“Esto no es el Islam, que no se queden callados los musulmanes”, P. Samir, experto en cultura árabe
(RV).- (audio) La situación en Siria e Irak en nombre del Califato islámico, se ha agravado en las últimas semanas, más en concreto con la muerte del periodista estadounidense decapitado. Pero además, la violencia en los países africanos como Nigeria, contra aquellos que no reconocen la vía islámica, sharia. Ante estas terribles situaciones, nos preguntamos sobre la bases de la ideología islámica extremista y su dramática propagación. Sobre este tema, la periodista de Radio Vaticana Fausta Speranza, entrevista al jesuita egipcio Samir Khalil, profesor de la historia de la cultura árabe y estudios islámicos en la Universidad Saint Joseph de Beirut quien explica que “Hoy en día, el problema es político. La guerra en Siria, al principio, se trataba de una guerra de sirios que protestan contra un régimen dictatorial; pero muy pronto - dos meses después - han sido sustituidos por gente de todo el mundo islámico para hacer la guerra porque eran chiitas y alauitas aquellos que gobernaban.
El Padre jesuita reconoce que hemos llegado al punto más feroz en la historia del Islam. Nunca se había llegado a este punto de barbarie. Así que se pregunta ¿qué es este el Islam? ¿es una distracción? Por supuesto, explica, tiene su origen en la tradición islámica. Pero, por otro lado, sin duda no se puede decir que el Islam es lo que estamos viendo ahora. Es decir, es una derivación del islam: ellos piensan de estar haciendo el "califato", la era famosa del siglo IX-X hasta el XIII, y es un error. Muchos musulmanes lo dicen, lo repiten; y los grandes pensadores se oponen. La tragedia es que los musulmanes no hacen la autocrítica, es decir: el pueblo sigue en silencio. Ni siquiera he visto lo que el Comité para el Diálogo Interreligioso del Vaticano dice en su documento, escrito el martes 12 de agosto, donde explica que hay cosas inaceptables. Se citan 11 puntos contrarios a los derechos humanos, y se expresa en términos muy fuertes. “ Es el documento más claro que conozco”, asegura.
El jesuita pide que tanto los imán, como el pueblo, hablen. “Cuando se trata de una pequeña cosa, la gente habla y baja a la plaza, pero cuando se trata de asuntos islámicos, creen que no está bien y no habland, y no bajan a la plaza.
Ante la pregunta de la periodista de que se puede hacer para salir de todo esto, el Padre responde "tiene que haber una colaboración con el mundo occidental, dar una visión universalista. Por ejemplo, ¿cuáles son los derechos humanos? Una visión común, humanista - que tomará décadas para llegar allí ... "
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