Pedro Chanel, Santo-
Sacerdote y Mártir, Abril 28
Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
Sacerdote y Mártir
Futuna es una pequeña “expresión geográfica”, una de las islas Fiji, señalada en los mapas con un punto entre el ecuador y el trópico de Capricornio en el inmenso océano Pacífico. Hoy es una posesión francesa, meta de turistas amantes de lo exótico. Los habitantes son católicos y viven una vida pacífica. Pero hace 140 años, precisamente el 12 de noviembre de 1837, cuando desembarcó allí el misionero marista Pedro Chanel, junto con un compañero laico, la isla estaba dividida por dos tribus continuamente en guerra.
Sólo la valentía y la caridad de un hombre de Dios podían escoger esta meta con todos los riesgos que conllevaba. En efecto, Pedro Chanel concluyó aquí su aventura de evangelizador, asesinado a golpes de garrote y hacha el 28 de abril de 1841 por el yerno del jefe de la tribu Musumusu, enfurecido porque entre los convertidos al cristianismo se encontraban algunos miembros de su familia.
Pedro Chanel había nacido en Cuet (Francia) el 12 de julio de 1803. A los doce años, por invitación del celoso párroco Trompier, comenzó los estudios sacerdotales, y en 1824 entró al seminario mayor de Bourg, en donde tres años después fue ordenado sacerdote.
Hubiera querido ir inmediatamente a tierra de misión, pero el ordinario del lugar tenía mucha necesidad de sacerdotes. Fue coadjutor en Amberieu y en Gex, en donde se unió a un grupo de sacerdotes diocesanos, los maristas, que en el mismo ámbito parroquial vivían el ideal misionero bajo la guía del Padre Colin. La Sociedad de María, aprobada por el Papa en 1836, contó entre sus primeros miembros al Padre Chanel, que ese mismo año se embarcó en Le Havre hacia Valparaíso, con destino a Oceanía. Cuando la nave llegó a Futuna, se invitó al Padre Chanel a permanecer ahí con el compañero laico Nicezio, que tenía veinte años.
Fue lenta y paciente la tarea de penetración en el pequeño mundo de esa gente tan distinta en costumbres de vida y en mentalidad. Pero el anuncio del Evangelio fue calando en las jóvenes generaciones.
Este éxito suscitó al mismo tiempo la hostilidad de las viejas generaciones. El tributo de sangre de Pedro Chanel fue el precio para abrir finalmente las puertas a la evangelización de toda la isla. El nuevo mártir cristiano, beatificado el 7 de noviembre de 1889, fue canonizado el 12 de junio de 1954 y declarado patrono de Oceanía.
Sólo la valentía y la caridad de un hombre de Dios podían escoger esta meta con todos los riesgos que conllevaba. En efecto, Pedro Chanel concluyó aquí su aventura de evangelizador, asesinado a golpes de garrote y hacha el 28 de abril de 1841 por el yerno del jefe de la tribu Musumusu, enfurecido porque entre los convertidos al cristianismo se encontraban algunos miembros de su familia.
Pedro Chanel había nacido en Cuet (Francia) el 12 de julio de 1803. A los doce años, por invitación del celoso párroco Trompier, comenzó los estudios sacerdotales, y en 1824 entró al seminario mayor de Bourg, en donde tres años después fue ordenado sacerdote.
Hubiera querido ir inmediatamente a tierra de misión, pero el ordinario del lugar tenía mucha necesidad de sacerdotes. Fue coadjutor en Amberieu y en Gex, en donde se unió a un grupo de sacerdotes diocesanos, los maristas, que en el mismo ámbito parroquial vivían el ideal misionero bajo la guía del Padre Colin. La Sociedad de María, aprobada por el Papa en 1836, contó entre sus primeros miembros al Padre Chanel, que ese mismo año se embarcó en Le Havre hacia Valparaíso, con destino a Oceanía. Cuando la nave llegó a Futuna, se invitó al Padre Chanel a permanecer ahí con el compañero laico Nicezio, que tenía veinte años.
