El domingo 31 comienza el rezo de los "siete domingos de San José". Toda la vida de San José fue un acto continuo de fe y obediencia en las circunstancias más difíciles y oscuras en que le puso Dios. El ejemplo de San José es un estímulo inquebrantable para la aceptación sin reservas de la voluntad de Dios. Para propiciar esa veneración e imitación y para solicitar su ayuda, se realiza el Ejercicio de los siete Dolores y Gozos. Se reza los siete domingos previos al día de San José, por lo que este año comienza el día 31
SAN JOSÉ
INTRODUCCIÓN
San José es el patrono Universal de la
Iglesia, patrono de la buena muerte y patrono de los seminarios. Fue escogido
por Dios como fidelísimo guardián de los tesoros celestiales, que eran Jesús y
María. Con fe acogió al Niño que había comenzado a vivir en el seno de María, y
a ellos, a Jesús y María, les entregó su vida sin escatimar sacrificios. San
José no llegó a ver a Jesús en su vida pública (predicación, milagros, etc.). No
ha habido en el mundo santo más feliz ni padre más afortunado. ¡Qué felicidad
la suya al ver a su lado al Hijo de Dios!
ORACIÓN
DE LA FAMILIA A SAN JOSÉ
San José, queremos poner bajo tu
protección a nuestra familia, para que cada uno de nosotros viva en la
fidelidad al Espíritu, en la escucha y cumplimiento de la Palabra de Dios. Sé
para nosotros el modelo del amor desinteresado, que busca en primer lugar la
felicidad de mi familia. Amén.
ORACIÓN A SAN JOSÉ DEL PAPA LEÓN XIII
Suele rezarse esta oración en los meses
de Marzo y Octubre, al final del Santo Rosario.
A Vos, bienaventurado San José, acudimos
en nuestra tribulación; y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima
Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella
caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por
el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos
volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y
con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.
Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librásteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén
Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librásteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén
ORACIÓN A SAN JOSÉ
¡Oh San José, custodio y padre de
vírgenes, a cuya guarda fue encomendada la misma inocencia Cristo Jesús y
María, Virgen de las Vírgenes: os suplico y ruego, por estas dos riquísimas
prendas Jesús y María, que, preservándome de toda inmundicia, hagáis que
siempre sirva a Jesús y María con puro corazón, con cuerpo casto y con el alma
libre de toda mancha de pecado. Amén.
ORACIÓN PARA PEDIRLE UNA BUENA MUERTE
Poderoso patrón del linaje humano, amparo de
pecadores, seguro refugio de las almas, eficaz auxilio de los afligidos,
agradable consuelo de los desamparados, glorioso San José, el último instante de
mi vida ha de llegar sin remedio; mi alma quizás agonizará terriblemente
acongojada con la representación de mi mala vida y de mis muchas culpas; el
paso a la eternidad será sumamente duro; el demonio, mi enemigo, intentará
combatirme terriblemente con todo el poder del infierno, a fin de que pierda a
Dios eternamente; mis fuerzas en lo natural han de ser nulas: yo no tendré en
lo humano quien me ayude; desde ahora, para entonces, te invoco, padre mío; a
tu patrocinio me acojo; asísteme en aquel trance para que no falte en la fe, la
esperanza y en la caridad; cuando tú moriste, tu Hijo y mi Dios, tu esposa y mi
Señora, ahuyentaron a los demonios para que no se atreviesen a combatir tu
espíritu. Por estos favores y por los que en vida te hicieron, te pido ahuyentes
a estos enemigos, para que yo acabe la vida en paz, amando a Jesús, a María y a
ti, San José. Así sea.
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en la útima agonía.
Jesús, José y María, recibid cuando muera, el alma mía.
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en la útima agonía.
Jesús, José y María, recibid cuando muera, el alma mía.
INTRODUCCIÓN:
Toda la vida de San José fue un acto continuo de fe y
obediencia en las circunstancias más difíciles y oscuras en que le puso Dios.
Él es al pie de la letra "el administrador fiel y solícito a quien el
Señor ha puesto al frente de su familia" (Lc 12, 42). Desde tiempo
inmemorial, la Iglesia lo ha venido venerando e invocando como continuador en
ella de la misión que un día tuviera para con su Fundador y Madre. En los
momentos de noche oscura, el ejemplo de José es un estímulo inquebrantable para
la aceptación, sin reservas, de la voluntad de Dios. Para propiciar esa
veneración e imitación y para solicitar su ayuda, disponen a continuación del siempre
actual Ejercicio de los siete Dolores y Gozos en honor a San José.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
-Acto de contrición: ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
-Acto de contrición: ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Ofrecimiento
Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los
afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de
este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros siete dolores y gozos. Y
así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y su madre María os asistieron y
consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que,
no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los
méritos de la sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la
consecución de la vida eterna, y por tanto de vuestra compañía en el Cielo,
Amén.
