sábado, 30 de julio de 2016

Santos Abdón y Senén, mártires - Santa Julita, mártir (30 de julio)


Santos Abdón y Senén, mártires

fecha: 30 de julio
†: c. s. III - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Roma, en el cementerio de Ponciano, en la vía Portuense, santos Abdón y Senén, mártires.
patronazgo: patronos de los niños, toneleros y jardineros; protectores contra las enfermedades oculares.

Estos dos mártires, que eran persas, confesaron valientemente la fe de Cristo durante la persecución de Decio. Por haber ayudado a sus correligionarios y sepultado los cuerpos de los mártires, fueron llevados presos a Roma. En vez de ofrecer sacrificios a los dioses, escupieron a los ídolos. Entonces fueron arrojados a las fieras. Pero, como ni los leones, ni los osos les hiciesen daño alguno, fueron despedazados por los gladiadores. Cuanto más los gladiadores herían y golpeaban sus cuerpos, tanto más se embellecían sus almas ante los ojos de Dios. Los cristianos de Roma no los consideraron como extranjeros, sino como hermanos en la esperanza de una misma Patria. Los cuerpos de los mártires fueron sepultados durante la noche en la casa de un subdiácono llamado Quirino. En el reinado de Constantino sus reliquias fueron trasladadas al cementerio de Ponciano (conocido también con el nombre de «Ad Ursum Pilateum»), cerca del Tíber, en el camino de Porto. La translación se llevó a cabo a raíz de una visión en la que los mártires revelaron el sitio de su sepultura. Todos estos detalles provienen de las «actas», que son tardías y no merecen crédito alguno. Pero consta que en eI siglo IV ya se veneraba en Roma a san Abdón y san Senén.
Según las «actas», Abdón y Senén dieron sepultura en Persia a los santos Olimíades y Máximo. Los historiadores se inclinan a pensar que su martirio tuvo lugar durante la persecución de Diocleciano (hacia el 303), porque aunque las actas mencionan a Decio (hacia el 250), tal mención carece de autoridad y está en contradicción con otros datos. En la Depositio Martyrum, que data del año 354, se dice que el martirio de Abdón y Senén había tenido lugar en el mismo año, y que los mártires habían sido sepultados en el cementerio de Ponciano. Además, en dicho cementerio puede verse todavía un fresco mural en un bautisterio subterráneo (siglos VI o VII), que representa a san Abdón y san Senén con uno o dos mártires más; los nombres están inscritos sobre las figuras.
Véase Mons. Wilpert, Die Malereien der Katakomben Roms, fig. 258. Analecta Bollandiana, vol. LVI (1938), pp. 296-300. En Acta Sanctorum, julio, vol. VII, pueden verse las actas de Abdón y Senén.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2634




Santa Julita, mártir

fecha: 30 de julio
†: c. 303 - país: Turquía
otras formas del nombre: Julitta, Julieta
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Cesarea de Capadocia, santa Julita, mártir, que por haberse negado con firmeza a ofrecer incienso a los ídolos, como se lo mandaba el juez, fue arrojada al fuego.

En los edictos que promulgó contra los cristianos el emperador Diocleciano en el año 303, los declaró infames ante la ley y los privó de la protección civil y de los derechos de ciudadanía. Julita era una viuda de Cesarea de Capadocia que poseía fincas, ganado, bienes y esclavos. Un potentado de la región se apoderó de una porción considerable de sus posesiones y, para poder conservarlas, la acusó de ser cristiana. El juez mandó traer incienso a la sala del juicio y ordenó a Julita que ofreciese sacrificios a Júpiter. La santa respondió valientemente: «Que mis estados se arruinen y caigan en manos ajenas, que mi cuerpo sea descuartizado y pierda yo la vida antes que pronunciar una sola palabra que pueda ofender al Dios que me ha creado. Si me arrebatáis los bajos bienes de este mundo, ganaré en cambio el cielo». Entonces, el juez adjudicó al usurpador los bienes que reclamaba injustamente, y condenó a Julita a la hoguera. La santa avanzó valientemente hacia el fuego, pero, según parece, murió sofocada por el humo, ya que los guardias retiraron su cadáver sin que hubiese sido tocado por las llamas. Los cristianos sepultaron a la mártir. En una homilía que pronunció alrededor del año 375, san Gregorio dijo, hablando del cuerpo de la mártir: «Obtiene las bendiciones del cielo para el sitio en que reposa y para los peregrinos que acuden a él ... En el sitio en que fue sepultada esa santa mujer brotó una fuente de agua dulce que conserva la salud a quienes están sanos y la devuelve a quienes están enfermos, en tanto que todas las otras fuentes son de agua salobre».
Prácticamente todo lo que sabemos acerca de santa Julita proviene de una homilía de san Basilio (Migne, PG., vol. XXXI, cc. 237-261). En Acta Sanctorum, julio, vol. II, hay una traducción latina y algunas notas introductorias.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2635

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