Fue lenta y paciente la tarea de penetración en el pequeño mundo de esa gente tan distinta en costumbres de vida y en mentalidad. Pero el anuncio del Evangelio fue calando en las jóvenes generaciones.
Este éxito suscitó al mismo tiempo la hostilidad de las viejas generaciones. El tributo de sangre de Pedro Chanel fue el precio para abrir finalmente las puertas a la evangelización de toda la isla. El nuevo mártir cristiano, beatificado el 7 de noviembre de 1889, fue canonizado el 12 de junio de 1954 y declarado patrono de Oceanía.
José (Jozef) Cebula, Beato
José (Jozef) Cebula, Beato
José (Jozef) Cebula, Beato
Presbítero y Mártir, 28 de abril
Por: Jozef Pielorz | Fuente: omiusa.org
Por: Jozef Pielorz | Fuente: omiusa.org
Durante su viaje a Polonia en 1999, el Papa Juan Pablo II beatifico 108 mártires que murieron en campamentos de concentración de los Nazis. Entre ellos estaba un Oblato, el Padre Jozef Cebula, OMI.
Jozef Cebula nació el 23 de Marzo de 1902 en Malnia en Silesia Alta, en ese entonces era territorio Alemán.
En 1918, mientras atendía el colegio de entrenamiento para profesores en Opole, se enfermó con tuberculosos y fue declarado no curable. Se recuperó inesperadamente, y mientras visitaba el santuario a Nuestra Señora de Piekary, que estaba bajo el cuidado de los Oblatos, contó su historia al Padre Jan Pawolek, OMI (que luego murió en Auschwitz).
El Padre Pawolek envió a Jozef al recién establecido seminario menor de los Oblatos en Krotoszyn para que estudiara con ellos. Jozef fue ordenado al sacerdocio el 15 de Junio de 1927 y enseñó en el seminario menor en Lubiniec donde fue superior desde 1931 hasta 1937. En 1936- cuando tenía 34 años de edad- fue considerado como candidato para ser Provincial, pero en 1937 fue asignado como maestro de novicios en Markowice.
El 4 de Mayo de 1940, todos los novicios fueron llevados a un campamento de concentración en Dachau, Baviera. El Padre Cebula, quien continuó ejerciendo su ministerio sacerdotal en la región a pesar de la prohibición que había, fue arrestado el 2 de Abril de 1941.
El 18 de Abril fue llevado al campamento de concentración en Mauthausen, cerca de Austria.
Durante su detención, fue maltratado, azotado, y particularmente insultado por ser sacerdote, también le ordenaron que se ahorcara. Al fin fue asignado a la compañía de castigo donde tenía que cargar piedras que pesaban 40-60 Kg sobre sus hombros a un campamento a 2 kilómetros de allí. En el camino, había una escalera de 144 gradas llamada la Escalera de la Muerte. Aquellos que estaban en la compañía de castigo tenían que subirla con sus carga entre una lluvia de insultos y golpes que venían de los soldados Alemanes y el SS. Muchos decidieron morir tirándose contra la cerca eléctrica o saltando hacia su muerte en la cantera.
Después de dos viajes, el Padre Cebula ya no podía más. Recogiendo la fuerza que le quedaba insultó a los guardias y al SS, reprochándolos por su crueldad y amenazándolos con el castigo de Dios. Un poco sorprendidos por su explosión, los guardias lo ordenaron correr con la piedra sobre su espalda. Se desplomó a 50 metros de la cerca. Un guardia le disparó con su ametralladora declarando que, Disparé porque trataba de escaparse. Como todavía estaba respirando, terminaron al Padre Jozef con un segundo disparo. Su cuerpo fue llevado al crematorio y quemado. Era el 28 de abril de 1941.
Jozef Cebula nació el 23 de Marzo de 1902 en Malnia en Silesia Alta, en ese entonces era territorio Alemán.
En 1918, mientras atendía el colegio de entrenamiento para profesores en Opole, se enfermó con tuberculosos y fue declarado no curable. Se recuperó inesperadamente, y mientras visitaba el santuario a Nuestra Señora de Piekary, que estaba bajo el cuidado de los Oblatos, contó su historia al Padre Jan Pawolek, OMI (que luego murió en Auschwitz).
