miércoles, 27 de enero de 2016

Santa Devota, virgen y mártir - San Marino, abad (27 de enero)

Santa Devota, virgen y mártir

fecha: 27 de enero
†: c. 303 - país: Francia
canonización: 
Conf. Culto: (aprobación de la misa en su honor) 1984
hagiografía: Abel Della Costa
En Mariana, en la isla de Córcega, conmemoración de santa Devota, virgen y mártir.
patronazgo: patrona de Mónaco.
La vida terrena de santa Devota desarrolló en Córcega -en aquel momento provincia del Imperio Romano- en tiempos de la gran persecución ordenada por Diocleciano. Devota nació hacia el 283 en un lugar llamado Quercio, en las laderas que conectan el puerto romano de Mariana al centro de la ciudad, en la parte más elevada, en el territorio llamado actualmente Luciana, departamento de Haute-Corse.
La joven virgen había decidido consagrar su vida al servicio de Dios, pero fue víctima de una delación y a comienzos del 304 fue arrestada, encarcelada y torturada. Su craneo fue apedreado. Después de su muerte, el gobernador ordenó quemar su cuerpo, pero algunos cristianos lo salvaron de las llamas y lo pusieron en un barco con rumbo al África, donde -pensaban- alguien le daría cristiana sepultura. Pero en las primeras horas de la travesía se levantó una tormenta. De la boca del cadáver inanimado de Devota salió milagrosamente una paloma, que guió la embarcación el pequeño valle de Les Gaumates, que ahora forma parte del Principado de Mónaco, donde según la leyenda, ya había una capilla dedicada a San Jorge, mártir también de la persecución ordenada por Diocleciano. Aquí, según estas tradiciones, encalló la nave alrededor del 27 de enero, en un arbusto de flores muy temprano para la temporada de frío. El cuerpo mutilado de la joven mártir fue descubierto por pescadores y en su honor se erigió una capilla donde hoy se levanta la iglesia parroquial dedicada a ella, cerca del puerto de Mónaco. Los habitantes de Mónaco, así como los marineros de paso, comenzaron a reunirse en su tumba, y así comenzaron a verificarse los primeros milagros.
Este relato popular proviene de las muy difundidas (aunque tardías) "Actas", que se extienden en detalles sobre los diversos milagros que Dios obró en favor de sus fieles por mediación de la santa. Goza de gran veneración en Córcega y en Mónaco, lugares de los que es patrona. En 1612 Bernardo Landolius  realizó en Mónaco una estatua de la santa que luego Honorato II de Mónaco (el primer príncipe del lugar) dedicó. En 1820 fue proclamada, junto con santa Julia, patrona principal de Córcega, pero recién en 1894 le fue dedicada una iglesia allí. Desde 1984, con la aprobación de los textos de la misa en su honor, puede considerarse oficialmente confirmado el culto.
El relato está basado en el texto de Fabio Arduino en Santi e Beati. Las Actas pueden consultarse en Acta Sanctorum, enero, II, pág 770-71. A falta de datos fidedignos sobre su vida, los textos suelen extenderse sobre el amplio culto local que recibe la santa. La estatua que reproducimos es obra moderna, y se encuentra frente a la iglesia a ella dedicada en Córcega, su composición contiene la barca, la paloma y las flores, infaltables en la iconografía de la santa. 
Abel Della Costa
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Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=334



San Marino, abad

fecha: 27 de enero
†: c. 550 - país: Francia
otras formas del nombre: Mario, Mauro
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
En el monasterio de Bodón, en la región de Sisteron, en la Galia, san Marino, abad.
Pocas veces nos encontramos con narraciones de la vida de un santo tan contemporáneas como en este caso: san Marino murió hacia el año 550, y el autor de su «Vita», un escritor llamado Dynamio Patricio, conocido por muchas otras referencias, la escribió sólo unos 20 años más tarde. Lamentablemente, la recensión de ese escrito que ha llegado hasta nosotros es bastante más tardía, unos cuatro siglos, y puede sospecharse que el relato original ha sido adornado con elementos espurios. 
En sustancia la Vita nos cuenta que Marino fue de familia de mediano patrimonio, no de la nobleza, y que nació en Orleans, en fecha que no señala, pero anterior al 509, como veremos; en su ciudad natal entró en un monasterio de muy joven, pero a pesar de su edad, fue haciéndose conocido por su erudición y piedad. A tal punto destacó ("como lirio entre los árboles del bosque", nos resume gráficamente el autor) que Gundobado (muerto en el 509), rey del territorio de donde estaba la antigua diócesis de Sisterón de Dróme, puso sus ojos en él para dirigir la comunidad del monasterio de Bodón, posiblemente de fundación real, para lo cual fue encargado por el obispo Juan, de la dicha diócesis. Fue así Marino, no el fundador en sentido propio, pero sí el primer abad de este cenobio.
Allí se desarrolló toda su vida, de la que nada sabemos, excepto su especial carisma para los milagros y las profecías, ya que el resto de la Vita es una ininterrumpida sucesión de hechos portentosos y visiones del futuro, de lo que no sabemos cuánto proviene de testigos directos y cuánto es desarrollo de la tradición en las sucesivas recensiones de la obra. De todos modos, los milagros no llegan al ridículo en ningún momento, sino que todos ellos -asombrosos todos juntos- son perfectamente posibles como manifestación de un extraordinario poder taumatúrgico que el santo no sólo ejerció durante su vida, sino también después de su muerte, que él mismo predijo, y que ocurrió, como ya he dicho, hacia el 550.
Entre sus profecías se cuentan, no sólo su propia muerte, sino la de algunos otros, como la de san Donato, presbítero y eremita, la del fin de su cenobio, o las invasiones que pronto se abatirían sobre Italia. Realizó, tanto en vida como en gloria, muchos más milagros, "que no narraré para no fatigar al auditorio", tal como termina este capítulo de su Vita, y terminaré yo mismo esta hagiografía. El nombre de Marino, así como el lugar del cenobio, Bodón, nos han llegado en infinidad de variantes, de lo que prácticamente puede decirse que no hay dos autores que lo escriban igual.
Ver Acta Sanctorum, enero II, pás. 772ss. También Mabillión, Acta SS. Ordinis S. Benedicti, I, pág. 105 reproduce, con otras notas, la Vita de Dynamio. La imagen muestra una vista actual de los restos de la abadía de Bodón.
Abel Della Costa
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente enlace: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?idu=335

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