San Abrahán, eremita
fecha: 29 de octubre
fecha en el calendario anterior: 16 de marzo
n.: c. 290 - †: c. 366 - país: Turquía
otras formas del nombre: Abraham Kidunaia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fecha en el calendario anterior: 16 de marzo
n.: c. 290 - †: c. 366 - país: Turquía
otras formas del nombre: Abraham Kidunaia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Edessa, de Osrhoene, en
Mesopotamia, san Abrahán, anacoreta, cuya vida fue escrita por san Efrén,
diácono.
San Abraham nació cerca de Edesa,
Mesopotamia, donde sus padres ocupaban una importante posición y eran dueños de
grandes riquezas. Aunque él se sentía atraído hacia la vida de celibato, no se
atrevió a oponerse a los deseos de sus padres, cuando éstos escogieron a su
futura esposa. Era costumbre de aquel lugar llevar al cabo unas festividades
durante los siete días precedentes al matrimonio. El último día de la
celebración, Abraham huyó y se ocultó en el desierto. Habiéndose llevado al
cabo la búsqueda del fugitivo, se le encontró absorto en oración. Todos los
ruegos y súplicas de sus amigos por hacerle desistir de su idea fallaron; así,
Abraham se retiró a su celda, cuya puerta atrancó, dejando sólo una pequeña
ventana por donde le pudieran pasar la comida. Cuando sus padres murieron,
encargó a un amigo la distribución de su herencia entre los pobres. Sus
pertenencias consistían en una capa, un abrigo de piel de cabra, una jofaina
para el agua y comida y una esterilla de junco en la que dormía. «Nunca se le
vio sonreír -dice su biógrafo-, consideraba cada día como el último de su
existencia». Se veía fresco, vigoroso y sano, aunque era de naturaleza
delicada, como si no llevase vida de penitencia... «Lo más sorprendente de todo
fue que, en cincuenta años, nunca se quitó el abrigo de piel de cabra, el que
fue usado por otros, después de su muerte».
No lejos de la celda de Abraham, había una
colonia de idólatras que hasta entonces habíanse resistido violentamente a
todos los intentos de evangelización y quienes eran motivo de aflicción para el
obispo de Edesa. El obispo le pidió a Abraham que dejase la vida de ermitaño y
fuera a predicar entre esas gentes. Aunque se mostraba renuente a ello,
permitió que le ordenasen sacerdote para cumplir con lo que se le mandaba. Al
llegar a Beth-Kiduna, encontró a la gente decidida a no escucharle. Por doquier
había signos de idolatría y espantosa aberración. San Abraham pidió al obispo
le edificase una iglesia en el centro mismo del poblado y, cuando ésta estuvo
construida, supo que su hora había llegado. Después de orar fervorosamente,
salió y destruyó todos los altares e ídolos que encontró. Los enfurecidos
aldeanos, acometieron contra él, le pegaron y le echaron del pueblo. Por la
noche regresó y, al día siguiente lo encontraron rezando en la iglesia. Salió a
las calles y arengó a las gentes, incitándolas a terminar con la superstición;
esta vez, los aldeanos lo golpearon y apedrearon hasta darlo por muerto. Una
vez recuperado el sentido, Abraham siguió predicando a pesar de los insultos,
malos tratos y ataques de la gente, por tres años consecutivos y sin ningún
resultado aparente. Un buen día, las cosas cambiaron, la paciencia, mansedumbre
y docilidad del santo convencieron a la gente y ésta empezó a escucharle:
«Viéndolos al fin tan bien dispuestos, bautizó a cerca de mil, en el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; y de ahí en adelante, les leyó las
Sagradas Escrituras asiduamente, mientras los instruía en los principios de la
justicia y caridad cristianas». Durante un año entero siguió trabajando entre
sus conversos y luego, temiendo absorberse demasiado en las cosas terrenales,
dejó su obra a cargo de otros y se internó nuevamente en el desierto. San
Abraham vivió hasta la edad de setenta años. Cuando se supo que estaba
gravemente enfermo, sus fieles acudieron a pedirle sus bendiciones y, después
de su muerte, cada quien procuró quedarse con un pedacito de sus ropas.
