Así traicionaron a los cristianos en Mosul
Por Fulvio Scaglione
“Sí, hubo gestos de solidaridad de parte de musulmanes hacia los cristianos perseguidos. También en Mosul: cuando nos expulsaron, algunos acompañaron fuera de la ciudad a las familias cristianas a las que les habían arrebatado todo. Pero tenemos una gran amargura en el corazón, porque fueron más numerosos los casos en los cuales nuestros propios vecinos, las personas con las cuales convivíamos y a menudo compartíamos el pan, los primeros en saquear nuestras casas y llevarse nuestras cosas”.
Desde Alqosh, el pueblo del Kurdistán en el cual fue párroco, la voz de Monseñor Amel Shamoun Nona, de 46 años, arzobispo católico caldeo de Mosul, llega con un vago temblor. Pero es lo que dice, no su tono, el que permanece sereno y decidido. Como se podía esperar de un obispo que llegó a Mosul, un centro con 1200 familias cristianas, en 2010, después que su predecesor fue raptado y asesinado, y en seguida debió afrontar una serie de asesinatos contra los cristianos. El primero en ser muerto fue el padre de un joven que en ese momento estaba rezando en la iglesia junto con él. Y fue en ese momento que decidió condensar el lema de su propio obispado en una sola palabra: esperanza.
Los cristianos en fuga
“En estos días”, cuenta Monseñor Nona, “mi primer empeño es visitar todos los pueblos del Kurdistán donde se han refugiado los cristianos para hacerles saber que no están solos, que no deben perder las esperanzas. Trato de conocer sus necesidades, y naturalmente, distribuir las ayudas que llegan del Vaticano y de otras organizaciones internacionales”.
¿Cuáles son las necesidades más urgentes de estas personas?
“Es imposible hacer una clasificación de las necesidades. Son miles y miles de hombres, mujeres y niños a los cuales les han quitado todo, incluso hasta las alianzas matrimoniales o las medicinas indispensables para la salud que intentaron llevarse consigo. Lo que venga a la mente, a ellos les falta: del agua para beber y lavarse a la comida, a mantas para dormir, todo”.
¿Hay solidaridad entre las diversas iglesias del país?
“Por suerte sí, muchísima. Esta es una zona de presencia caldea y todas las diócesis se han movilizado para dar refugio y asistencia a los prófugos, cristianos o no. Es un esfuerzo colectivo admirable, que continúa sin parar desde cuando ha comenzado la emergencia”.
Por lo que están haciendo los milicianos del ISIS, Ud. no ha dudado de hablar de “crímenes contra la humanidad” y de “limpieza étnica-religiosa”…
“Ciertamente. Es increíble que en 2014 puedan suceder todavía ciertas cosas, mientras el mundo se limita a observar. ¿Sabe que es lo peor? Visitar las familias de los prófugos y sentirse interrogar sobre todo por ancianos y niños: ¿pero qué es lo que pasa? ¿por qué nos hacen esto? ¿qué mal hemos hecho? Los jóvenes porque no logran encontrar una perspectiva para el futuro. Los ancianos porque desde el año 2003 se enfrentan con una vida de peligro y persecución de la cual no pueden huir. La esperanza resiste porque no están solos, porque hay personas que se ocupan de ellos, que les hacen sentir que todavía hay alguno que los quiere”.
Ud. conoce la carta del Papa Francisco a Ban Ki-moon, secretario general de la ONU. ¿Piensa que una intervención de la ONU sería útil en esta situación?
“Ciertamente que sí. Es más, es importante que esta intervención suceda y pronto. La carta del Papa nos da energía y esperanza, obviamente, pero quisiéramos que todos los cristianos del mundo mostrasen solidaridad con sus hermanos iraquíes, sin parecer “tímidos” delante de esta tragedia. Es lo que ha pedido también el Patriarca”.
¿Qué decir de lo que sucede en Bagdad? El ex premier Al Maliki parece haberse hecho a un lado, a favor del nuevo premier Haider Al Abadi.
“La situación en Bagdad es complicada pero no irreparable. Lo importante, si en serio queremos salvar el país y darle un futuro, es que todos colaboren con el nuevo premier, olvidando los intereses propios”.
En Kurdistán, donde hasta ahora los peshmerga han resistido al avance del ISIS, ¿hay preocupación?
“La ha habido hasta hace pocos días. La pregunta que todos se hacían, a veces en el secreto del corazón, era: ¿podremos resistir? La confianza ha comenzado a crecer cuando han llegado los primeros bombarderos americanos”.
¿Qué noticias tiene de Mosul, su arquidiócesis? ¿Ningún cristianos ha permanecido? ¿Qué sucede en la ciudad?
“Mosul ha sido “limpiada” de cristianos, han escapado todos. Las noticias que llegan dicen que la ciudad está por colapsar, las actividades están casi todas bloqueadas. Las propiedades de los cristianos han sido tomadas, los lugares de culto y las estructuras de la Iglesia Católica abatidas o destinadas a otro uso. Como mi arzobispado…”
¿Qué han hecho con él?
“Se ha convertido en el cuartel general de las milicias del ISIS”.
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