sábado, 2 de julio de 2016

Santos Proceso y Martiniano, mártires - Santos Liberato, Bonifacio, y compañeros, mártires (2 de julio)


Santos Proceso y Martiniano, mártires

fecha: 2 de julio
†: s. inc. - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Roma, en el cementerio de Dámaso, en el segundo miliario de la vía Aurelia, santos Proceso y Martiniano, mártires.
En Roma se veneraba a estos mártires por lo menos desde el siglo IV. Pero no sabemos nada de cierto sobre su vida y su martirio. Una leyenda del siglo VI, pero que no merece crédito alguno, dice que san Pedro y san Pablo, cuando se hallaban encarcelados en la prisión Mamertina, convirtieron con su predicación y sus milagros a Proceso y Martiniano y a otros cuarenta guardias y éstos, a su vez, les ofrecieron la libertad. Una fuente brotó milagrosamente en la roca para que San Pedro pudiera bautizar a los neófitos. El jefe de la prisión, Paulino, trató de hacer apostatar a Proceso y Martiniano; como no lograse persuadirlos a que ofreciesen incienso en el altar de Júpiter, los sometió a crueles torturas durante las cuales los dos mártires repetían constantemente: «¡Bendito sea el nombre del Señor!» Entonces, Paulino los mandó decapitar. Pío Franchi de Cavalieri, estudiando a fondo estas leyendas, demuestra que en el siglo IV no existía aún la tradición de que los dos santos hubiesen sido carceleros de San Pedro y San Pablo; también supone que el episodio del bautismo tuvo probablemente por origen los frescos de las catacumbas en los que san Pedro aparece como un nuevo Moisés que hace brotar el agua de la roca y da de beber a dos soldados, que representan a la multitud.
Según se cuenta, una mujer llamada Lucina sepultó a los mártires en terrenos de su propiedad, junto a la Vía Aurelia, a dos kilómetros de Roma. En el siglo IV, se edificó una basílica sobre la tumba de estos santos. San Gregorio Magno predicó ahí su trigésima segunda homilía, en la que afirma que en la basílica de los dos mártires los enfermos recobran la salud, los posesos se ven libres de los malos espíritus y los perjuros son atormentados. A principios del siglo IX, el papa san Pascual trasladó las reliquias de Proceso y Martiniano a San Pedro, donde reposan todavía en la actualidad, en el altar del crucero que está dedicado a su nombre.
En Acta Sanctorum, julio, vol. I, pueden verse las pretendidas «actas» de estos mártires. Ver Pío Franchi de Cavalieri, Studi e Testi, vol. XIX, pp. 97-98, y XXII, 35-39.
Cuadro: Andrea Camassei: San Pedro bautiza a los santos Proceso y Martiniano, Pinacoteca Vaticana, c. 1630.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2207





 Santos Liberato, Bonifacio, y compañeros, mártires

fecha: 2 de julio
fecha en el calendario anterior: 17 de agosto
†: 484 - país: África Septentrional
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

Conmemoración de los santos mártires Liberato, abad, Bonifacio, diácono, Servo y Rústico, subdiáconos, Rogato y Septimio, monjes, y el niño Máximo, quienes en Cartago, durante la persecución desencadenada por los vándalos bajo el rey arriano Hunerico, por confesar la verdadera fe católica y un solo bautismo fueron sometidos a crueles tormentos y muertos a golpes de remo en la cabeza mientras estaban tendidos sobre los leños donde los iban a quemar, y así concluyeron el curso de su admirable combate, recibiendo del Señor la corona del martirio.
refieren a este santo: San Liberal
Hunerico, el rey vándalo -y arriano- de África, publicó en el séptimo año de su reinado un edicto contra los católicos y mandó demoler todos los monasterios. Siete monjes que vivían cerca de Capsa, en la provincia de Bizacene, fueron convocados a Cartago. Sus nombres eran: Librado o Liberato, abad del monasterio; Bonifacio, diácono; Servo y Rústico, subdiáconos; Rogato, Séptimo y Máximo, monjes. Como se les hiciesen magníficas promesas si abrazaban el arrianismo, los monjes respondieron al unísono: «Confesamos que hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. En cuanto a nuestros cuerpos, haz de ellos lo que te parezca y guárdate las riquezas perecederas que nos ofreces». Entonces el juez mandó que se los encadenase y se los encerrase en una mazmorra.
Cuando el rey lo supo, redobló tiránicamente la pena impuesta por el juez y poco después los mandó quemar vivos. Los perseguidores hicieron lo imposible por tentar a Máximo, que era muy joven (en realidad era uno de los alumnos de los monjes, el Martirologio Romano dice «niño»), pero Dios, que hace brotar alabanzas de la boca de los niños, le dio la fortaleza necesaria para vencer la tentación. En efecto, el joven declaró que jamás lograrían apartarle del abad y de sus hermanos. El juez mandó llenar de leña un viejo navio y obligó a los mártires a embarcarse en él; pero todos los intentos de los perseguidores por incendiar la nave fracasaron. Entonces, el propio Hunerico dio la orden de desembarcar a los confesores de Cristo y de romperles el cráneo a mazazos.
Todos los datos que poseemos acerca de estos mártires provienen de una pasión que se atribuía antiguamente a Víctor de Vita. En Acta Sanctorum, agosto, vol. III, puede verse el documento con algunos comentarios.
Imagen: Los tres jóvenes en el horno (Dn 3), en una representación catacumbal del año 206, en Roma.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=2208

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