miércoles, 26 de octubre de 2016

Beato Buenaventura de Potenza, religioso presbítero - Beata Celina Chludzinska, viuda y fundadora (26 de octubre)

Beato Buenaventura de Potenza, religioso presbítero

fecha: 26 de octubre
n.: 1651 - †: 1711
otras formas del nombre: Carlo Antonio
canonización: 
Conf. Culto: Pío VI 26 nov 1775
hagiografía: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.

Elogio: En Ravello, cerca de Amalfi, en la Campania, beato Buenaventura de Potenza, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, que se distinguió por su obediencia y caridad.

Buenaventura nació en Potenza, Basilicata, el 4 de enero de 1651 hijo de Lelio Lavagna y Catalina Pica. Pasó los primeros 15 años de su vida en gran pureza de costumbres y fervor religioso: reflejaba la pureza en el rostro y en sus ojos. El 4 de octubre de 1666 tomó el hábito religioso entre los Hermanos Menores Conventuales en Nocera dei Pagani. Después del noviciado hizo los estudios humanísticos y teológicos en Aversa, Madaloni, Benevento y Amalfi, donde fue ordenado sacerdote. Por 8 años tuvo como maestro de espíritu al venerable Domingo Giurardelli de Muro Lucano.
A pesar de su resistencia a ocupar puestos de responsabilidad, en octubre de 1703 fue nombrado maestro de novicios y trasladado a Nocera dei Pagani, donde se ocupó por cuatro años en la formación espiritual de los jóvenes. En junio de 1707, mientras estaba por razones de salud en el convento de Santo Spirito de Nápoles, se prodigó en la asistencia a los enfermos de cólera, epidemia que se desató en Vomero. El 4 de enero de 1710 fue destinado al convento de Ravello, donde asumió la dirección espiritual de los monasterios de Santa Clara y de San Cataldo.
Fiel imitador del Seráfico Patriarca, Buenaventura guardaba con celoso cuidado el precioso tesoro de la pobreza que brillaba en su hábito, lleno de remiendos, en su celda y en toda su vida. Por naturaleza tenía un temperamento fogoso, fácil a la ira, pero con la fuerza de su carácter y con la ayuda de Dios supo adquirir una paciencia y una dulzura inalterables. Frente a los reproches, a las injusticias y a las injurias, aunque sentía bullir su sangre en las venas y palpitar violentamente el corazón, sin embargo lograba conservar un absoluto dominio de sí mismo.
Su austeridad era inaudita. Los viernes se flagelaba hasta derramar sangre, en recuerdo de la Pasión de Cristo. Para con los pobres, los enfermos y los afligidos era compasivo y les prestaba asistencia. Como auténtico sacerdote de Cristo su magisterio era evangélico. Con una sola predicación ordinariamente llegaba a convertir a los pecadores, y a veces, como el buen pastor, iba a sus casas para buscarlos como la oveja perdida. Su confesionario se mantenía asediado de penitentes. A veces pasaba en él días enteros. Fue fervoroso y celoso devoto de la Virgen. En las predicaciones invitaba a los fieles a la confianza y al amor hacia la Madre de Dios. No emprendía ninguna iniciativa sin colocarla bajo su protección. La Inmaculada Concepción de María, aunque no era dogma definido, para él era una verdad de la cual no se podía dudar. Su vida estuvo marcada por carismas singulares y prodigios. Después de ocho días de enfermedad, a los 60 años, el 26 de octubre de 1711, con el nombre de María en sus labios, expiró serenamente en Ravello. Beatificado por Pío VI en 1775.
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3920


Beata Celina Chludzinska, viuda y fundadora

fecha: 26 de octubre
n.: 1833 - †: 1913 - país: Polonia
canonización: 
B: Benedicto XVI 27 oct 2007
hagiografía: Vaticano

Elogio: En Cracovia, Polonia, beata Celina Chludzinska, viuda de Borzecka, fundadora de la congregación de Hermanas de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, para la educación cristiana de las jóvenes y la renovación religiosa y moral de la mujer.

Celina Chludzinska Borzecka, fundadora de la congregación de las Religiosas de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, nació en Antowil, cerca de Orsza (Polonia oriental, actual Bielorrusia), el 29 de octubre de 1833. Muy pronto sintió la llamada a la vida religiosa, pero siguiendo la voluntad de sus padres y el consejo del obispo, su confesor, se casó en 1853. Fue esposa ejemplar y madre de cuatro hijos.
En 1863 fue arrestada por haber ayudado a los insurgentes contra el régimen zarista. En 1869 se trasladó a Viena, donde se dedicó a cuidar a su marido, paralítico, y educar a sus hijas Celina y Jadwiga. En 1875, habiendo enviudado, se trasladó a Roma. Gracias al siervo de Dios p. Piotr Semenenko, de la congregación de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, conoció la espiritualidad resurreccionista, confirmando al mismo tiempo su vocación a la vida religiosa, junto con su hija Jadwiga.
En 1882 comenzó a vivir según el estilo propio de una comunidad religiosa, junto con su hija y otras compañeras, bajo la guía espiritual del p. Semenenko. El 6 de enero de 1891, día en que hizo su profesión, en presencia del cardenal Parocchi, vicario del Santo Padre para la diócesis de Roma, es la fecha de fundación oficial de la congregación de las Religiosas de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, cuya misión es la educación cristiana de las jóvenes y la renovación religiosa y moral de las mujeres.
En la ciudad eterna la madre Celina abrió la primera escuela del Instituto, en la que mons. Giacomo Della Chiesa, el futuro Papa Benedicto XV, fue capellán y catequista durante un tiempo. Invitada por el cardenal polaco A. Dunajewski a visitar su patria, en 1891 abrió un noviciado en la ciudad de Kety. Algunos años después extendió la actividad de su congregación a Bulgaria, llevando a cabo un amplio apostolado entre los católicos y una intensa actividad misionera entre los ortodoxos. Entre los años 1898 y 1900 abrió casas en Czestochowa y en Varsovia, y envió a algunas religiosas a Estados Unidos para que se ocuparan de la actividad educativa en las parroquias polacas. Organizó, asimismo, la asociación laical de las así llamadas "religiosas agregadas" al Instituto, que tenían por cometido el apostolado en su propio ambiente.
En 1902 comenzó la construcción de la casa madre en Roma. Después de la muerte de su hija Eduviges, en 1906, intensificó su actividad y emprendió largos y fatigosos viajes para visitar las casas de Europa y de América. En 1911 convocó el primer capítulo general del Instituto, que la eligió superiora general de por vida. En 1905 el Instituto obtuvo el decretum laudis. La sierva de Dios escribió "Memorias para mis hijas", publicadas entre 1954 y 1963 en la revista Gloria resurrectionis. También escribió "Cartas desde Bulgaria", publicadas en la misma revista de 1960 a 1963.
La madre Celina Chludzinska Borzecka falleció en Cracovia el 26 de octubre de 1913. Fue beatificada por SS Benedicto XVI el 27 de octubre de 2007.
fuente: Vaticano
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