Beato Julián Maunoir, religioso
presbítero
fecha: 28 de enero
n.: 1606 - †: 1683 - país: Francia
canonización: B: Pío XII 20 may 1951
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: 1606 - †: 1683 - país: Francia
canonización: B: Pío XII 20 may 1951
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En
el lugar de Plévin, en Bretaña Menor, beato Julián Maunoir, presbítero de la
Orden de la Compañía de Jesús, que por espacio de cuarenta y dos años se
entregó a las misiones populares por todos los lugares y aldeas del territorio.
refieren a este santo: Beato Antonio
Baldinucci
No
se puede decir que los católicos de otras naciones ignoran la historia
religiosa de Francia en el siglo XVII, pero es indudable que uno de los
aspectos menos conocidos de esa historia es el trabajo de los misioneros en el
interior del país. Todo el mundo está al tanto de las actividades de un
monsieur Olier, en París, o de un san Vicente en todo el territorio francés;
pero son mucho menos conocidas las actividades de un san Juan Eudes en
Normandía, de un san Pedro Fourrier en Lorena, de un P. Juan Lejeune en el
Limousin, el Languedoc y la Provenza, de un san Juan Francisco de Regis en
Velai y Vivarés, y en general de todas las misiones de la Bretaña. Sin embargo,
según opina Henri Brémond, estas últimas fueron las más fructuosas de todas y,
ciertamente, las más pintorescas. Entre los misioneros de la Bretaña se
destacan el benedictino Miguel Le Nobletz y el P. Julián Maunoir. Este había
nacido en la diócesis de Reims en 1606 e ingresó en la Compañía de Jesús, en
1625.
Sin
duda que se ha exagerado la impiedad y barbarie de los bretones de aquella
época y la negligencia de su clero; pero eso no quita que fuesen extremadamente
supersticiosos, brutales, turbulentos y al mismo tiempo, muy abiertos al
mensaje evangélico. La región que produjo tantos piratas pendencieros fue
también la tierra de Armelle Nicolás y de los calvarios barrocos y las estatuas
de la Baja Bretaña. Los místicos abrieron el camino a los misioneros. Y el P.
Bernard, SJ, y Dom Le Nobletz, atrajeron la atención de Julián Maunoir hacia
ese campo y le aconsejaron que aprendiese el idioma bretón. El P. Maunoir llegó
a dominarlo en brevísimo tiempo.
Cuando
el P. Maunoir empezó a trabajar en la Bretaña, en 1640, había sólo otros dos
misioneros. A su muerte, ocurrida cuarenta y tres años más tarde, había más de
mil. Renán habría de quejarse, más tarde, de que sus antepasados habían sido
"jesuitizados" y desnacionalizados por los misioneros procedentes de
otras regiones de Francia. La realidad es que hubo apenas un puñado de
jesuitas, de los que la mayoría eran bretones, y un fuerte contingente del
clero bretón que cooperó con los padres de la Compañía y se sometió
espontáneamente a la rigurosa disciplina que les impuso el P. Maunoir. Por lo
demás, la técnica del trabajo misional había sido ideada por un bretón no
jesuita, Miguel Le Nobletz, a quien se ha llamado "el último de los
bardos". La tarea consistía, ante todo, en la instrucción religiosa;
"la predicación emocional", capaz de arrastrar a las multitudes en un
momento dado, sólo se empleó como instrumento secundario. Los misioneros se
ayudaban en su tarea con imágenes en colores, algunas de las cuales se
conservan todavía en la biblioteca de Quimper. Se trataba de ilustraciones de
la Pasión, del Padre nuestro, de los pecados capitales, etc., bajo las diferentes
alegorías del Caballero Errante, de las Seis Ciudades de Refugio, de Los Tres
Arboles... Con esto, se despertaba la imaginación popular y las cualidades
poéticas del espíritu humano. Las imágenes, la vividez y el sentido del humor
de los comentarios hechos por los misioneros es lo que hacía pensar a Henri
Brémond en la semejanza entre el beato y la obra de John Bunyan (el «Pilgrim's
Progress», famosa novela alegórica inglesa de instrucción religiosa). Pero
además, había representaciones con cuadros plásticos vivientes. De ahí se
originaron las famosas procesiones en las que se representaba, por ejemplo, la
Pasión del Señor. El P. Maunoir predicaba y los actores encarnaban su palabra,
en tanto que "los oyentes sollozaban de emoción". Algunos se quejaron
de la emotividad de tales actos, pero los obispos bretones apoyaron al
misionero.
