can.: B: Francisco 21 nov 2015
país: España - †: 1936
país: España - †: 1936
En Sarrià, Barcelona,
beatos Modest de Mieres (Joan Bover Teixidó), presbítero y Ángel de Ferreries
(Josep Coll Martí), capuchinos mártires en la persecución religiosa durante la
Guerra Civil.
Beatos Cebrià de
Terrassa, Eloi de Bianya, Miquel de Bianya y Jordi de Santa Pau, religiosos
mártires
can.: B: Francisco 21 nov 2015
país: España - †: 1936
país: España - †: 1936
En Barcelona, beatos
Cebrià de Terrassa (Ramon Gros Ballvé), Eloi de Bianya (Joan Ayats Plantalech),
Miquel de Bianya (Pelai Ayats Vergés) y Jordi de Santa Pau (Manuel Collellmir
Senties), capuchinos mártires en la persecución religiosa durante la Guerra
Civil.
can.: B: Francisco 21 nov 2015
país: España - n.: 1875 - †: 1936
país: España - n.: 1875 - †: 1936
En Arenys de Mar,
Barcelona, beato Prudenci de Pomar de Cinca (Gregori Charlez Ribera), capuchino
mártir en la persecución religiosa durante la Guerra Civil.
26 mártires capuchinos en Cataluña, grupo de Federico de Berga
El grupo comprende 25 frailes capuchinos
que dieron testimonio de la fe en Cataluña entre julio de 1936 y febrero de
1937.
En este grupo:
Carta circular del General de los
Capuchinos, Fr. Mauro Jöhri, con vistas a la beatificación del grupo de
capuchinos
Queridos hermanos y hermanas:
Nos llegan casi cotidianamente noticias de
cristianos asesinados, especialmente en el Medio Oriente, únicamente por motivo
de su pertenencia a la religión cristiana. Son hechos que nos causan horror.
Nos preguntamos ¿cómo es posible que esto suceda todavía en nuestros días? Se
trata realmente de hechos inaceptables, pero olvidamos quizá demasiado
fácilmente que cosas semejantes sucedieron por ejemplo en España hace menos de
cien años y que entre las victimas de aquella persecución figuran también
muchos hermanos capuchinos.
2. La Orden se une muy estrechamente a los
hermanos de la Provincia capuchina de Cataluña en la celebración de la
beatificación de 26 de sus hijos, asesinados en odio a la fe durante la guerra
civil (1936-1939). El próximo 21 de noviembre en la catedral de Barcelona a las
11.30, la Iglesia proclamará beatos a fr. Frederic de Berga y 25 compañeros de
martirio. ¡Alegrémonos y demos gracias al Señor!
El contexto histórico
3. La Provincia de Cataluña tuvo el
Capítulo provincial del 13 al 16 de julio de 1936. Ya durante aquel Capítulo se
habló de la posibilidad de que estallase algún tipo de revuelta, con incendios
de iglesias y asesinatos de sacerdotes, como había sucedido ya en otros
lugares. Se buscó el modo de poner a salvo en casa de amigos los enseres más
preciosos y los paramentos sagrados. Cada convento, además, tenía una lista de
personas cercanas a los frailes, dispuestas a acogerlos. De manera que, al
iniciarse la persecución, inmediatamente después del estallido de la Guerra
Civil, los hermanos se dispersaron y fueron acogidos por los familiares y por
los amigos. Los lugares donde los hermanos encontraron refugio, podían dar
seguridad por algunos días o a lo más por alguna semana; eso se pensaba que
pudiera durar la turbulencia, y no ciertamente por dos años y medio, que era
cuanto iba a durar la clandestinidad y la persecución y la caza a quien fuera
sacerdote o religioso.
