Papa”, reclamado persistentemente también por el tema
“Las Mujeres y Jesucristo”.
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