domingo, 28 de diciembre de 2014

El arzobispo de Madrid felicita la Navidad a los misioneros y sus familiares 24122014

El arzobispo de Madrid felicita la Navidad a los misioneros y sus familiares
        
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Felicitación de navidad a los Misioneros y misioneras :
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Queridos misioneros/as:
¡Feliz Navidad 2014! Es la primera ocasión que tengo para dirigirme a vosotros como Arzobispo de vuestra querida diócesis de Madrid. Y lo hago con la alegría que nace del Evangelio vivido aquí en la lglesia diocesana, que es el que os llevó a la misión ad gentes, y en el tiempo más bonito del año litúrgico como es la Navidad, en la que celebramos cómo Dios se ha acercado a los hombres.
Sé que son días en los que el corazón añora y recuerda las personas queridas que no están con nosotros. Algunos de ellos porque el Señor ya los ha llamado a su presencia. Pero en vuestro caso, seguro que tienen un lugar muy importante las personas que queréis y que permanecen en España. Les recordaréis con cariño y vais a entregar lo mejor de vosotros por ellos, la ofrenda de entregar la vida por los que sin vosotros no tendrían lo más importante: a Cristo Jesús, de quien vamos a celebrar su nacimiento.
Os felicito con sencillez y sinceridad, al mismo tiempo que os doy las gracias por el trabajo que realizáis, tan silencioso y escondido y, sin embargo, tan importante. El Dios que nace en el Portal de Belén, recompensara sin duda con creces, vuestra entrega y la alegría de vuestro servicio, que con vuestra vida sigue prolongando su presencia en hijos e hijas de la lglesia que con obras y palabras muestran su rostro.
La Luz vino a la tierra dice el Evangelio de San Juan. Ha venido a iluminar el camino de todos los hombres. Aunque algunos no quieran recibirla, no podemos por ello dejar de proponer a los hombres a Cristo, que nos descubre quién es esa Luz maravillosa. Ese es vuestro trabajo misionero: proponer a los hombres la persona de Cristo, la luz que Cristo trajo al mundo para que los hombres no caminen a oscuras, sino con la alegría de saberse amados y cuidados por Él.
La Iglesia en Madrid os recuerda con cariño, se llena de alegría y de cierto orgullo, al saber que sois muchos los que, con vuestra vida, ejemplo y palabra estáis dando a los hombres la luz de la fe. Una luz que embellece la vida del hombre y enriquece a la humanidad.
Os pongo en manos de la Virgen María, Nuestra Madre que desde el cielo os cuida a vosotros. Que ella os Ilene de la alegría del Espíritu Santo. Rezad también por mí en esta nueva etapa de mi vida como Arzobispo de Madrid.
¡Feliz Navidad y un gran año 2015!
Con gran afecto, os bendice,
firma
 
 
Felicitación a los familiares:
 
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Mis queridos familiares de misioneros y misioneras.
Estamos a las puertas de la Navidad y os dirijo mi primera carta a todos los que en estos días vais a echar de menos la presencia de vuestros hijos, hermanos, tíos que tanto queréis y están dejando la vida en lugares lejanos, para anunciar a Jesucristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida.
Quiero estar cerca de vosotros desde el inicio de mi ministerio episcopal, porque sé el sacrificio que hacéis dando uno de los vuestros para dar a conocer a Jesucristo, pero también sé la generosidad con la que habéis aceptado la llamada del Señor a vuestros hijos, hermanos o familiares.
Nuestros misioneros necesitan de nuestro calor y comprensión, pero sobre todo de nuestra oración que les ayude siempre a mirar su vida de misión como un gran don que Dios les ha hecho y, j¿cómo no?, también a vosotros, que les guardáis en vuestro corazón, pues sois protagonistas de este don en su misión.
En esta primera ocasión que tengo para poneros estas letras, quiero estar cerca de vosotros y daros las gracias por vuestra entrega y renuncia. Y, sobre todo, desearos lo mejor para vosotros y para todos los vuestros, durante estos días de Navidad.
Jesús nace para ser la Luz del mundo. Todos los hombres y mujeres tenemos necesidad de la misericordia y el amor de Dios que se manifiesta en Jesucristo. Pero en el mundo hay oscuridad y esa luz tiene que extenderse por todos los rincones de la tierra. Esas luminarias, que portan la luz de Cristo Salvador, son vuestros familiares, hijos, hermanos, y que son también nuestros misioneros. ¡Qué hondura alcanza nuestra vida, cuando regalamos al mundo esta Luz!
Os encomiendo a la Virgen María, nuestra madre, en advocación de la Almudena, que desde el cielo os cuida a vosotros y a nuestros misioneros. Que Ella os llene de la alegría del Espíritu Santo. Rezad también por mí en esta nueva etapa de mi vida como Arzobispo de Madrid.
¡Muy feliz Navidad y un gran 2015!
Con gran afecto, os bendice.
firma

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