Beato Tadeo Machar, obispo y confesor
fecha: 25 de octubre
n.: c. 1455 - †: 1492 - país: Italia
otras formas del nombre: Thaddeus Macher, Tadhg Mac Carthaigg, Tadhg McCarthy
canonización: B: León XIII 1895
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 1455 - †: 1492 - país: Italia
otras formas del nombre: Thaddeus Macher, Tadhg Mac Carthaigg, Tadhg McCarthy
canonización: B: León XIII 1895
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Borgo Sant’Antonio, del Piamonte,
muerte del beato Tadeo Machar, obispo de Cork y Cloyne, en Irlanda, el cual,
víctima de las envidias de los poderosos, tuvo que salir de su país, y de viaje
hacia Roma descansó en el Señor.
Muy poco sabemos sobre la juventud de
Tadeo, que fue el único irlandés elevado al honor de los altares durante el
período comprendido entre la canonización de Lorcan O'Toole (1228) y la
beatificación de Oliver Plunket (1920). Pertenecía a la familia real de los
MacCarthy. Nació en la región de Munster, conocida actualmente con el nombre de
Desmond. Su padre era señor de Muskerry y su madre era hija de Fitzmaurice,
señor de Kerry. El nombre de Tadeo fue muy común en la familia durante siete
siglos. Se dice que él hizo sus primeros estudios bajo la dirección de los
frailes menores de Kilcrea. Después, partió al extranjero. Según parece, se
hallaba en Roma en 1482 (tenía entonces veintisiete años), cuando el papa Sixto
IV le nombró obispo de Ross, en Irlanda. Tres años más tarde, cuando Enrique
Tudor empezó a gobernar tres reinos, los geraldinos yorkistas decidieron
imponer a su propio candidato en la sede de Ross. Desde que el Papa había
nombrado obispo al beato Tadeo, el auxiliar de su predecesor, Hugo O'Driscoll,
estaba descontento. Los enemigos de Tadeo alegaron que éste había obtenido del
Pontífice la dignidad episcopal con engaños. También le acusaron de otros
crímenes. El conde de Desmond se apoderó de las rentas de la sede, y el obispo
tuvo que refugiarse en una abadía cisterciense, en las cercanías de Palma, que
el obispo de Clogher le había dado 'in commendam'. Las maquinaciones de los
Fitzgerald dieron por resultado que la Santa Sede suspendiese al beato Tadeo en
1488. Éste entonces acudió a Roma para defender personalmente su causa. Al cabo
de dos años de investigaciones, el Papa Inocencio VIII confirmó la elevación de
Hugo a la sede de Ross, pero nombró a Tadeo obispo de las diócesis unidas de
Cork y Cloyne, que estaban entonces vacantes.
Cuando el beato llegó a su diócesis, tuvo
la desagradable sorpresa de ver que se le cerraban las puertas de su propia
catedral y que las rentas de la sede se hallaban en manos de los Fitzgerald,
los Barry y otros. En vano intentó hacer valer sus derechos y de conseguir, por
medios pacíficos, que se le reconociese. Como todo resultase inútil, decidió
partir nuevamente a Roma y apelar a la Santa Sede. El Papa condenó a los
usurpadores y dio al beato cartas para el conde de Kildare, que era entonces
jefe del gobierno en Irlanda, para los principales miembros del clan del propio
Mateo y para otros personajes de importancia. En ellas, el Pontífice los
exhortaba a proteger al beato y hacer triunfar la causa de la justicia. El
beato Tadeo emprendió, a pie, el viaje de vuelta. El 24 de octubre de 1497
llegó a Ivrea, al pie de los Alpes y se hospedó en la posada de los canónigos
regulares de San Bernardo de Montjoux. A la mañana siguiente, le encontraron
muerto en su lecho.
Los canónigos revisaron el equipaje del
muerto y se enteraron de quién se trataba. Inmediatamente comunicaron la
noticia al obispo de Ivrea, el cual mandó que fuese sepultado con la mayor
solemnidad. Pronto corrió la noticia de la muerte de aquel obispo que viajaba a
pie y de incógnito, como un humilde peregrino y todo el pueblo asistió a los
funerales en la catedral. Las personas piadosas siguieron visitando el
sepulcro, y así empezó a extenderse el culto popular, favorecido por numerosos
milagros. Mons. Richelmy, obispo de Ivrea y Mons. Callaghan, obispo de Cork, promovieron
la causa de beatificación de Tadeo, cuyo culto fue finalmente aprobado en 1895.
Su fiesta se celebra en las diócesis de Ivrea, Ross, Cork y Cloyne.
