Beata Clementina Nengapeta Anuarite, virgen y mártir
En Isiro, en la República Democrática del Congo, beata Clementina Nengapeta Anuarite, virgen de la Congregación de Religiosas Misioneras de la Sagrada Familia y mártir, que en la persecución que se desató durante la guerra civil fue apresada junto con otras religiosas, a las que exhortó a que vigilaran y oraran, y al resistirse con gran fuerza a la torpe pasión del capitán de los soldados, éste, enfurecido, la mató a causa de Cristo, su Esposo.
La Beata Clementina Anuarite Nengapeta nació en 1939 de padres que seguían la religión tradicional africana, en Wamba, en el entonces Congo Belga. Fue bautizada católica junto a la madre, realizando los estudios con las Hermanas del Niño Jesús de Nivelles, dónde se graduó. Entrada en la Congregación local de la Sagrada Familia, emitió su primera profesión religiosa el 5 de agosto de 1959. En el ámbito de su vida de religiosa, Sur Anuarite desarrolló con humildad, diligencia y amor los más diversos cargos: sacristana, ayudante de cocinera y profesora en una escuela elemental.
En 1961, a apenas un año de la independencia, el país se encuentra en el caos de la guerra civil provocado por la tentativa secesionista de Katanga. Después de la intervención de las tropas de las Naciones Unidas, la revuelta secesionista es bloqueada, pero continúan las tensiones que desembocan en la revuelta de los "Simba" en el este del Congo. El 29 de noviembre de 1964, los "Simba" secuestran a Sor Anuarite junto a un grupo de religiosas de su orden y son transportadas a Isiro, en el Noreste del País. El comandante del grupo rebelde intenta varias veces violar el compromiso de castidad de Sor Anuarite, que se opone enérgicamente a las locas solicitudes del guerrillero, afirmando que «prefiere morir antes que cometer un pecado». En la noche del 1° de diciembre de 1964, después de salvajes maltratos, Sor Anuarite es asesinada, no sin antes haber perdonado a su propio verdugo con estas palabras: «Te perdono, no eres consciente de lo que está haciendo, que el Padre te perdone.»
El 15 de agosto de 1985, el Papa Juan Pablo II beatificó a la religiosa mártir, durante su segundo viaje apostólico al entonces Zaire.
fuente: Agencia Fides
Beato Carlos de Foucauld
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CARLOS DE FOUCAULD (Hermano Carlos de Jesús) nace en Francia, en Estrasburgo, el 15 de septiembre 1858. Huérfano a los 6 años, creció con su hermana Maria, bajo los cuidados de su abuelo, orientándose hacia la carrera militar.
Adolescente, pierde la fe. Conocido por su gusto de la vida fácil él revela, no obstante una voluntad fuerte y constante en las dificultades. Emprende una peligrosa exploración a Marruecos (1883- 1884). El testimonio de fe de los Musulmanes despierta en él un cuestionamiento sobre Dios: «Dios mío, si existes, haz que te conozca ».
Regresando a Francia, le emociona mucho la acogida discreta y cariñosa de su familia profundamente cristiana, y comienza una búsqueda. Guiado por un sacerdote, el Padre Huvelin, él encuentra a Dios en octubre 1886.Tiene 28 años. «Enseguida que comprendí que existía un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa que de vivir sólo para El».
Durante una peregrinación a Tierra Santa descubre su vocación: seguir Jesús en su vida de Nazareth. Pasa 7 años en la Trapa, primero N.S. de las Nieves, después Akbes, en Syria. Enseguida después, él vive solo en la oración y adoración cerca de las Clarisas de Nazareth.
Ordenado sacerdote a los 43 años (1901) parte al Sahara, primero Beni-Abbes, después Tamanrasset en medio de los Tuaregs del Hoggar. Quiere ir al encuentro de los más alejados, «los más olvidados y abandonados».Quiere que cada uno de los que lo visiten lo consideren como un hermano, «el hermano universal». El quiere «gritar el evangelio con toda su vida» en un gran respeto de la cultura y la fe de aquellos en medio de los cuales vive. «Yo quisiera ser lo bastante bueno para que ellos digan: “Si tal es el servidor, como entonces será el Maestro...”?».
En el atardecer del 1° de Diciembre 1916, fue matado por una banda que rodeó la casa.
Siempre soñó compartir su vocación con otros: después de haber escrito varia reglas religiosas; pensó que esta «vida de Nazareth» podía ser vivida en todas partes y por todos. Actualmente la «familia espiritual de Charles de Foucauld» comprende varias asociaciones de fieles, comunidades religiosas e institutos seculares de laicos y sacerdotes.
http://www.carlosdefoucauld.org/Oraciones/Oraciones.htm
Padre mío
Me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo agradezco.
Estoy dispuesto a todo,
Lo acepto todo,
Con tal que tu voluntad se haga en mí
Y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en tus manos.
Te la doy, Dios mío,
Con todo el amor de mi corazón.
Porque te amo
Y porque para mí amarte es darme,
Entregarme en tus manos sin medida,
Con una infinita confianza,
Porque tu eres mi Padre.
(Carlos de Foucauld)
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