Aldebrando de Fossombrone, Beato
Obispo, Mayo 1
Etimológicamente significa "governante con la espada", viene del germánico.
Nacido en Sorrivoli, Italia, en el año 1119.
Realizó sus estudios en Santa María de Porto cerca de Rávena.
Ya como sacerdote fue superior del monasterio de Rimini.
Era conocido por su predicación contra la vida en pecado, lo que le ganó la antipatía de algunas autoridades locales que lo amenazaron con matarlo por lo que el prefirió irse de esa localidad.
Nombrado Obispo de Fossombrone, Italia, en el año 1170, construyó la catedral de esa diócesis.
Una de las leyendas que rodean a este Santo cuenta que una vez le llevaron una perdiz cocinada para obsequiarsela, como el estaba haciendo ayuno, oro sobre el ave y esta recupero la vida y voló.
Murió en Fossombrone el 30 de abril de 1219.
Nacido en Sorrivoli, Italia, en el año 1119.
Realizó sus estudios en Santa María de Porto cerca de Rávena.
Ya como sacerdote fue superior del monasterio de Rimini.
Era conocido por su predicación contra la vida en pecado, lo que le ganó la antipatía de algunas autoridades locales que lo amenazaron con matarlo por lo que el prefirió irse de esa localidad.
Nombrado Obispo de Fossombrone, Italia, en el año 1170, construyó la catedral de esa diócesis.
Una de las leyendas que rodean a este Santo cuenta que una vez le llevaron una perdiz cocinada para obsequiarsela, como el estaba haciendo ayuno, oro sobre el ave y esta recupero la vida y voló.
Murió en Fossombrone el 30 de abril de 1219.
Segismundo, Santo
Segismundo, Santo
Segismundo, Santo
Rey de Borgoña, Mayo 1
Por: . | Fuente: Xavier Villalta
Fue rey de la Borgoña desde el 516 hasta su muerte.
Fue hijo del rey Gundebaldo, al que sucedió. Segismundo y su hermano Gundemaro fueron derrotados en batalla por los hijos de Clodoveo I. Segismundo fue capturado por Clodomiro, rey de Orleáns, quien lo mantuvo como prisionero. Gundemaro reunió otro ejército y renconquistó su reino. Mientras tanto, Clodomiro ordenaba la muerte de Segismundo y marchaba con su hermano Teodorico, rey de Austrasia.
Historia
Segismundo fue estudiante del Obispo San Avito de Viena, quien le convirtió a la fe católica. Segismundo a construir un monasterio dedicado a San Mauricio en Agaune (Valais) en el 515. Al año siguiente se convirtió en el rey de Borgoña.
Cuando su hijo Sigerico se opuso a él e insultó a su nueva esposa, en el 517, Segismundo ordenó su muerte por estrangulamiento. Después, con el remordimiento se retira al monasterio que había fundado.
En el 523, dirigió a los burgundios contra la invasión de Childeberto I, Clotario I y Teodeberto I. Aunque se puso el hábito de monje y se escondió en una celda cerca de su abadía, fue capturado por Clotario,llevado a Orleáns y condenado a muerte. Después fue honrado como mártir. Sus huesos fueron recuperados en Columelle, donde su cuerpo fue arrojado. Los monjes, al ir a rescatarlo, vieron que en el pozo se hacían milagros.
Más tarde fue canonizado.
Sobrevivió su correspondencia con el poeta Avito.
En el s. XIV, Carlos IV, Emperador Romano, trasladó las reliquias de Segismundo a Praga, donde se convirtió en el Santo Patrón de la República Checa.
Se casó con Ostrogota, la hija ilegítima de Teodorico el Grande en el 494 como parte de las negociaciones de Teodorico para aliarse con Segismundo. Ambos tuvieron dos hijos:
° Sigerico (asesinado por su propio padre)
° Suavegotha casada con Teodorico I de Austrasia, hijo de Clodoveo I.