4. No fueron las autoridades de la
República quienes persiguieron a los religiosos. En aquellos primeros meses de
guerra, la retaguardia republicana permaneció bajo el poder de los comités
revolucionarios anárquicos, que se hicieron dueños de la calle sin que nadie se
lo impidiese. Nuestros hermanos, en general, habían mantenido siempre una
actitud dialogante con la República. Además, en Cataluña eran particularmente
amados por su sintonía con "la Renaixença", el movimiento de
redescubrimiento y revalorización de la identidad catalana de fines del s. XIX
y principios del s. XX. Sin embargo, precisamente esto constituyó un agravante
para algunos revolucionarios, los cuales consideraban la misma República y el
amor a la propia tierra y cultura como características burgueses que debían ser
erradicadas como la religión.
5. La persecución no fue simplemente obra
de personas no controladas. Había instrucciones bien precisas para buscar y
suprimir a los religiosos. Se hicieron pesquisas en muchas casas privadas.
Algunos de estos mártires tuvieron que huir de una a otra casa, sin poder
hallar un refugio seguro. En el caso de fr. Martín de Barcelona, historiador que
había estudiado en Lovaina y era autor de estudios sobre san Francisco y
Raimundo Lulio, los revolucionarios detuvieron a toda su familia y, bajo
amenaza de muerte, obtuvieron que los familiares revelaran donde se encontraba.
Otros, como fr. Vicenç de Besalú, tuvieron que dormir al raso durante muchos
días.
6. He aquí el elenco de los hermanos
capuchinos de los cuales se ha reconocido el martirio y serán beatificados:
P. Frederic de Berga (Martí Tarrés
Puigpelat)
P. Modest de Mieres (Joan Bover Teixidó)
P. Zacaries de Llorenç del Penedés
(Sebastiá Sonet Romeu)
P. Remigi del Papiol (Esteve Santacana
Armengol)
P. Anselm d'Olot (Laurentí Basil Matas)
P. Benigne de Canet de Mar (Miquel Sagré
Fornaguera)
P. Josep de Calella de la Costa (Joan Vila
Colomé)
P. Martí de Barcelona (Jaume Boguñá
Casanova)
P. Rafael Maria de Mataró (Francesc de
Paula Soteras Culla)
P. Agustí de Montclar de Donzell (Josep
Alsina Casas)
P. Doroteu de Vilalba dels Arcs (Jordi
Sampé Tarragó)
P. Alexandre de Barcelona (Jaume Nájera
Gherna)
P. Tarsici de Miralcamp (Josep Vilalta
Saumell)
P. Vincenç de Besalú (Julià Gebrat Marcé)
P. Timoteu de Palafrugell (Jesús Miquel
Girbau)
Fr. Miquel de Bianya (Pelai Ayats Vergés)
Fr. Jordi de Santa Pau (Manuel Collellmir
Senties)
Fr. Bonaventura de Arroyo Cerezo (Tomás
Díaz Díaz)
Fr. Marçal del Penedès (Carles Canyes
Santacana)
Fr. Eudald d'Igualada (Lluís Estruch
Vives). El más joven, tenía sólo dieciocho años
Fr. Paciá Maria de Barcelona (Francesc
Maria Colomer Presas)
Fr. Ángel de Ferreries (Josep Coll Martí)
Fr. Cebrià de Terrassa (Ramon Gros Ballvé)
Fr. Eloi de Bianya (Joan Ayats Plantalech)
Fr. Prudenci de Pomar de Cinca (Gregori
Charlez Ribera)
Fr. Félix de Tortosa (Joan Bonavida
Dellà).
Conozcamos más de cerca a algunos de estos
hermanos.
7. Fr. Frederic de Berga, que es el
primero en la lista, había sido guardián, misionero en América Central y
Provincial por un trienio. El Obispo de Vic había dicho de él que era el
predicador más apostólico que había en su diócesis. Al principio de la revolución
era guardián en el convento de Arenys. Después de esconderse algunos días por
los montes, llegó a Barcelona y participó activamente en la red clandestina de
la Iglesia que se estaba formando. Poco antes de la muerte, en febrero de 1937,
calculaba haber distribuido, siempre con peligro de la vida, cerca de 1200
comuniones. Celebraba la Eucaristía en casas privadas, donde se reunían
pequeños grupos de fieles, haciendo uso del permiso dado por la Santa Sede de
celebrar sin ornamentos ni vasos sagrados. Fue descubierto durante una pesquisa
en la casa donde había sido acogido.
