San Julián de Cuenca, obispo
fecha: 28 de enero
n.: c. 1127 - †: c. 1207 - país: España
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: c. 1127 - †: c. 1207 - país: España
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En
Cuenca, en la región de Castilla la Nueva, en España, san Julián, obispo, que
fue el segundo pastor de esta ciudad, una vez recuperada de manos de los
musulmanes. Egregio por su estilo de vida, se distinguió por repartir entre los
pobres los bienes de la Iglesia y trabajar con sus manos para obtener el
sustento diario.
Julián
nació en Burgos, en 1127. A la muerte de sus padres, se retiró a una choza
vecina al monasterio de San Agustín de Burgos y no lejos de una ermita donde
había vivido santo Domingo de Silos. En aquella soledad se preparó durante
largo tiempo a recibir la ordenación sacerdotal. Una vez consagrado sacerdote,
salió a predicar por todas las provincias del reino de España con tanto celo,
que por doquier obtenía extraordinarios éxitos. Su vida de santidad, su
espíritu de oración, su fervor en la celebración del santo sacrificio,
atrajeron las bendiciones de Dios sobre todas sus empresas.
Tenía
más de sesenta años cuando el rey Alfonso VIII, que acababa de reconquistar a
los moros la ciudad de Cuenca, pensó en establecer allí la sede de un obispado;
luego de Juan Yáñez, el segundo titular fue san Julián, que hasta entonces
había sido archidiácono en Toledo. En su nueva dignidad de obispo, conservó los
sentimientos de una profunda humildad; su vida, dedicada al apostolado, fue la
admiración de todos. Vivía del trabajo de sus manos, de acuerdo con el ejemplo
de los padres del desierto, y distribuía entre los pobres todas las ganancias
de su obispado. Cada año, visitaba todas las parroquias de su diócesis y
continuamente llevaba la palabra de Dios hasta las aldeas más pequeñas. A
diario daba de comer a numerosos pobres y les servía personalmente. Más de una
vez, la Providencia proveyó a sus necesidades y le proporcionó milagrosamente
los medios para hacer sus limosnas. Durante una epidemia que azotó a Cuenca,
todos los que pudieron tocar un cestillo tejido por San Julián, quedaron
curados al instante. Después de la muerte del santo, su cesto fue un remedio
eficaz para graves males.
Al
llegar a la edad de noventa años, San Julián fue presa de una grave enfermedad
y, tan pronto como se sintió mal, anunció que era para morir. En consecuencia,
se preparó a recibir la muerte con la gracia de los sacramentos y se tendió en
el suelo, sobre un lecho de cenizas y una piedra por almohada. La Santísima
Virgen se llegó hasta él con una lámpara encendida que dejó en sus manos, como
símbolo de la castidad que Julián había observado. Murió el 28 de enero de
1208. Numerosos milagros ocurrieron durante sus funerales. La Iglesia de Cuenca
celebra la fiesta de San Julián con solemnidad. Clemente VIII aprobó el oficio
compuesto en su honor. Hubo una traslación de los restos de san Julián, el 11
de abril de 1518 y, en aquella ocasión, hubo muchas curaciones milagrosas; un
canónigo de Cuenca registró hasta catorce en un solo día.
El
dominico J. Marietta compuso un resumen de la Vida de san Julián de Cuenca. Se
le puede encontrar en Acta Sanctorum, 28 de enero.
fuente: «Vidas
de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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o última modificación relevante: ant 2012
Estas
biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una
fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia
completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor,
al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel)
y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=348
Beato Bartolomé Aiutamicristo, religioso
fecha: 28 de enero
†: 1224 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío IX 1857
hagiografía: Santi e Beati
†: 1224 - país: Italia
canonización: Conf. Culto: Pío IX 1857
hagiografía: Santi e Beati
En
el monasterio de san Frediano, cerca de Pisa, en la Toscana, beato Bartolomé
Aiutamicristo, religioso de la Orden de los Camaldulenses.
Nacido
en Pisa en año desconocido, de la noble familia pisana de los Aiutamicristo,
Bartolomé entró como hermano lego en el monasterio camaldulense de San
Frediano, donde murió el 28 de enero de 1224, después de una vida rica en
numerosos milagros, continuados también después de su muerte. El cuerpo de
Bartolomé fue sepultado en la iglesia del monasterio, bajo un altar erigido en
su honor por sus conciudadanos. Más tarde, para favorecer la veneración, fue
colocado bajo el altar mayor. Un incendio en 1675 dañó gravemente todo el
edificio sacro, quemando casi por completo el venerado cuerpo de Bartolomé, que
hasta ese momento había permanecido incorrupto. Los pocos fragmentos restantes
fueron expuestos en la sacristía. Pío IX, en 1857, confirmó su culto, tanto
para la orden camaldulense como para la diócesis pisana. La fiesta litúrgica
local es el 12 de abril.
Traducido
para ETF de un artículo de Costanzo Somigli en Enciclopedia dei Santi.
fuente: Santi e Beati
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fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia
completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor,
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