Por: . | Fuente: Xavier Villalta
Rey de los burgundios
Fue hijo del rey Gundebaldo, al que sucedió. Segismundo y su hermano Gundemaro fueron derrotados en batalla por los hijos de Clodoveo I. Segismundo fue capturado por Clodomiro, rey de Orleáns, quien lo mantuvo como prisionero. Gundemaro reunió otro ejército y renconquistó su reino. Mientras tanto, Clodomiro ordenaba la muerte de Segismundo y marchaba con su hermano Teodorico, rey de Austrasia.
Segismundo fue estudiante del Obispo San Avito de Viena, quien le convirtió a la fe católica. Segismundo a construir un monasterio dedicado a San Mauricio en Agaune (Valais) en el 515. Al año siguiente se convirtió en el rey de Borgoña.
Cuando su hijo Sigerico se opuso a él e insultó a su nueva esposa, en el 517, Segismundo ordenó su muerte por estrangulamiento. Después, con el remordimiento se retira al monasterio que había fundado.
En el 523, dirigió a los burgundios contra la invasión de Childeberto I, Clotario I y Teodeberto I. Aunque se puso el hábito de monje y se escondió en una celda cerca de su abadía, fue capturado por Clotario,llevado a Orleáns y condenado a muerte. Después fue honrado como mártir. Sus huesos fueron recuperados en Columelle, donde su cuerpo fue arrojado. Los monjes, al ir a rescatarlo, vieron que en el pozo se hacían milagros.
Más tarde fue canonizado.
Sobrevivió su correspondencia con el poeta Avito.
En el s. XIV, Carlos IV, Emperador Romano, trasladó las reliquias de Segismundo a Praga, donde se convirtió en el Santo Patrón de la República Checa.
Se casó con Ostrogota, la hija ilegítima de Teodorico el Grande en el 494 como parte de las negociaciones de Teodorico para aliarse con Segismundo. Ambos tuvieron dos hijos:
° Sigerico (asesinado por su propio padre)
° Suavegotha casada con Teodorico I de Austrasia, hijo de Clodoveo I.
Simeón Estilita el Grande, Santo
Simeón Estilita el Grande, Santo
Simeón Estilita el Grande, Santo
Monje, 27 de julio
Por: . | Fuente: E W T N
Martirologio Romano: Cerca de Antioquía, en Siria, san Simeón, monje, que durante muchos años vivió sobre una columna, por lo que recibió el sobrenombre de Estilita, y cuya vida y trato con todos fueron admirables (459).
Nace cerca del año 400 en el pueblo de Sisan, en Cilicia, cerca de Tarso, donde nació San Pablo. (Estilita significa: el que vive en una columna).
De pequeño se dedicaba a pastorear ovejas por los campos, pero un día, al entrar en una iglesia, oyó al sacerdote leer en el sermón de la Montaña las bienaventuranzas, en el capítulo 5 del evangelio de San Mateo. Se entusiasmó al oír que Jesús anuncia: "Dichosos serán los pobres, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los puros de corazón porque ellos verán a Dios". Se acercó a un anciano y le preguntó qué debería hacer para cumplir esas bienaventuranzas y ser dichoso. El anciano le respondió: "Lo más seguro seria irse de religioso a un monasterio".
Se estaba preparando para ingresar a un monasterio, y pedía mucho a Dios que le iluminara qué debía hacer para lograr ser santo e irse al cielo, y tuvo un sueño: vio que empezaba a edificar el edificio de su santidad y que cavaba en el suelo para colocar los cimientos y una voz le recomendaba: "Ahondar más, ahondar más". Y al fin oyó que la voz le decía: "Sólo cuando seas lo suficientemente humilde, serás santo".
A los 15 años entró a un monasterio y como era muy difícil conseguir libros para rezar, se aprendió de memoria los 150 salmos de la S. Biblia, para rezarlos todos cada semana, 21 cada día.
Se le considera el inventor del cilicio, o sea de una cuerda hiriente que algunos penitentes se amarran en la cintura para hacer penitencia. Se ató a la cintura un bejuco espinoso y no se lo quitaba ni de día ni de noche. Esto para lograr dominar sus tentaciones. Un día el superior del monasterio se dio cuenta de que derramaba gotas de sangre y lo mandó a la enfermería, donde encontraron que la cuerda o cilicio se le había incrustado entre la carne. Difícilmente lograron quitarle la cuerda, con paños de agua caliente. Y el abad o superior le pidió que se fuera para otro sitio, porque allí su ejemplo de tan extrema penitencia podía llevar a los hermanos a exagerar en las mortificaciones.