No poseemos muchos datos sobre el beato
Tadeo. Las lecciones del oficio del día de su fiesta pueden verse en lrish
Ecclesiastical Record (1896), pp. 859-861. El decreto de confirmación del culto
se halla en Analecta Ecclesiastical, vol. III (1895), p. 456; dicho decreto da
pocos detalles biográficos y habla más bien de los milagros obrados por el beato
en Ivrea. Cf. V. Berardi, ltaly and lreland in the Middle Ages
(1950).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedida 455 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3905
San Marcelino, papa mártir
fecha: 25 de octubre
fecha en el calendario anterior: 26 de abril
†: 304 - país: Italia
hagiografía: Abel Della Costa
fecha en el calendario anterior: 26 de abril
†: 304 - país: Italia
hagiografía: Abel Della Costa
Elogio: En Roma, san Marcelino, papa y
mártir, quien, bajo Maximiano, por la fe de Cristo, junto con Claudio, Cyrino y
Antonino, fue decapitado. [Elogio del MR 1909]
Marcelino fue el 29º obispo de Roma, y
entra normalmente dentro de la serie de papas que reciben la denominación de
"santo" de manera tradicional. Desde san Pedro a san Félix IV (III),
del siglo VI, todos los papas (excepto Liberio, del 352 al 366, cuya debilidad
puso en gran peligro a la fe) fueron considerados santos; muchas veces no por
sus méritos personales, sino por la pertenencia a la sucesión petrina. Sin
embargo ninguno ha sido formalmente canonizado (los procedimientos formales de
canonización son varios siglos posteriores), e incluso de muchos desconocemos
casi todo excepto el nombre y alguna anécdota relevante que la memoria cúltica
ha conservado.
Por eso mismo no es raro que san Marcelino
siga siendo llamado santo, a pesar de que la revisión del Martirologio Romano
lo retiró de la lista ya desde el Concilio Vaticano II, luego de amplias dudas
sobre el desempeño de su pontificado, que se arrastraban desde la antigüedad.
Se celebraba tradicionalmente como mártir el 26 de abril, junto con el papa
Cleto (o Anacleto, con quien no tuvo ninguna relación, ya que los separaban dos
siglos de distancia). Su fecha de muerte, y por tanto de inscripción en un
Martirologio más sistemático como el Romano de 1909, era el 25 de octubre.
El Martirologio Romano de 2001, a pesar de
que moderó muchas de las revisiones críticas del Concilio Vaticano II, sin
embargo ya no volvió a incluir a san Marcelino, y no lo está actualmente.
Marcelino gobernó la Iglesia en un período
crucial y complejo: del 296 al 304, por lo que vivió de primera mano el
estallido de la cruel persecución de Dioclesiano (303-306), que se cebó de
manera especial con los cristianos de Roma. El "Liber Pontificalis"
(ed. Duchesne, nuestra fuente más conocida para los papas antiguos, del siglo
V) lo registra como mártir, pero hablando de que primero tuvo una
"caída" (en la apostasía) de la que luego se arrepintió y lavó con el
martirio. Pero fuentes más cercanas, como el Cronógrafo del 354, no lo
registran como mártir. La Historia Eclesiástica de Eusebio, apenas dice que a
él también "lo encontró la persecución", pero no que fue víctima de
ella (HE VII,32,1, Eusebio es más claro para expresar la muerte por martirio).
Un epitafio en la catacumba de Calixto
señala unas mejoras realizadas allí bajo Marcelino, lo que tuvo que ser antes
de la persecución de Diocleciano, que confiscó las catacumbas.
La peor parte de su pontificado se la
lleva el hecho de su "caída" del cual sólo han quedado rumores,
aunque persistentes: fue acusado ya desde muy antiguo de entregar al
perseguidor los libros sagrados, y de ofrecer incienso a los ídolos para salvar
su vida. No hay realmente pruebas de ello. La acusación fue reavivada al siglo
siguiente por el donatista Petiliano en disputa con san Agustín, a lo que san
Agustín responde con la completa falta de pruebas sobre esto, y por tanto con
la difamación que supondría dar por un hecho probado semejante acusación.
Más tarde, ya en la edad media, se mantuvo
la acusación de apostasía, pero siguiendo la versión del Liber Pontificalis, de
que se arrepintió y murió mártir, por lo que su culto se mantuvo vivo hasta
casi nuestra época.
Lo cierto es que no hay ninguna evidencia
de martirio lo que hace pensar que, sea cual sea el alcance real de los
rumores, nada bueno puede decirse de quien dirigía la Iglesia en el momento más
grave de la prueba. Lo resume muy bien J. Mathieu-Rossay: «El hecho desconcertante
es que, en el fragor de la persecución más cruel, el jefe de la Iglesia muriera
tranquilamente en su cama» (Los Papas, ed. Rialp, 1990, pág. 53)
Estas dudas son, posiblemente, las que
inclinaron la balanza crítica de modo de mantenerlo fuera del calendario
santoral en las ediciones actuales. Pero son dudas, así que nada impide que en
un futuro, y con más pruebas o con otros criterios, pueda ser vuelto a
inscribir.
Un muy buen artículo, que resume el
conjunto de la problemática, y referencia las diversas pruebas sobre el
personaje es el de J.P. Kirsch en la Catholic Encylopedia (s.v. "Pope Saint
Marcellinus" - hay versión
castellana, aunque como suele ocurrir en ese sitio, no se puede
garantizar la traducción)
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: 19-1-2016
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
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