Primer dolor y gozo
Esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y
angustia la de vuestro corazón en la perplejidad en que estábais sin saber si
debíais abandonar o no a vuestra esposa! ¡Pero cuál no fue también vuestra
alegría cuando el ángel os reveló el gran misterio de la Encarnación!
Por este dolor y este gozo os pedimos consoléis
nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida
justa y de una santa muerte, semejante a la vuestra asistidos de Jesús y de
María.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Segundo dolor y gozo
Bienaventurado patriarca glorioso S. José, escogido
para ser padre adoptivo del Hijo de Dios hecho hombre, el dolor que sentisteis
viendo nacer al Niño Jesús en tan gran pobreza, se cambió de pronto en alegría
celestial al oír el armonioso concierto de los ángeles y al contemplar las
maravillas de aquella noche tan resplandeciente.
Por este dolor y gozo alcanzadnos que después del
camino de esta vida vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles y a gozar de
la gloria celestial.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Tercer dolor y gozo
Ejecutor obediente de las leyes divinas, glorioso San
José, la sangre preciosísima que el Redentor Niño derramó en su
circuncisión os traspasó el corazón, pero el nombre de Jesús que entonces se le
impuso, os confortó llenándoos de alegría,
Por este dolor y por este gozo alcanzadnos el vivir
alejados de todo pecado, a fin de expirar gozosos con el nombre de Jesús en el
corazón y en los labios,
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Cuarto dolor y gozo
Santo fiel, que tuvísteis parte en los misterios de
nuestra redención, glorioso San José, aunque la profecía de Simeón acerca de
los sufrimientos que debían pasar Jesús y María, os causó dolor, sin embargo os
llenó también de alegría, anunciándoos al mismo tiempo la salvación y
resurrección gloriosa que de ahí se seguiría para un gran número de almas.
Por este dolor y por este gozo, conseguidnos ser del
número de los que por los méritos de Jesús y por la intercesión de la Virgen
María han de resucitar gloriosamente.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Quinto dolor y gozo
Custodio vigilante del Hijo de Dios hecho hombre,
glorioso San José, ¡cuánto sufrísteis teniendo que alimentar y servir al Hijo
de Dios, particularmente en vuestra huida a Egipto!, ¡pero cuán grande fue
vuestra alegría teniendo siempre con vos al mismo Dios y viendo derribados los
ídolos de Egipto.
Por este dolor y por este gozo, alcanzadnos alejar
para siempre de nosotros al demonio, sobre todo huyendo de las ocasiones
peligrosas, y derribar de nuestro corazón todo ídolo de afecto terreno, para
que ocupados en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos y muramos
gozosos en su amor.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Sexto dolor y gozo
Ángel de la tierra, glorioso San José, que pudísteis
admirar al Rey de los cielos, sometido a vuestros más mínimos mandatos, aunque
la alegría al traerle de Egipto se turbó por temor a Arquelao, sin embargo,
tranquilizado luego por el Ángel vivísteis dichoso en Nazaret con Jesús y
María.
Por este dolor y gozo, alcanzadnos la gracia de
desterrar de nuestro corazon todo temor nocivo, de poseer la paz de la
conciencia, de vivir seguros con Jesús y María y de morir también asistidos de
ellos.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
Séptimo dolor y gozo
Modelo de toda santidad, glorioso San José, que
habiendo perdido sin culpa vuestra al Niño Jesús, le buscasteis durante tres
días con profundo dolor, hasta que lleno de gozo, le encontrasteis en el
templo, en medio de los doctores.
Por este dolor y este gozo, os suplicamos con palabras
salidas del corazón, intercedáis en nuestro favor para que no nos suceda jamás
perder a Jesús por algún pecado grave. Mas si por desgracia le perdemos, haced
que le busquemos con tal dolor que no nos deje reposar hasta encontrarle
favorable, sobre todo en nuestra muerte, a fin de ir a gozarle en el cielo y a
cantar eternamente con Vos sus divinas misericordias.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Antífona
Jesús mismo era tenido por hijo de José, cuando
empezaba a tener como unos treinta años. Rogad por nosotros, San José, para que
seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración Final
Oh Dios, que con inefable providencia, os dignásteis
elegir al bienaventurado José por esposo de vuestra Santísima Madre, os rogamos
nos concedáis tener como intercesor en los cielos al que en la tierra veneramos
como protector. Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.
