Eso es muy comprometido
Si nos cuesta tanto
caernos del caballo es porque la religión se ha identificado con el poder,
endureciéndose, embruteciéndose, en vez de sensibilizarse con la verdad. La
religión no quiere ver la realidad del Tercer Mundo, porque si la viese,
tendría que cambiar y soltar su poder.
Cuidar a los pobres
no es hacer un programa de ayuda desde el poder, sin sensibilizarse con la
injusticia que provoca su pobreza. No se puede hacer un programa de amabilidad
y ayuda sin bajar hasta ellos y vivir su vida como hizo Jesús. Desde arriba no
puedes ver a los pobres como son. La amabilidad no es sonrisas ni buenas palabras
mientras das una limosna. La amabilidad es hacer lo que más conviene a la otra
persona, según lo que necesita en ese momento.
El místico es
amable, pero no deja de ser enérgico y duro cuando hace falta, y sabe responder,
precisamente porque es libre de prejuicios, de miedos, de poderes y de honores
y por ello es capaz, en todo momento, de ser fiel a la verdad. Por eso no se
amarga nunca ni se altera.
Tú acción debe
venir de tu sensibilidad, y no de tu ideología. Las matanzas, las injusticias
y las guerras provienen de la ideología que ciega a uno a la realidad y lo
endurece. La teoría puede servir en algún momento, pero siempre que no
desborde u oculte la realidad. Jesús era místico,
hombre de vida, y
por ello obraba sensibilizado con la vida. Por ello, Jesús, para la gente
programada, resulta inconsistente, imprevisto, inaprensible, y asusta.
Prefieren hacerse una ideología que se pueda programar y utilizar. Algo que
no escape de toda categoría y todo esquema. Jesús predicaba con la vida y eso
es muy comprometido.
La conciencia
social no existe. El no dejar ver las cosas a los pobres y querer mirarlas
nosotros por ellos, es ser adoctrinados, es manipularlos y no respetar su
derecho a la liberación por sí mismos. Cuidado de no quitarles su
espontaneidad, su alegría y su cultura primitiva, con la idea programada de
liberarlos. El trabajo social que no brote de la sensibilidad y el respeto es
peligroso. Con el nombre de salvación también existen la utilización, la
persecución, la explotación y la crueldad.
Yo he conocido
pobres, muy pobres, que se sentían felices a pesar de que no comían más que
una vez al día. Ellos estaban a un nivel espiritual mucho más alto que el mío.
Sencillez, alegría y vivir libres de preocupaciones futuras es algo que tiene
un sentido mucho más real en los pobres que en nosotros, los programados.
Ellos están libres de conceptos.
Jesucristo se
sensibilizó a la vida y no a la religión. ¿Cómo puedes amar lo que no has
vivido y ni siquiera has visto con ojos despiertos? Tu vocación es ser
Cristo, no cristiano. Ser sensible y abierto a las personas y a la vida. Ser
libre, directo, inconsistente, imprevisible como Él lo fue.
Lo
que hace falta es estar despierto a la vida.
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