martes, 25 de octubre de 2016

Beato Tadeo Machar, obispo y confesor - San Marcelino, papa mártir (25 de octubre)

Beato Tadeo Machar, obispo y confesor

fecha: 25 de octubre
n.: c. 1455 - †: 1492 - país: Italia
otras formas del nombre: Thaddeus Macher, Tadhg Mac Carthaigg, Tadhg McCarthy
canonización: 
B: León XIII 1895
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

Elogio: En Borgo Sant’Antonio, del Piamonte, muerte del beato Tadeo Machar, obispo de Cork y Cloyne, en Irlanda, el cual, víctima de las envidias de los poderosos, tuvo que salir de su país, y de viaje hacia Roma descansó en el Señor.

Muy poco sabemos sobre la juventud de Tadeo, que fue el único irlandés elevado al honor de los altares durante el período comprendido entre la canonización de Lorcan O'Toole (1228) y la beatificación de Oliver Plunket (1920). Pertenecía a la familia real de los MacCarthy. Nació en la región de Munster, conocida actualmente con el nombre de Desmond. Su padre era señor de Muskerry y su madre era hija de Fitzmaurice, señor de Kerry. El nombre de Tadeo fue muy común en la familia durante siete siglos. Se dice que él hizo sus primeros estudios bajo la dirección de los frailes menores de Kilcrea. Después, partió al extranjero. Según parece, se hallaba en Roma en 1482 (tenía entonces veintisiete años), cuando el papa Sixto IV le nombró obispo de Ross, en Irlanda. Tres años más tarde, cuando Enrique Tudor empezó a gobernar tres reinos, los geraldinos yorkistas decidieron imponer a su propio candidato en la sede de Ross. Desde que el Papa había nombrado obispo al beato Tadeo, el auxiliar de su predecesor, Hugo O'Driscoll, estaba descontento. Los enemigos de Tadeo alegaron que éste había obtenido del Pontífice la dignidad episcopal con engaños. También le acusaron de otros crímenes. El conde de Desmond se apoderó de las rentas de la sede, y el obispo tuvo que refugiarse en una abadía cisterciense, en las cercanías de Palma, que el obispo de Clogher le había dado 'in commendam'. Las maquinaciones de los Fitzgerald dieron por resultado que la Santa Sede suspendiese al beato Tadeo en 1488. Éste entonces acudió a Roma para defender personalmente su causa. Al cabo de dos años de investigaciones, el Papa Inocencio VIII confirmó la elevación de Hugo a la sede de Ross, pero nombró a Tadeo obispo de las diócesis unidas de Cork y Cloyne, que estaban entonces vacantes.
Cuando el beato llegó a su diócesis, tuvo la desagradable sorpresa de ver que se le cerraban las puertas de su propia catedral y que las rentas de la sede se hallaban en manos de los Fitzgerald, los Barry y otros. En vano intentó hacer valer sus derechos y de conseguir, por medios pacíficos, que se le reconociese. Como todo resultase inútil, decidió partir nuevamente a Roma y apelar a la Santa Sede. El Papa condenó a los usurpadores y dio al beato cartas para el conde de Kildare, que era entonces jefe del gobierno en Irlanda, para los principales miembros del clan del propio Mateo y para otros personajes de importancia. En ellas, el Pontífice los exhortaba a proteger al beato y hacer triunfar la causa de la justicia. El beato Tadeo emprendió, a pie, el viaje de vuelta. El 24 de octubre de 1497 llegó a Ivrea, al pie de los Alpes y se hospedó en la posada de los canónigos regulares de San Bernardo de Montjoux. A la mañana siguiente, le encontraron muerto en su lecho.
Los canónigos revisaron el equipaje del muerto y se enteraron de quién se trataba. Inmediatamente comunicaron la noticia al obispo de Ivrea, el cual mandó que fuese sepultado con la mayor solemnidad. Pronto corrió la noticia de la muerte de aquel obispo que viajaba a pie y de incógnito, como un humilde peregrino y todo el pueblo asistió a los funerales en la catedral. Las personas piadosas siguieron visitando el sepulcro, y así empezó a extenderse el culto popular, favorecido por numerosos milagros. Mons. Richelmy, obispo de Ivrea y Mons. Callaghan, obispo de Cork, promovieron la causa de beatificación de Tadeo, cuyo culto fue finalmente aprobado en 1895. Su fiesta se celebra en las diócesis de Ivrea, Ross, Cork y Cloyne.
No poseemos muchos datos sobre el beato Tadeo. Las lecciones del oficio del día de su fiesta pueden verse en lrish Ecclesiastical Record (1896), pp. 859-861. El decreto de confirmación del culto se halla en Analecta Ecclesiastical, vol. III (1895), p. 456; dicho decreto da pocos detalles biográficos y habla más bien de los milagros obrados por el beato en Ivrea. Cf. V. Berardi, ltaly and lreland in the Middle Ages (1950).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3905



