TODO ES MARAVILLA
"Velad, vigilad". Vivir es despertar, despertar. Vamos dormidos, vamos atontados, suceden cosas y no las vemos. Hay ángeles entre nosotros y no sentimos las pisadas, y pisan fuerte.
Cada vez que nace un niño es un milagro, hoy entendemos que los milagros hacen la fe: ¡Es la fe la que hace milagros!
Aquel que cree gracias a los milagros, está descolocado; es al revés, es el que gracias a Io que cree hace milagros; éste es un cristiano. El cristiano, gracias a la fe, hace milagros. Los hay que gracias a los milagros creen, tienen fe. Estos son tontos, estos no están aquí, no. Los milagros no provocan fe ninguna. ¿Cuántos milagros hizo el Señor y no vieron nada los israelitas? Tenían los ojos cerrados, no eran pastores.
Por eso, aquellos cristianos que buscan milagros en los milagros, no saben Io que buscan, buscan. Cada tapeinosis de la vida es un milagro; una violeta que florece escondida es un milagro; el niño que ríe es un milagro; y un cristiano que tiene confianza en el futuro es un milagro. Lo demás son tonterías.
El cristiano que ha sido pastor, ha vigilado en la noche, ha tenido los ojos abiertos, ha recibido el anuncio del ángel y ha sido capaz de descubrir a Dios en un niño pequeño acostado en un pesebre, es el hombre que está dotado y entregado para siempre a maravillarse. Todo es maravilla. Que vuele un pajarillo es maravilla para el cristiano; para el tonto no; que nazca una flor es una maravilla para un cristiano; para un sabio no. Que un niño sonría y se reflejen en sus ojos las estrellas del cielo, es una maravilla para un cristiano; para un físico no. Y así sucesivamente. Todo es una maravilla.
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