El Padre Pawolek envió a Jozef al recién establecido seminario menor de los Oblatos en Krotoszyn para que estudiara con ellos. Jozef fue ordenado al sacerdocio el 15 de Junio de 1927 y enseñó en el seminario menor en Lubiniec donde fue superior desde 1931 hasta 1937. En 1936- cuando tenía 34 años de edad- fue considerado como candidato para ser Provincial, pero en 1937 fue asignado como maestro de novicios en Markowice.
El 4 de Mayo de 1940, todos los novicios fueron llevados a un campamento de concentración en Dachau, Baviera. El Padre Cebula, quien continuó ejerciendo su ministerio sacerdotal en la región a pesar de la prohibición que había, fue arrestado el 2 de Abril de 1941.
El 18 de Abril fue llevado al campamento de concentración en Mauthausen, cerca de Austria.
Durante su detención, fue maltratado, azotado, y particularmente insultado por ser sacerdote, también le ordenaron que se ahorcara. Al fin fue asignado a la compañía de castigo donde tenía que cargar piedras que pesaban 40-60 Kg sobre sus hombros a un campamento a 2 kilómetros de allí. En el camino, había una escalera de 144 gradas llamada la Escalera de la Muerte. Aquellos que estaban en la compañía de castigo tenían que subirla con sus carga entre una lluvia de insultos y golpes que venían de los soldados Alemanes y el SS. Muchos decidieron morir tirándose contra la cerca eléctrica o saltando hacia su muerte en la cantera.
Después de dos viajes, el Padre Cebula ya no podía más. Recogiendo la fuerza que le quedaba insultó a los guardias y al SS, reprochándolos por su crueldad y amenazándolos con el castigo de Dios. Un poco sorprendidos por su explosión, los guardias lo ordenaron correr con la piedra sobre su espalda. Se desplomó a 50 metros de la cerca. Un guardia le disparó con su ametralladora declarando que, Disparé porque trataba de escaparse. Como todavía estaba respirando, terminaron al Padre Jozef con un segundo disparo. Su cuerpo fue llevado al crematorio y quemado. Era el 28 de abril de 1941.
Vidal de Ravena y Valeria de Milán, Santo
Padres de Santos Gervasio y Protasio
Padres de Santos Gervasio y Protasio
Mártires, 28 de abril
Por: Ramón Rabrre | Fuente: preguntasantoral.blogia.com
Por: Ramón Rabrre | Fuente: preguntasantoral.blogia.com
Mártires del Siglo II
El tránsito de San Vidal y Santa Valeria, mártires, padres de los Santos Gervasio y Protasio.
Veamos Vital y Valeria: Los relatos los identifican como los padres de Santos Gervasio y Protasio (19 de junio, traslación de las reliquias). Al estallar la persecución contra los cristianos en Rávena, imperando Nerón, en el año 64 fue apresado y trasladado a Rávena el médico San Urcisino (19 de junio), Al ser conminado al martirio, Vital, que le había seguido y se hallaba presente, le anima a padecer cuando le ve flaquear. Una vez degollado, Vital toma el cuerpo de Ursicino y lo entierra, lo que le vale ser arrestado y después de sufrir varias torturas para hacerlos apostatar, el juez Paulino manda lanzarlo a una fosa profunda y cubrirla de tierra.
Valeria tendría la intención de recuperar el cuerpo, pero los cristianos de Rávena la previenen del peligro de hacerlo, después intenta ir a Milán, pero durante el recorrido unos paganos la invitan a que sacrifique con ellos a los dioses; ella lo rechaza y por ello es retenida y muere en la cárcel, tres días después.
En Milán existió la iglesia (hoy destruida) dedicada sólo a Santa Valeria. Actualmente están la de San Vital y otra dedicada a Gervasio y Protasio, donde reposan sus cuerpos. Otras reliquias de los hermanos fueron llevadas a Tours por San Eustoquio (19 de septiembre), obispo de esta ciudad. Y otras en Breisach am Rhein, Alemania, otras más en la catedral de Soissons, y en otras zonas de Bretaña.
