lunes, 28 de marzo de 2016

San Cástor, mártir - Santos Prisco, Malco y Alejandro, mártires (28 de marzo)

San Cástor, mártir

fecha: 28 de marzo
†: s. inc. - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa

En Tarso, ciudad de Cilicia, san Cástor, mártir.
De san Cástor no tenemos más noticia que la inscripción, si bien esta es realmente muy antigua y persistente, en casi todas las variantes conocidas del Martirologio Jeronimiano, del siglo VI. Hay diferencias en el modo como aparece inscrito según las diferentes versiones de manuscritos: a veces acompañado de un san Doroteo, a veces en un grupo mucho mayor. Incluso por un error de copia, en el antiguo Martirologio Romano aparecía inscripto dos veces: el 28 de marzo y el 27 de abril.
Sin embargo, a pesar de todo esto, su existencia y culto antiguo son innegables, aunque el nuevo Martirologio Romano ha preferido atenerse al único dato constante, y quitar la mención de los diferentes compañeros de martirio, así como mantener la fecha más extendida, la de hoy, 28 de marzo. Es imposible  establecer la época y circunstancias de su martirio.
En Acta Sanctorum, marzo, III, pág 712, se hallan las variantes de inscripción; ver Delehaye, Les origines du culte des martyrs pág. 196, para la cuestión de la fecha.
Abel Della Costa
accedida 616 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=1020




Santos Prisco, Malco y Alejandro, mártires

fecha: 28 de marzo
†: c. 260 - país: Israel
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa

Conmemoración de los santos mártires Prisco, Malco y Alejandro, los cuales, durante la persecución bajo el emperador Valeriano, vivían en una granja cerca de Cesarea de Palestina, y sabiendo que en esa ciudad se ofrecían celestiales coronas de martirio, inflamados del ardor divino de la fe se presentaron espontáneamente ante el juez y le reprocharon que se ensañase tanto con la sangre de los santos, y éste, inmediatamente, los entregó a las fieras para que los devorasen.
En la mentada persecución de Valeriano, tres fueron los que en Cesarea de Palestina sobresalieron por su confesión de Cristo y, arrojados como pasto a las fieras, se adornaron con el divino martirio. Uno de ellos se llamaba Prisco, el otro Malco y el tercero Alejandro. Se dice que éstos vivían en el campo y que primero se acusaron a sí mismos de negligencia y cobardía por mostrarse indiferentes a los premios que la ocasión repartía a los que ardían de celeste deseo y por no arrebatar anticipadamente la corona del martirio; y que después de haber deliberado así, se encaminaron a Cesarea, se presentaron ante el juez y lograron para su vida el final que acabamos de decir.
Como puede verse, es poco lo que se puede agregar a la noticia de estos mártires tal como la reproduce el elogio del Martirologio Romano. El hecho está tomado de la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea; pero a pesar de ser mártires de Palestina, no forman parte de la narración que se nos conservó como apéndice al libro VIII (y que contiene principalmente mártires de la persecución de Dioclesiano), sino que está en el libro VII, a continuación del relato de unos mártires que Eusebio toma de una carta de Dionisio de Alejandría.
Este pequeño detalle resulta importante, porque ocurrió que la carta de Dionisio hablaba de mártires de la persecución de Decio (249-252), mientras que Eusebio se confundió y creyó que hablaba de mártires de la persecución de Valeriano (hacia el 260), así que no es posible saber si estos tres mártires de Palestina, que Eusebio indica expresamente que fueron muertos en la persecución de Valeriano, participan de la misma confusión, o para este caso el dato es más acertado. La información es de fuente oral, pero seguramente confiable (más allá del pequeño problema cronológico), ya que era la patria del propio Eusebio, de donde cuidó especialmente conservar la memoria martirial.
Este grupo de mártires, con escasas variantes en el elogio y alguna en los nombres (por ejemplo, Marco por Malco), es recogido en gran parte de los martirologios antiguos. Según una tradición las reliquias se veneraban en Bononia (actual Vidin, en Bulgaria), en la iglesia de San Juan in Monte, pero el dato es incierto.
Ver Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica VII,12, citado de la edición castellana BAC, 2008 (reimpr), trad. y notas de Argimiro Velasco-Delgado. Acta Sanctorum, marzo, III, 711.
Abel Della Costa
accedida 576 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=1021

No hay comentarios:

Publicar un comentario