Matilde No Es un Tacho de Basura
2014-06-28 Radio Vaticana
Jesuita Guillermo Ortiz
REFLEXIONES EN FRONTERA
REFLEXIONES EN FRONTERA
(audio)
Rojo, verde, azul. Hoy es muy ecológico distinguir los recipientes de basura. Ya no nos conmueven las montañas de basura que aquí y allá contaminan el mundo. No nos preocupa la interminable villa miseria donde miles de seres humanos hacen su vivienda en la basura, de la basura, con la basura. Para el Sr. Mercado financiero, de guantes blancos, corazón de piedra y al puesto de cerebro una caja registradora, también la gente es basura.
Producimos basura, la compramos y vendemos, la reciclamos. Pero distinguiendo bien los recipientes.
El tema es que tú y yo también somos un recipiente; una vasija de barro destinada a colmarse. El signo es la sed, el hambre que nos mueven; ese impulso incontenible de saciar un deseo infinito. Tú, como recipiente-existencial ¿con qué te llenas?
Encontramos a Matilde rezando en el santuario del Corazón Inmaculado de María. Ella dice: “No soy un tacho de basura. El misterio es que tú y yo podemos llenarnos de Dios. Ese es nuestro vacío existencial más profundo. Por eso, la bondad y belleza de María de Nazaret me ayudan mucho a entender lo que es una persona y a lo que estoy llamada: a llenarme de la vida intensa, interminable, de Dios amor.
A María de Nazaret le decimos “llena de gracia”, porque se dejo colmar de la vida de Dios. Eso quiere decir “Inmaculada” o “inmaculado corazón”: llena de Dios. El evangelio refiere que: “María guardaba las cosas de Jesús en su corazón”. Sí, María de Nazaret sólo pensaba, sentía, vivía y actuaba las cosas del amor de Dios que la colmaba. Ella es una vasija de barro como yo –dice Matilde-, pero llena de Dios.”Señor, enséñame a distinguir que tipo soy de recipiente. Y a no llenarme con basura, sino con lo mejor. Y ¿hay algo mejor que Dios amor?
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