A San Vital se dedicó la importante basílica de San Vital de Rávena, en el siglo VI, de bellos y magníficos mosaicos conservados hasta hoy. Esta Basílica fue consagrada el 17 de mayo de 548, y más tarde se dedicó también a sus hijos Gervasio y Protasio, mientras que un altar lateral se dedicó a San Urcisino. Tiene también una iglesia en Venecia, en donde se representa como soldado, a caballo
Teodora y Didimo o Dimas, Santos
Teodora y Didimo o Dimas, Santos
Teodora y Didimo o Dimas, Santos
Mártires en Alejandría, Abril 28
Por: P. Felipe Santos |
Mártires en Alejandría
Por: P. Felipe Santos |
Mártires en Alejandría
Abril 28
Etimológicamente significa don de Dios y doble, gemelo, compañero. Vienen de la lengua griega.
¿Hijos pródigos? ¡Todos lo somos! Desde el fondo de tus servidumbre, volviéndote hacia él, no habrá más amargura en tu rostro. Su perdón se convierte en tu propio canto. Abandonarse a Cristo, darle la confianza, perdonar, todo es lo mismo, un mismo soplo de vida.
Los dos murieron mártires en Alejandría en el año 304. Teodora quería mantenerse virgen.
Pero las intenciones del gobernador no eran las mismas. Le concedió tres días de reflexión antes de que fuera condenada a vivir en una casa de prostitución.
El gobernador le dijo: ¿Ignoras que por voluntad del emperador las vírgenes consagradas que rehusan hacer sacrificios a los dioses, pueden ser deshonradas?. Lo sé, respondió Teodora, pero nunca haré sacrificios a los dioses. Te ruego que no deshonres a tu familia.
Ella se mantuvo firme en su decisión. Un soldado, Dídimo, que había estado en la audiencia con el gobernador, fue a decirle: Yo soy el primero.
Una vez que estuvieron solos, él le dio su uniforme de soldado y ella le entregó su velo. Así pudo escaparse. Los dos fueron perseguidos hasta que los encontraron.
San Ambrosio de Milán cuenta que Teodora se presentó al tribunal para salvar a Dimas. Pero la suerte ya estaba echada. Los dos murieron martirizados por el terrible emperador Diocleciano.
Se abandonaron a Cristo y, desde él, sacaron la fuerza necesaria para morir por la fe.
¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!
¿Hijos pródigos? ¡Todos lo somos! Desde el fondo de tus servidumbre, volviéndote hacia él, no habrá más amargura en tu rostro. Su perdón se convierte en tu propio canto. Abandonarse a Cristo, darle la confianza, perdonar, todo es lo mismo, un mismo soplo de vida.
Los dos murieron mártires en Alejandría en el año 304. Teodora quería mantenerse virgen.
Pero las intenciones del gobernador no eran las mismas. Le concedió tres días de reflexión antes de que fuera condenada a vivir en una casa de prostitución.
El gobernador le dijo: ¿Ignoras que por voluntad del emperador las vírgenes consagradas que rehusan hacer sacrificios a los dioses, pueden ser deshonradas?. Lo sé, respondió Teodora, pero nunca haré sacrificios a los dioses. Te ruego que no deshonres a tu familia.
Ella se mantuvo firme en su decisión. Un soldado, Dídimo, que había estado en la audiencia con el gobernador, fue a decirle: Yo soy el primero.
Una vez que estuvieron solos, él le dio su uniforme de soldado y ella le entregó su velo. Así pudo escaparse. Los dos fueron perseguidos hasta que los encontraron.
San Ambrosio de Milán cuenta que Teodora se presentó al tribunal para salvar a Dimas. Pero la suerte ya estaba echada. Los dos murieron martirizados por el terrible emperador Diocleciano.
Se abandonaron a Cristo y, desde él, sacaron la fuerza necesaria para morir por la fe.
¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!
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