Se fue a vivir en una cisterna seca, abandonada, y después de estar allí cinco días en oración se le ocurrió la idea de pasar los 40 días de cuaresma sin comer ni beber, como Jesús. Le consultó a un anciano y éste le dijo: "Para morirse de hambre hay que pasar 55 días sin comer. Puede hacer el ensayo, pero para no poner en demasiado peligro la vida, dejaré allí cerca de usted diez panes y una jarra de agua, y si ve que va desfallecer, come y bebe." Así se hizo. Los primeros 14 días de cuaresma rezó de pie. Los siguientes 14 rezó sentado. Los últimos días de la cuaresma era tanta su debilidad que tenía que rezar acostado en el suelo. El domingo de Resurrección llegó el anciano y lo encontró desmayado y el agua y los panes sin probar. Le mojó los labios con un algodón empañado en agua, le dio un poquito de pan, y recobró las fuerzas. Y así paso todas las demás cuaresmas de su larga vida, como penitencia de sus pecados y para obtener la conversión de los pecadores.
Se fue a una cueva del desierto para no dejarse dominar por la tentación de volverse a la ciudad, llamó a un cerrajero y se hizo atar con una cadena de hierro a una roca y mandó soldar la cadena para no podérsela quitar. Pero varias semanas después pasó por allí el Obispo de Antioquía y le dijo: "Las fieras sí hay que atarlas con cadenas, pero al ser humano le basta su razón y la gracia de Dios para no excederse ni irse a donde no debe". Entonces Simeón, que era humilde y obediente, se mandó quita la cadena.
De todos los países vecinos y aun de países lejanos venían a su cueva a consultarlo y a pedirle consejos y las gentes se le acercaban para tocar su cuerpo con objetos para llevarlos en señal de bendición, y hasta le quitaban pedacitos de su manto para llevarlos como reliquias.
Entonces para evitar que tanta gente viniera a distraerlo en su vida de oración, se ideó un modo de vivir totalmente nuevo y raro: se hizo construir una columna de tres metros para vivir allí al sol, al agua, y al viento. Después mandó hacer una columna de 7 metros, y más tarde, como la gente todavía trataba de subirse hasta allá, hizo levantar una columna de 17 metros, y allí pasó sus últimos 37 años de su vida.
Columna se dice "Stilos" en griego, por eso lo llamaron "Simeón el estilita".
No comía sino una vez por semana. La mayor parte del día y la noche la pasaba rezando. Unos ratos de pie, otros arrodillado y otros tocando el piso de su columna con la frente. Cuando oraba de pie, hacía reverencias continuamente con la cabeza, en señal de respeto hacia Dios. En un día le contaron más de mil inclinaciones de cabeza. Un sacerdote le llevaba cada día la Sagrada Comunión.
Para que nadie vaya a creer que estamos narrando cuentos inventados o leyendas, recordamos que la vida de San Simeón Estilita la escribió Teodoreto, quien era monje en aquel tiempo y fue luego Obispo de Ciro, ciudad cercana al sitio de los hechos. Un siglo más tarde, un famoso abogado llamado Evagrio escribió también la historia de San Simeón y dice que las personas que fueron testigos de la vida de este santo afirmaban que todo lo que cuenta Teodoreto es cierto.
Las gentes acudían por montones a pedir consejos. El les predicaba dos veces por día desde su columna y los corregía de sus malas costumbres. Y entre sermón y sermón oía sus súplicas, oraba por ellos y resolvía pleitos entre los que estaban peleados, para amistarlos otra vez. A muchos ricos los convencía para que perdonaran las deudas a los pobres que no les podían pagar.
Convirtió a miles de paganos. Un famoso asesino, al oírlo predicar, empezó a pedir perdón a Dios a gritos y llorando.
Algunos lo insultaban para probar su paciencia y nunca respondió a los insultos ni demostró disgusto por ellos.