8. Fr. Eloy de Bianya es quizá la figura
más amada de todo el grupo de los mártires. Era hermano portero del convento de
Sarriá. El padre de un fraile actual, que lo conoció, había dicho de él que era
"el hombre que me ha hablado menos y me ha comunicado más". Estuvo
acogido en la casa del señor Maurici Serrahima, vecino al convento, el cual en
sus memorias ha dejado esta bellísima descripción: "Mucho se ha hablado de
fr. Eloy, y con razón. (…) Tenía en el rostro una sonrisa buena y al mismo
tiempo dulcemente irónica. (…) Era una figura de hombre agradable de ver y de
tener cercano. Las simpatías que había despertado en la portería del convento
eran inmensas, y todos lo conocían. Sonreía y sabía gastar una broma cuando era
oportuna. Pero en él debía haber una vida interior muy intensa, de la cual
tenía que provenir el equilibrio en todo. No molestaba y no hacía ruido. No
hablaba si no le hablaban. Y cuando hablaba, lo hacía con una suavidad que
deseaba ser solo discreta y muchas veces resultaba impresionante. No una
palabra de lamento ni de protesta. Durante su permanencia en nuestra casa,
nunca habló de venganza, incluso tampoco de hacer justicia. 'Estos hombres
(decía, refiriéndose a aquellos que se habían lanzado a la locura de los
incendios y de los asesinatos) son buena gente. Han sufrido mucho, han pasado
por estrecheces y humillaciones. Estoy seguro de que han sido fieles a su
mujer, han luchado por su familia. Lo que están haciendo ahora es la primera
maldad que cometen. Y lo hacen porque están convencidos de que así mejorarán el
destino de los pobres. Los encontraremos en el cielo…'. No aseguro que haya
dicho literalmente estas palabras. Pero que era esto lo que significaban cuando
me hablaba". Fr. Eloy fue arrestado en la estación del tren junto a otros
tres frailes cuando pretendía dirigirse a su país natal.
9. Entre los jóvenes estudiantes
asesinados se puede destacar a fr. Marçal de Villafranca, el más joven de
cuatro hermanos frailes. Tenía 19 años. Después de dos pesquisas de los
revolucionarios que estaban buscando a sus hermanos mayores, la familia decidió
trasladarse a otro barrio, pero una vecina los siguió y los denunció al comité
de zona y lo arrestaron. Saludando a su madre, dijo: "Mama, no sufrir por
lo que me pueda pasar. Mi conciencia está en paz con Dios".
10. Fr. Modest de Mieres y fr. Ángel de
Ferrieres eran un anciano teólogo y un joven hermano laico que se refugiaron en
la casa de otro hermano, cercana al convento de Sarriá. La casa fue sometida a
varias pesquisas, durante las cuales ellos se hicieron pasar como parientes de
la familia. Fr. Ángel habría podido escapar, pero no quiso abandonar a fr.
Modest y a otro hermano, enfermo en cama. Fr. Modest compuso una oración que
recitaban juntos todos los días: "En este momento y ciertamente en la hora
de la muerte, si no me encontrara en circunstancias convenientes, con la ayuda
de la divina gracia que humildemente confío que me concederéis, acepto, oh Dios
mío, voluntariamente, con todo el placer, humildemente y de todo corazón,
aquella muerte que queráis enviarme. Cualquiera que ella sea, uno mi muerte a
la muerte santísima de nuestro Señor Jesucristo, que en este momento se está
renovando en el santo sacrificio de la Misa, y así unida os la ofrezco, oh Dios
mío, suplicándoos humildemente que os dignéis aceptarla benignamente, no
obstante mi bajeza y miseria, en unión con la muerte de nuestro Señor
Jesucristo, para la remisión de todas mis culpas y pecados, y de las culpas y
pecados de todos los hombres". Finalmente, denunciados por algunos
vecinos, fueron arrestados y asesinados en las cercanías del convento.
