Santa Gianna Beretta | |||||||||||||||||||
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Santa Gianna Beretta
Gianna nació el 4 de octubre de 1922 en Magenta, Italia. En una familia con 13 hermanos, se orientó a la profesión de médica, que era una tradición de familia, y se casó en 1955 con Pietro Molla, ingeniero industrial también militante de Acción Católica. Estaba decidida a formar una familia cristiana y combinar su vida familiar, profesional y apostólica en su proyecto de vida.
Ingresó a la Acción Católica Italiana desde muy joven, en 1943, y sirvió a sus hermanos a través de distintos cargos, en el campo estudiantil y parroquial. A los 39 años, embarazada de su cuarto hijo, comenzó a tener complicaciones de salud. Hoy, su marido de 82 años lo recuerda con detalles: «Durante el cuarto embarazo, en septiembre de 1961, apareció un gran fibroma en el útero, por lo cual –a los dos meses y medio- se hizo necesaria una intervención quirúrgica.
Este fue el inicio de su holocausto. Fidelísima a sus principios morales y religiosos, dispuso sin dudar que el cirujano se ocupase primero de salvar la vida de su criatura». En vísperas del parto no dudó en reunir junto a su lecho al marido y a los médicos para decirles: «Si deben elegir entre el niño o yo, ni lo duden: elijan, y se los exijo, al niño. ¡Sálvenlo!». Con estas convicciones profundas y sabiendo lo que le esperaba –Gianna era pediatra- entró en la clínica de Monza y el 20 de abril de 1962, Viernes Santo, tuvo a su hija, Gianna Manuela. La hasta hoy beata falleció ocho días después.
El Papa Juan Pablo II la declaró venerable en julio de 1991 y el 24 de abril de 1994, en su beatificación, la propuso como modelo para todas las madres.
Oremos
Himno
Un amor casto y puro
Calladamente: Más grande que la vida
Y que la muerte. Dulce su casa,
Y su marido en ella Se contemplaba.
Era su amor de madre Como una rosa:
Pétalos de fragancia Y espinas rojas.
Y era su seno Un arrullo de lirios Y de silencios.
Olor a roja viña Y a tierna hogaza:
Y su mano prudente Acariciaba
Sus dedos limpios Iban tejiendo lana Para sus hijos.
Y Dios desde su cielo Se sonreía,
Por la casta frescura De fuente limpia.
Amor callado Que vestía al Cordero De rojo blanco.
Amén
Concédenos, Señor, un conocimiento profundo y un amor intenso a tu santo nombre, semejantes a los que diste a Santa Gianna Beretta, para que así, sirviéndote con sinceridad y lealtad, a ejemplo suyo también nosotros te agrademos con nuestra fe y con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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Santa Valeria de Milán | |||||||||||
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Santa Valeria de Milán
Venerada como santa y mártir de la Iglesia Católica, fue la mujer de San Vital y madre de los santos Gervasio y Protasio.
De origen milanés, algunas fuentes históricas sitúan su nacimiento en el siglo III. El marido, Vital, oficial del ejército, fue martirizado y asesinado en la ciudad de Rávena, Italia. Valeria, durante el viaje de regreso a Milán con el cadáver de su marido, fue apresada por un grupo de paganos que la obligaron abjurar del dios cristiano o morir.
Fue martirizada por dar cristiana sepultura a otros mártires cristianos, y no venerar a los dioses romanos. Se dice que pertenecía a una familia noble, y que fue bautizada siendo muy joven. Según una tradición, después de ser apresada y torturada por los soldados romanos, fue llevada al Coliseo junto con otros mártires. Sus restos fueron recogidos por otros cristianos y fueron depositados en las catacumbas de San Sebastián. Según otra tradición, tras la muerte de su marido y su negativa a adorar los dioses paganos, fue golpeada salvajemente muriendo dos días después en Milán.
La Iglesia Católica la venera el día 28 de abril.
fuente Wikipedia
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