Hasta Obispos venían a consultarlo, y el Emperador Marciano de Constantinopla se disfrazó de peregrino y se fue a escucharlo y se quedó admirado del modo tan santo como vivía y hablaba.
Para saber si la vida que llevaba en la columna era santidad y virtud y no sólo un capricho, los monjes vecinos vivieron y le dieron orden a gritos de que se bajara de la columna y se fuera a vivir con los demás. Simeón, que sabía que sin humildad y obediencia no hay santidad, se dispuso inmediatamente a bajarse de allí, pero los monjes al ver su docilidad le gritaron que se quedara otra vez allá arriba porque esa era la voluntad de Dios.
Murió el 5 de enero del año 459. Estaba arrodillado rezando, con la cabeza inclinada, y así se quedó muerto, como si estuviera dormido. El emperador tuvo que mandar un batallón de ejército porque las gentes querían llevarse el cadáver, cada uno para su ciudad. En su sepulcro se obraron muchos milagros y junto al sitio donde estaba su columna se construyó un gran monasterio para monjes que deseaban hacer penitencia.
Por: . | Fuente: E W T N
Monje
Nace cerca del año 400 en el pueblo de Sisan, en Cilicia, cerca de Tarso, donde nació San Pablo. (Estilita significa: el que vive en una columna).
De pequeño se dedicaba a pastorear ovejas por los campos, pero un día, al entrar en una iglesia, oyó al sacerdote leer en el sermón de la Montaña las bienaventuranzas, en el capítulo 5 del evangelio de San Mateo. Se entusiasmó al oír que Jesús anuncia: "Dichosos serán los pobres, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los puros de corazón porque ellos verán a Dios". Se acercó a un anciano y le preguntó qué debería hacer para cumplir esas bienaventuranzas y ser dichoso. El anciano le respondió: "Lo más seguro seria irse de religioso a un monasterio".
Se estaba preparando para ingresar a un monasterio, y pedía mucho a Dios que le iluminara qué debía hacer para lograr ser santo e irse al cielo, y tuvo un sueño: vio que empezaba a edificar el edificio de su santidad y que cavaba en el suelo para colocar los cimientos y una voz le recomendaba: "Ahondar más, ahondar más". Y al fin oyó que la voz le decía: "Sólo cuando seas lo suficientemente humilde, serás santo".
A los 15 años entró a un monasterio y como era muy difícil conseguir libros para rezar, se aprendió de memoria los 150 salmos de la S. Biblia, para rezarlos todos cada semana, 21 cada día.
Se le considera el inventor del cilicio, o sea de una cuerda hiriente que algunos penitentes se amarran en la cintura para hacer penitencia. Se ató a la cintura un bejuco espinoso y no se lo quitaba ni de día ni de noche. Esto para lograr dominar sus tentaciones. Un día el superior del monasterio se dio cuenta de que derramaba gotas de sangre y lo mandó a la enfermería, donde encontraron que la cuerda o cilicio se le había incrustado entre la carne. Difícilmente lograron quitarle la cuerda, con paños de agua caliente. Y el abad o superior le pidió que se fuera para otro sitio, porque allí su ejemplo de tan extrema penitencia podía llevar a los hermanos a exagerar en las mortificaciones.
Se fue a vivir en una cisterna seca, abandonada, y después de estar allí cinco días en oración se le ocurrió la idea de pasar los 40 días de cuaresma sin comer ni beber, como Jesús. Le consultó a un anciano y éste le dijo: "Para morirse de hambre hay que pasar 55 días sin comer. Puede hacer el ensayo, pero para no poner en demasiado peligro la vida, dejaré allí cerca de usted diez panes y una jarra de agua, y si ve que va desfallecer, come y bebe." Así se hizo. Los primeros 14 días de cuaresma rezó de pie. Los siguientes 14 rezó sentado. Los últimos días de la cuaresma era tanta su debilidad que tenía que rezar acostado en el suelo. El domingo de Resurrección llegó el anciano y lo encontró desmayado y el agua y los panes sin probar. Le mojó los labios con un algodón empañado en agua, le dio un poquito de pan, y recobró las fuerzas. Y así paso todas las demás cuaresmas de su larga vida, como penitencia de sus pecados y para obtener la conversión de los pecadores.