11. Algunos de los nuevos mártires fueron
misioneros: fr. Anselm d'Olot y fr. Benigne de Canet habían estado en el
Caquetá (Colombia); fr. Zacaries de Llorenç terminó sus estudios en Pasto
(Colombia) y fue ordenado sacerdote en Bogotá; fr. Remigi de Papiol estuvo en
Manila (Filipinas), en el vicariato de Bluefields (Nicaragua) y en Costa Rica;
y fr. Frederic de Berga estuvo en Costa Rica.
12. De los 26 que son beatificados en esta
ocasión, 17 murieron entre julio y agosto. Luego la persecución comenzó a
perder intensidad. El último en morir fue fr. Frederic de Berga el 16 de
febrero de 1937. En mayo de 1937 el gobierno de la República tomó el control de
la situación de Barcelona y prácticamente cesaron los asesinatos. No obstante,
la Iglesia continuó viviendo en la clandestinidad hasta el fin de la guerra en
1939.
El papel de familiares y amigos
13. Juntamente con el heroísmo de los
mártires, hay que resaltar el de las familias que acogieron en sus casas, con
peligro de la propia vida, a ellos y a otros que sobrevivieron a la
persecución. Hubo casos de personas asesinadas por haber acogido en sus casas a
un sacerdote o a un religioso, sin embargo no sucedió esto entre aquellos que
acogieron a nuestros hermanos. En algunos casos ciertamente fueron arrestados
algunas horas o días miembros de las familias que los habían acogido, pero al
fin fueron siempre liberados. En un primer momento, estas familias fueron de
personas muy cercanas a los conventos. Pero en seguida se debió recurrir a
otros amigos o amigos de amigos, los cuales también generosamente se prestaron
a dar acogida, por amor a los hermanos y a la Iglesia, conscientes también del
riesgo que ello comportaba. A veces en las familias se enseñó a los niños de la
casa a llamar al fraile "abuelo" o "tío" cada vez que
entraba algún desconocido. Se dio un caso en que un dirigente anárquico tomó
bajo su protección a un fraile que había sido arrestado por el simple hecho de
estar rezando discretamente el rosario en un lugar público.
Dispuestos a donarse hasta el fondo
14. Estos nuestros hermanos eran
conscientes de lo que podía sucederles. Buscaron protección aquí y allá, recordando
cuanto afirma Jesús en el Evangelio de Mateo (10,23): "Cuando os persigan
en una ciudad, huid a otra", pero cuando el momento de la prueba se
presentó de modo serio, ellos no se tiraron atrás y dieron el testimonio
supremo. Me pregunto si nosotros hoy como hermanos capuchinos tenemos la misma
convicción y disponibilidad para dar, si fuera necesario, nuestra vida por
Cristo, caso de que tuviera que presentarse lo que Hans Urs von Balthasar
llamaba: "El caso serio" (Cordula oder der Ernstfall, Johannes
19874).
15. Me parece justo proponeros esta
pregunta, porque todos corremos el peligro denunciado por San Francisco en la
VI Admonición:
"Reparemos todos los hermanos en el
buen Pastor, que por salvar a sus ovejas soportó la pasión de la cruz. Las ovejas
del Señor le siguieron en la tribulación y la persecución, en el sonrojo y el
hambre, en la debilidad y la tentación, y en todo lo demás; y por ello
recibieron del Señor la vida sempiterna. Por eso es grandemente vergonzoso para
nosotros los siervos de Dios que los santos hicieron las obras, y nosotros, con
narrarlas, queremos recibir gloria y honor".
16. Alegrémonos por el don de esto 26
nuevos mártires que la Iglesia proclama, y con la intercesión de la Virgen
Inmaculada, Patrona de la Orden, pidamos para nosotros, hermanos capuchinos, un
renovado empeño para seguir a Cristo con alegría anunciando la misericordia y
la paz de Dios.
¡Fraternamente!
Fr. Mauro Jöhri, Ministro general OFMCap
Roma, 4 de octubre de 2015, Solemnidad de
San Francisco de Asís
fuente: Directorio Franciscano
accedida 110 veces
ingreso o última modificación relevante: 25-1-2016
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=5046
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