Otro
de los métodos era el empleo de cantos religiosos, de los cuales algunos eran
ya tradicionales y otros habían sido compuestos por el mismo P. Maunoir.
Probablemente sólo nos ha quedado uno, tal como él lo escribió, y debe
confesarse que en la traducción del bretón al francés, pierde mucho de su
gracia original. Lo cierto es que Julián tenía el don de versificar con gran
sentimiento y que los cánticos religiosos constituían un factor importante en
las misiones bretonas. Al empleo del idioma local se añadía la devoción a los
santos bretones de la antigüedad. La región de St. Corentin, en la diócesis de
Quimper, fue el campo predilecto del P. Maunoir.
Como
la leyenda de los santos celtas está llena de milagros -algunos de ellos
conmovedores, otros fantásticos y aun poco edificantes entre los realmente
convincentes-, así la evangelización llevada a cabo por Julián, fue apoyada por
numerosos milagros y prodigios. El P. Boschet, SJ, que escribió la primera
biografía del beato en 1697, había estudiado una narración de sus milagros; su
comentario fue el siguiente: "Me parecieron tan extraordinarios que no
pude por menos que sospechar que el autor había exagerado la realidad para
glorificar al siervo de Dios". Sin embargo, después de haber hecho
investigaciones detenidas, el escepticismo del P. Boschet disminuyó mucho. ¿Por
qué sorprenderse de que la renovación del cristianismo en Bretaña haya sido
confirmada con milagros semejantes a los que acompañaron su introducción en el
mundo?
Desde
el punto de vista humano, el P. Maunoir no era especialmente inteligente y
tenía cierta tendencia a la credulidad; pero era, a la vez, un verdadero jefe
que se hacía obedecer, un organizador de primera talla y un hombre de gran
visión. Buena parte del éxito de sus misiones se debe a que las dirigió tanto a
los pastores, como a las ovejas. El puntero para comentar las imágenes, se
convirtió en el arma distintiva de sus misioneros y en un símbolo del dedo que
señalaba el camino. Durante los Ejercicios Espirituales que precedieron a su
ordenación, Julián de Maunoir escribió, acabando de comulgar: «Sentí un celo
extraordinario por la salvación de las almas y un gran deseo de trabajar por
ellas con todos los medios posibles. La voz del Señor repetía en mi corazón:
'Yo trabajé, lloré, sufrí y morí por ellas'». Estas palabras resumen la vida de
Julián. Después de su muerte, ocurrida en Plévin de Cournouaille, el 28 de
enero de 1683, los peregrinos acudieron en masa a besar aquellos pies que
habían viajado por toda la Bretaña y llevaron hasta sus últimos rincones el
mensaje evangélico. Fue beatificado por SS Pío XII el 20 de mayo de 1951.
Ver F. Boschet, Le parfait
missionnaire (1697); X. A. Séjourné, Histoire de... Julien
Maunoir (1895); H. Brémond, Histoire litéraire du sentiment rélisieux en
France... , t. V., pp. 82-117; H. Pourrat, La spiritualité chrétienne, t. IV,
p. 122; y G. H. Doble, en Pax, núm. 85 (1927), pp. 318-329. Ver también H. de
Gouvello, Le vénérable Michel le Nobletz (1898).
Tomado de Butler, 1964, con ligeros cambios.
Una información complementaria sobre el beato puede leerse (en un francés sencillo), en el sitio de la diócesis de Saint-Brieuc et Tréguier.
Tomado de Butler, 1964, con ligeros cambios.