Se fue a una cueva del desierto para no dejarse dominar por la tentación de volverse a la ciudad, llamó a un cerrajero y se hizo atar con una cadena de hierro a una roca y mandó soldar la cadena para no podérsela quitar. Pero varias semanas después pasó por allí el Obispo de Antioquía y le dijo: "Las fieras sí hay que atarlas con cadenas, pero al ser humano le basta su razón y la gracia de Dios para no excederse ni irse a donde no debe". Entonces Simeón, que era humilde y obediente, se mandó quita la cadena.
De todos los países vecinos y aun de países lejanos venían a su cueva a consultarlo y a pedirle consejos y las gentes se le acercaban para tocar su cuerpo con objetos para llevarlos en señal de bendición, y hasta le quitaban pedacitos de su manto para llevarlos como reliquias.
Entonces para evitar que tanta gente viniera a distraerlo en su vida de oración, se ideó un modo de vivir totalmente nuevo y raro: se hizo construir una columna de tres metros para vivir allí al sol, al agua, y al viento. Después mandó hacer una columna de 7 metros, y más tarde, como la gente todavía trataba de subirse hasta allá, hizo levantar una columna de 17 metros, y allí pasó sus últimos 37 años de su vida.
Columna se dice "Stilos" en griego, por eso lo llamaron "Simeón el estilita".
No comía sino una vez por semana. La mayor parte del día y la noche la pasaba rezando. Unos ratos de pie, otros arrodillado y otros tocando el piso de su columna con la frente. Cuando oraba de pie, hacía reverencias continuamente con la cabeza, en señal de respeto hacia Dios. En un día le contaron más de mil inclinaciones de cabeza. Un sacerdote le llevaba cada día la Sagrada Comunión.
Para que nadie vaya a creer que estamos narrando cuentos inventados o leyendas, recordamos que la vida de San Simeón Estilita la escribió Teodoreto, quien era monje en aquel tiempo y fue luego Obispo de Ciro, ciudad cercana al sitio de los hechos. Un siglo más tarde, un famoso abogado llamado Evagrio escribió también la historia de San Simeón y dice que las personas que fueron testigos de la vida de este santo afirmaban que todo lo que cuenta Teodoreto es cierto.
Las gentes acudían por montones a pedir consejos. El les predicaba dos veces por día desde su columna y los corregía de sus malas costumbres. Y entre sermón y sermón oía sus súplicas, oraba por ellos y resolvía pleitos entre los que estaban peleados, para amistarlos otra vez. A muchos ricos los convencía para que perdonaran las deudas a los pobres que no les podían pagar.
Convirtió a miles de paganos. Un famoso asesino, al oírlo predicar, empezó a pedir perdón a Dios a gritos y llorando.
Algunos lo insultaban para probar su paciencia y nunca respondió a los insultos ni demostró disgusto por ellos.
Hasta Obispos venían a consultarlo, y el Emperador Marciano de Constantinopla se disfrazó de peregrino y se fue a escucharlo y se quedó admirado del modo tan santo como vivía y hablaba.
Para saber si la vida que llevaba en la columna era santidad y virtud y no sólo un capricho, los monjes vecinos vivieron y le dieron orden a gritos de que se bajara de la columna y se fuera a vivir con los demás. Simeón, que sabía que sin humildad y obediencia no hay santidad, se dispuso inmediatamente a bajarse de allí, pero los monjes al ver su docilidad le gritaron que se quedara otra vez allá arriba porque esa era la voluntad de Dios.
Murió el 5 de enero del año 459. Estaba arrodillado rezando, con la cabeza inclinada, y así se quedó muerto, como si estuviera dormido. El emperador tuvo que mandar un batallón de ejército porque las gentes querían llevarse el cadáver, cada uno para su ciudad. En su sepulcro se obraron muchos milagros y junto al sitio donde estaba su columna se construyó un gran monasterio para monjes que deseaban hacer penitencia.
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