No se celebra hoy, porque hay una celebración de mayor rango (XXI Domingo del Tiempo Ordinario, solemnidad)
Memoria de santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen, que para la asistencia a los ancianos fundó el Instituto de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y falleció en Liria, en España.
Conmemoración de san Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, que saludó y bendijo a Abrahán cuando volvía victorioso, ofreciendo al Señor un sacrificio santo, una víctima inmaculada, y fue visto como prefiguración de Cristo, rey de paz y de justicia y sacerdote eterno, aun falto de genealogía.
En Roma, en el cementerio de Basila, en la vía Salaria Antigua, san Maximiliano, mártir.
En Salona, de Dalmacia, san Anastasio, de oficio batanero, mártir.
En Cesarea de Mauritania, san Víctor, mártir, que, condenado a muerte, según la tradición fue crucificado en sábado.
En Bérgamo, en el territorio Transpadano, san Alejandro, mártir.
En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Eleuterio, obispo.
En Yatsushiro, hoy Kumamoto, diócesis de Fukuoka, beato Joaquín Watanabe Jirozaemon, mártir, que murió en prisión a causa de los tormentos.
En el mar, frente a Rochefort, en el litoral francés, beato Jacobo Retouret, presbítero de la Orden de Carmelitas y mártir, que en el furor de la Revolución Francesa fue llevado desde el convento de Limoges a una sórdida nave prisión, en la que, abandonado casi sin ropas, durante la noche murió de frío.
En Puy-en-Vélay, cerca de Poitiers, también en Francia, santa Juana Isabel Bichier des Âges, virgen, que durante la Revolución Francesa ayudó a san Andrés Huberto Fournet a ejercer clandestinamente su ministerio y, restablecida la paz en la Iglesia, fundó la Congregación de las Hijas de la Cruz, para la instrucción de los pobres y la ayuda a los enfermos.
En Belén de Judea, en Tierra Santa, santa María de Jesús Crucificado (María) Baouardy, virgen de la Orden de Carmelitas Descalzas, que, colmada de carismas místicos, unió la vida contemplativa con una singular caridad.
En Valencia, en España, beato Ambrosio (Luis) Valls Matamales, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que durante la persecución contra la Iglesia mereció ser partícipe del banquete celestial mediante el derramamiento de su sangre.
En Denia, en la región de Alicante, también en España, beato Pedro (Alejandro) Mas Ginestar, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que en la misma persecución fue gloriosamente coronado al entregar la vida por Cristo.
En la ciudad de Esplugues, cerca de Barcelona, también en España, beato Félix Vivet Trabal, religioso de la Sociedad Salesiana y mártir, que, durante la referida persecución, mereció entrar al banquete celestial.
En la Dehesa de la Villa, Madrid, España, beata María de los Ángeles Ginard Martí, virgen y mártir.
En el lugar de Kharsk, cerca de Tomsk, en la región rusa de Siberia, beata Lorenza (Leocadia) Harasymiv, virgen de la Congregación de Religiosas de San José, que, oprimida su patria por los perseguidores de la fe, fue conducida a aquel campo de concentración, donde con su muerte gloriosa unió a la pureza de su vida la perseverancia en la fe.
En Roma, beata María Beltrame Quattrocchi, que, madre de familia, vivió ejemplarmente su vida matrimonial, mostrando su comunión de fe y de caridad hacia el prójimo e iluminando con la luz de Cristo la familia y la sociedad.
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