San Marcelino, papa mártir

fecha: 25 de octubre
fecha en el calendario anterior: 26 de abril
†: 304 - país: Italia
hagiografía: Abel Della Costa

Elogio: En Roma, san Marcelino, papa y mártir, quien, bajo Maximiano, por la fe de Cristo, junto con Claudio, Cyrino y Antonino, fue decapitado. [Elogio del MR 1909]

Marcelino fue el 29º obispo de Roma, y entra normalmente dentro de la serie de papas que reciben la denominación de "santo" de manera tradicional. Desde san Pedro a san Félix IV (III), del siglo VI, todos los papas (excepto Liberio, del 352 al 366, cuya debilidad puso en gran peligro a la fe) fueron considerados santos; muchas veces no por sus méritos personales, sino por la pertenencia a la sucesión petrina. Sin embargo ninguno ha sido formalmente canonizado (los procedimientos formales de canonización son varios siglos posteriores), e incluso de muchos desconocemos casi todo excepto el nombre y alguna anécdota relevante que la memoria cúltica ha conservado.
Por eso mismo no es raro que san Marcelino siga siendo llamado santo, a pesar de que la revisión del Martirologio Romano lo retiró de la lista ya desde el Concilio Vaticano II, luego de amplias dudas sobre el desempeño de su pontificado, que se arrastraban desde la antigüedad. Se celebraba tradicionalmente como mártir el 26 de abril, junto con el papa Cleto (o Anacleto, con quien no tuvo ninguna relación, ya que los separaban dos siglos de distancia). Su fecha de muerte, y por tanto de inscripción en un Martirologio más sistemático como el Romano de 1909, era el 25 de octubre.
El Martirologio Romano de 2001, a pesar de que moderó muchas de las revisiones críticas del Concilio Vaticano II, sin embargo ya no volvió a incluir a san Marcelino, y no lo está actualmente.
Marcelino gobernó la Iglesia en un período crucial y complejo: del 296 al 304, por lo que vivió de primera mano el estallido de la cruel persecución de Dioclesiano (303-306), que se cebó de manera especial con los cristianos de Roma. El "Liber Pontificalis" (ed. Duchesne, nuestra fuente más conocida para los papas antiguos, del siglo V) lo registra como mártir, pero hablando de que primero tuvo una "caída" (en la apostasía) de la que luego se arrepintió y lavó con el martirio. Pero fuentes más cercanas, como el Cronógrafo del 354, no lo registran como mártir. La Historia Eclesiástica de Eusebio, apenas dice que a él también "lo encontró la persecución", pero no que fue víctima de ella (HE VII,32,1, Eusebio es más claro para expresar la muerte por martirio).
Un epitafio en la catacumba de Calixto señala unas mejoras realizadas allí bajo Marcelino, lo que tuvo que ser antes de la persecución de Diocleciano, que confiscó las catacumbas.
La peor parte de su pontificado se la lleva el hecho de su "caída" del cual sólo han quedado rumores, aunque persistentes: fue acusado ya desde muy antiguo de entregar al perseguidor los libros sagrados, y de ofrecer incienso a los ídolos para salvar su vida. No hay realmente pruebas de ello. La acusación fue reavivada al siglo siguiente por el donatista Petiliano en disputa con san Agustín, a lo que san Agustín responde con la completa falta de pruebas sobre esto, y por tanto con la difamación que supondría dar por un hecho probado semejante acusación.
Más tarde, ya en la edad media, se mantuvo la acusación de apostasía, pero siguiendo la versión del Liber Pontificalis, de que se arrepintió y murió mártir, por lo que su culto se mantuvo vivo hasta casi nuestra época.
Lo cierto es que no hay ninguna evidencia de martirio lo que hace pensar que, sea cual sea el alcance real de los rumores, nada bueno puede decirse de quien dirigía la Iglesia en el momento más grave de la prueba. Lo resume muy bien J. Mathieu-Rossay: «El hecho desconcertante es que, en el fragor de la persecución más cruel, el jefe de la Iglesia muriera tranquilamente en su cama» (Los Papas, ed. Rialp, 1990, pág. 53)
Estas dudas son, posiblemente, las que inclinaron la balanza crítica de modo de mantenerlo fuera del calendario santoral en las ediciones actuales. Pero son dudas, así que nada impide que en un futuro, y con más pruebas o con otros criterios, pueda ser vuelto a inscribir.
Un muy buen artículo, que resume el conjunto de la problemática, y referencia las diversas pruebas sobre el personaje es el de J.P. Kirsch en la Catholic Encylopedia (s.v. "Pope Saint Marcellinus" - hay versión castellana, aunque como suele ocurrir en ese sitio, no se puede garantizar la traducción)
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: 19-1-2016

Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_5029

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