A la historia de Abraham, que en su
esencia puede ser auténtica, se liga siempre la leyenda de su sobrina María. A
la forma narrativa de este relato se debe probablemente la gran popularidad de
que ambos gozan, tanto en Oriente como en Occidente: Se dice que María
contaba solamente siete años de edad cuando quedó huérfana. El único pariente
que tenía era su tío y con él se fue a vivir. Abraham construyó para ella una
celda cerca de la suya y se encargó de sus estudios y educación, hasta que
María cumplió veinte años. Un falso monje, que llegó fingiendo querer recibir
instrucciones de Abraham, la sedujo, entonces ella abandonó secretamente su
celda y huyó a la ciudad de Troas, donde se dedicó a la prostitución. Su tío,
no sabiendo qué había sido de ella, no cesó de llorar y pedir por la joven
durante dos largos años. Abraham pidió prestado un caballo y, disfrazado de
soldado, salió en su búsqueda. Al enterarse al fin de la verdad fue en busca de
la oveja perdida para conducirla a la nueva vida, si esto era posible. Al saber
donde vivía, sin descubrir su identidad, le envió una invitación para cenar con
él. Aunque María no reconoció a su tío, se sintió avergonzada en su presencia.
Cuando terminaron de cenar, quitándose el disfraz, la tomó de la mano y le
habló hasta que ella se sintió arrepentida. Entonces lleno de esperanza y
regocijo la confortó y prometió tomar sobre él todos sus pecados, si ella
volvía a la vida santa que había llevado en otros tiempos. María prometió en
adelante obedecerlo en todo. Dice la leyenda que después de tres años Dios
demostró haberla perdonado, haciéndole el regalo de curar y obrar milagros.
De acuerdo con el Martirologio Romano,
Alban Butler y uno o dos escritores modernos, especialmente Mons. Lami, se dice
que san Efrén es el autor de esta narración. Otros rechazan esta opinión, y
colocan al santo en el siglo sexto. Ver el Acta Sanctorum, marzo, vol. II. La
Analecta Bollandiana, vol. X (1891) pp. 5-49, donde se encuentra el texto siriaco
y vol. XXVI (1907), pp. 468-469; Delehaye Synax. Const,
octubre 29; Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastiques, vol. I,
pp. 175-177. A Wilmart en la versión
latina de Revue Bénédictine vol. I (1938) pp. 222-245; y especialmente E. de Stoop
en el Musée belge, vol. XV, pp. 297-312.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3946
San Teodario, abad
fecha: 29 de octubre
n.: c. 500 - †: c. 575 - país: Francia
otras formas del nombre: Theudario, Theuderio, Theodoro, Teuderio, Chef
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 500 - †: c. 575 - país: Francia
otras formas del nombre: Theudario, Theuderio, Theodoro, Teuderio, Chef
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En el territorio de Vienne, en la
Galia, san Teodario, abad, el cual, discípulo de san Cesáreo de Arlés,
estableció unas celdas para monjes y fue designado por el obispo como
intercesor ante Dios y presbítero penitenciario para todos los habitantes de la
ciudad.
San Teodario nació en Arcisia (Saint-Chef
d'Arcisse), del Delfinado. Después de haber practicado la vida monástica en
Lérida y de haber recibido la ordenación sacerdotal de manos de san Cesario de
Arles, regresó a su ciudad natal. Allí se le unieron varios
discípulos, para quienes construyó primero una serie de celdas y más tarde un
monasterio, cerca de Vienne.
Desde antiguo existía allí la costumbre de
elegir a uno de los monjes más santos para que llevase voluntariamente vida de
recluso. El elegido se retiraba a una celda, en la que pasaba el tiempo orando
y ayunando para obtener la divina misericordia sobre el pueblo y sobre él. Tal
práctica habría constituido una superstición y un abuso, si las gentes hubiesen
abandonado la oración y la penitencia so pretexto de que otro las practicaba en
su favor. El pueblo eligió a san Teodario para ese estado de penitencia. El
santo aceptó gozosamente y pasó los últimos doce años de su vida en la iglesia
de San Lorenzo, cumpliendo fervorosamente su obligación. Dios le concedió un
extraordinario don de milagros que le hizo muy famoso. Murió alrededor del año
575.
B. Krusch, en Monumenta Germaniae
Historica, Scriptores Merov., vol. III, pp. 526-530, hizo una nueva edición de
la biografía publicada anteriormente por Mabillon y los bolandistas. El autor
de dicha biografía fue Adón (siglo IX) y su obra no merece gran crédito; sin
embargo, es falso que Adón haya introducido en su martirologio el nombre de
Teodario. Cf. Quentin, Martyrologes historiques, p. 477.
La imagen muestra un fresco del siglo XII del santo entrando a la Jerusalén celestial, en la iglesia de Saint-Chef d'Arcisse (Saint-Chef es una deformación del nombre del mismo Teodario).
La imagen muestra un fresco del siglo XII del santo entrando a la Jerusalén celestial, en la iglesia de Saint-Chef d'Arcisse (Saint-Chef es una deformación del nombre del mismo Teodario).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
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