LETANÍA A SAN JOSÉ
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo escúchanos, Cristo escúchanos,
Dios Padre Celestial. Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo. Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios. Ten piedad de nosotros.
Santa María. Ruega por nosotros.
San José, Ruega por nosotros.
Ínclito descendiente de David, Ruega por nosotros.
Lumbrera de los Patriarcas, Ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, Ruega por nosotros.
Custodio casto de la Virgen, Ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, Ruega por nosotros.
Solícito defensor de Cristo, Ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, Ruega por nosotros.
José justísimo, Ruega por nosotros.
José castísimo, Ruega por nosotros.
José prudentísimo, Ruega por nosotros.
José fortísimo, Ruega por nosotros.
José obedientísimo, Ruega por nosotros.
José fidelísimo, Ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, Ruega por nosotros.
Amador de la pobreza, Ruega por nosotros.
Modelo de los obreros, Ruega por nosotros.
Honra de la vida doméstica, Ruega por nosotros.
Custodio de Vírgenes, Ruega por nosotros.
Amparo de las familias, Ruega por nosotros.
Consuelo de los desgraciados, Ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, Ruega por nosotros.
Abogado de los moribundos, Ruega por nosotros.
Terror de los demonios, Ruega por nosotros.
Protector de la Santa Iglesia, Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Le constituyó señor de su casa, y jefe de todo cuanto poseía.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo escúchanos, Cristo escúchanos,
Dios Padre Celestial. Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo. Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios. Ten piedad de nosotros.
Santa María. Ruega por nosotros.
San José, Ruega por nosotros.
Ínclito descendiente de David, Ruega por nosotros.
Lumbrera de los Patriarcas, Ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, Ruega por nosotros.
Custodio casto de la Virgen, Ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, Ruega por nosotros.
Solícito defensor de Cristo, Ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, Ruega por nosotros.
José justísimo, Ruega por nosotros.
José castísimo, Ruega por nosotros.
José prudentísimo, Ruega por nosotros.
José fortísimo, Ruega por nosotros.
José obedientísimo, Ruega por nosotros.
José fidelísimo, Ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, Ruega por nosotros.
Amador de la pobreza, Ruega por nosotros.
Modelo de los obreros, Ruega por nosotros.
Honra de la vida doméstica, Ruega por nosotros.
Custodio de Vírgenes, Ruega por nosotros.
Amparo de las familias, Ruega por nosotros.
Consuelo de los desgraciados, Ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, Ruega por nosotros.
Abogado de los moribundos, Ruega por nosotros.
Terror de los demonios, Ruega por nosotros.
Protector de la Santa Iglesia, Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Le constituyó señor de su casa, y jefe de todo cuanto poseía.
OREMOS: Oh Dios, que con inefable providencia te
dignaste elegir a San José para esposo de tu Madre Santísima: te rogamos nos
concedas que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle
por intercesor en el Cielo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
INVOCACIÓN: San José, haz que vivamos una vida
inocente, asegurada siempre bajo tu patrocinio.
ORACIÓN DE LA HUMILDAD A SAN JOSÉ
Enséñanos José
Cómo se es “no protagonista”.
Cómo se avanza sin pisotear.
Cómo se colabora sin imponerse.
Cómo se ama sin reclamar.
Dinos; José
Cómo se vive siendo ‘número dos’.
Cómo se hacen cosas fenomenales desde
un segundo puesto.
Explícanos
Cómo se es grande sin exhibirse.
Cómo se lucha sin aplauso.
Cómo se avanza sin publicidad.
Cómo se persevera y se muere uno
sin esperanza de que le hagan un homenaje.
¿Difícil? Sí, pero por lo menos habría que intentarlo... con la ayuda del Señor y mirándonos en el espejo de San José.
Cómo se es “no protagonista”.
Cómo se avanza sin pisotear.
Cómo se colabora sin imponerse.
Cómo se ama sin reclamar.
Dinos; José
Cómo se vive siendo ‘número dos’.
Cómo se hacen cosas fenomenales desde
un segundo puesto.
Explícanos
Cómo se es grande sin exhibirse.
Cómo se lucha sin aplauso.
Cómo se avanza sin publicidad.
Cómo se persevera y se muere uno
sin esperanza de que le hagan un homenaje.
¿Difícil? Sí, pero por lo menos habría que intentarlo... con la ayuda del Señor y mirándonos en el espejo de San José.
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