En la Fiesta de la Presentación de la Virgen María al templo, a los padres se les recuerda su responsabilidad de presentar a sus hijos para el bautismo |
La Presentación de la Bienaventurada Virgen María en el templo, es una fiesta dedicada en honor a María que destaca la enorme pureza y aceptación de esta tierna niña a los designios de Dios y que debe ser reflejo de nuestra respuesta a los dones que nos ha entregado el Señor. En esta fiesta de la Presentación de la Virgen María en el Templo por San Joaquín y Santa Ana, se nos invita a tomar la decisión de entregar nuestra vida al Señor. A los padres se les recuerda por su solemne responsabilidad de presentar a sus hijos para el bautismo.
Fiesta: 21 de Noviembre
Todos tenemos el desafío de llevar la Fiesta de la presentación de la Virgen María a este momento de nuestras vidas y de ese modo seguir participando en el plan que Dios tiene para todo el género humano. En ella recordamos la respuesta de la madre y el padre de María en su decisión de presentarla a el templo por la promesa realizada al Señor. Todos los padres están llamados a imitar su respuesta mediante la presentación de sus hijos en el bautismo.
Fiesta de la Presentación de la Virgen María en el Templo
Los orígenes de esta fiesta hay que buscarlos en una piadosa tradición que surge en el escrito apócrifo llamado el Protoevangelio de Santiago.
Según este documento la Virgen María fue llevada a la edad de tres años por sus padres San Joaquín y Santa Ana. Allí, junto a otras doncellas y piadosas mujeres, fue instruida cuidadosamente respecto la fe de sus padres y sobre los deberes para con Dios.
La memoria de la Presentación de la Virgen María, tiene una gran importancia, porque en ella se conmemora uno de los "misterios" de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de la Iglesia.
En esta Presentación de María se alude también a la presentación de Cristo y de todos nosotros al Padre.
Históricamente, el origen de esta fiesta fue la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén , en el año 543.
Todo eso se viene conmemorando en Oriente desde el siglo VI, y hasta habla de ello el emperador Miguel Comeno en una Constitución de 1166.
Propagación de la Fiesta
Un gentil hombre francés, canciller en la corte del Rey de Chipre, habiendo sido enviado a Aviñón en 1372, en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en Aviñón, y Sixto V la impuso a toda la Iglesia.
María, según la promesa hecha por sus padres, fue llevada al templo a los tres años, en compañía de un gran número de niñas hebreas que llevaban antorchas encendidas, con la participación de las autoridades de Jerusalén y entre el canto de los ángeles.
Para subir al templo había quince gradas, que María caminó sola a pesar de ser tan pequeña.
María se preparaba para recibir a Dios.
Los apócrifos dicen también que en el templo María se nutría con un alimento especial que le llevaban los ángeles, y que ella no vivía con las otras niñas sino en el "Sancta Sanctorum", al cual tenía acceso el Sumo Sacerdote sólo una vez al año.
La realidad de la presentación de María debió ser mucho más modesta y al mismo tiempo más gloriosa.
Por medio de este servicio a Dios en el templo, María preparó su cuerpo, y sobre todo su alma, para recibir al Hijo de Dios, viviendo en sí misma la palabra de Cristo: "Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican.
Virgen María: eterna enamorada de Dios.
María era una mujer enamorada de Dios. Era una mujer de oración, que tenía una conversación permanente y una comunión íntima con Dios.
Entendiendo y viviendo la vida de oración de María, lograremos vivir una vida de amor rendido al Plan supremo de Dios en nuestra vida
En esta fiesta de la Presentación de María, hagamos la elección de rendirnos al mismo Señor. Así es como podemos llevar esta fiesta a nuestra vida y continuar participando en el plan de Dios para todo el género humano.
Oración a la Virgen María
Santa Madre María, tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, aceptando desde una libertad poseída el servirle plenamente como templo inmaculado, y que confiando en tus santos padres, San Joaquín y Santa Ana, respondiste con una obediencia amorosa al llamado de Dios Padre, tú que ya desde ese momento en el que tus padres te presentaron en el Templo percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios.
Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor,
Amén
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miércoles, 21 de noviembre de 2018
Fiesta de la presentación de la Virgen María en el Templo (21 de noviembre)
Fiesta de la presentación de la Virgen María en el Templo
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