Una información complementaria sobre el beato puede leerse (en un francés sencillo), en el sitio de la diócesis de Saint-Brieuc et Tréguier.
fuente: «Vidas
de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedida 512 veces
ingreso
o última modificación relevante: ant 2012
Estas
biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una
fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia
completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor,
al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel)
y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=350
Santos Agata Lin Zhao, Jerónimo Lu
Tingmei y Lorenzo Wang Bing, catequistas mártires
fecha: 28 de enero
†: 1858 - país: China
canonización: B: Pío X 2 may 1909 - C: Juan Pablo II 1 oct 2000
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
†: 1858 - país: China
canonización: B: Pío X 2 may 1909 - C: Juan Pablo II 1 oct 2000
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En
la ciudad de Maokou, en la provincia de Guizhou, en China, santos Agueda Lin
Zhao, virgen, y Jerónimo Lu Tingmei y Lorenzo Wang Bing, mártires, que, siendo
catequistas, en tiempo del emperador Wenzongxian fueron denunciados como
cristianos y finalmente decapitados.
refieren a este santo: Santos Agustín
Zhao Rong, Pedro Sans i Jordá, obispo y compañeros
Ver más información en:
Mártires de la evangelización de China (ss XVII - XX)
Mártires de la evangelización de China (ss XVII - XX)
El
28 de enero del año 1858 tuvo lugar en Mao-Keou, población de la provincia
china de Kouy-Tcheou, el martirio de estos tres santos, que sellaron con su
sangre la confesión de fe que habían dado. Fueron canonizados con los demás
mártires chinos el 1 de octubre del año 2000 por el papa Juan Pablo II. Desde
1852 había una misión cristiana en aquella población, y la semilla del
evangelio había caído en numerosos corazones como en buena tierra. La comunidad
pensó que le era necesaria una iglesia y que lo mejor era construirla en el
mismo poblado, no en las afueras. El promotor de la idea era el catequista
Jerónimo Lou. Pero apenas había sido puesta la primera piedra cuando un tío y
un primo de Jerónimo que veían con malos ojos el crecimiento del cristianismo
acudieron al mandarín Tay-Lou-Iche en queja. La denuncia iba contra Jerónimo y
también contra el otro catequista del poblado, Lorenzo Ouang. El mandarín mandó
comparecer a ambos y les pidió que renunciaran a la fe cristiana. Ambos
respondieron que no pensaban renunciar a ella. El mandarín entonces los
despidió. Pero a la mañana siguiente los volvió a llamar y junto con ellos hizo
también comparecer a la cristiana Águeda Lin, y a los tres les intimó a
renunciar a la religión. Como se negaran a hacerlo, el mandarín los condenó a
muerte y mandó que fueran decapitados.
Jerónimo
Lou-Tin-Mey había nacido en la citada población el año 1810 en el seno de una
familia pagana. Su profesión era maestro de escuela y tenía como tal un alto
prestigio. Leyendo un libro, conoció el cristianismo y buscó a los misioneros
para que lo instruyeran y bautizaran, y se bautizó junto con su familia.
Posteriormente realizó una magnífica labor misionera recorriendo entre 1853 y
1856 los pueblos de la región de Kouy-Yang, logrando hacer doscientas
conversiones, y facilitando la llegada del misionero san Augusto
Chapdelaine. En 1856 volvió a su pueblo, donde ejercía como
catequista de la comunidad cristiana.
Lorenzo
Ouang, natural de Kouy-Yang, había nacido en 1811 en el seno de una familia
cristiana. En 1831 se casó con María Ly-Che y tuvo con ella cinco hijos. Era un
cristiano responsable y fervoroso y por ello Mons. Albrand lo hizo catequista
en 1853, ejerciendo su ministerio en diversos poblados. Estaba en Mao-Keou con
su amigo Jerónimo cuando fue arrestado y martirizado.
Águeda
Lin había nacido en 1817 en Ma-Trang al tiempo que su padre, cristiano, estaba
detenido a causa de la fe. Al llegar a la adolescencia decidió consagrar su
virginidad a Dios y rechazó por tres veces el matrimonio. Mons. Albrand le
encomendó que enseñara religión y lo hizo en varios poblados, siéndole
finalmente encomendada la enseñanza de las niñas cristianas de Mao-Keou, donde
la acogió Jerónimo en su casa. Con él fue arrestada y martirizada.
fuente: «Año
Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
accedida 1000 veces
ingreso
o última modificación relevante: ant 2012
Estas
biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una
fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia
completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor,
al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel)
y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=351
No hay comentarios:
Publicar un comentario