sábado, 1 de diciembre de 2018

San Eligio. Obispo. Patrono de Joyeros, orfebres y artesanos (1 de diciembre)

San Eligio. Obispo. Patrono de Joyeros, orfebres y artesanos

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San Eligio era orfebre. Construyó hospitales y monasterios. Se ordenó Sacerdote y luego fue Obispo. Patrono de orfebres y de artesanos

 
San Eligio, conocido también como San Eloy, fue el más famoso orfebre de Francia en el siglo VII y el principal consejero de Dagoberto I, rey merovingio de Francia. Fue nombrado obispo de Noyon-Tournai tres años después de la muerte del rey en el año 642. San Eligio trabajó durante veinte años para convertir a la población al cristianismo. San Eligio es el santo patrono de herreros, joyeros, trabajadores de metal, relojeros, cerrajeros, colectores de monedas y metales, etc...

Fiesta: 01 de Diciembre

Martirologio romano: Fue Obispo de Noyon. Era orfebre y acuñador de Clotario II, también tesorero de Dagoberto I. Construyó hospitales y monasterios y convirtió a numerosos paganos de su diócesis de Noyon. Es patrono de orfebres y de metalúrgicos. Murió de fiebre alta en Noyon, Francia, el 1 de diciembre del 660. Enterrado en la catedral de Noyon.Uno  de los santos mas populares de la Edad Media

Biografía de San Eligio, Obispo y Orfebre

La orfebrería es considerada por muchas personas como un arte menor, pero que es de suma importancia en la celebración pasional.
San Eligio nació alrededor del año 590 en Chatelac, cerca de Limoges, en Francia.
Según la tradición los padre de San Eligio pertenecían a una familia anglorromana establecida en las Galias.

Talentos de San Eligio

Siendo todavía un niño, San Eligio  entró de aprendiz en una orfebrería en Limoges. En seguida vieron todos que había nacido para orfebre.
Por consejo de su maestro se fue a París, donde conoció al tesorero del rey Clotario II, que andaba buscando un orfebre que le hiciera al rey un trono tal como él mismo había diseñado. Tenía que ser muy rico y muy artístico.
El tesorero entregó a San Eligio gran cantidad de oro y piedras preciosas, para que no tuviese que limitarse el orfebre por falta de materiales.
Hizo, no uno, sino dos tronos, con el material que le habían confiado, con lo cual se ganó Eligio la confianza del monarca, que llegó a nombrarlo consejero suyo.

Una vida valiosa y ejemplo para muchos

Además de buen orfebre y honrado a carta cabal, Eligio tenía un alma grande y misericordiosa para los pobres. Todo lo que ganaba lo repartía entre ellos, e incluso llegaba a pasar hambre por remediarles a ellos.
Tras la muerte del rey Clotario II en 629, Eligio ganó considerable influencia con el hijo, Dagoberto I, quien lo nombró canciller. Formó parte de una sociedad religiosa relacionada con el monasterio de San Columbano en Luxeuil. Protegió los monasterios y las reliquias de los santos.
Fundó un monasterio en Solignac en Limousin. En 632 el monasterio seguía una combinación de las reglas de San Benito y San Columba.
También fundó un convento femenino en París bajo la supervisión de Santa Aurea. Era conocido por su honestidad aun en las cosas pequeñas

El llamado a la vida religiosa

Tal era la fama de buena persona que tenía, que al fallecer el obispo le insistieron todos para que se ocupase él de los destinos de la diócesis. Aceptó, pero únicamente a condición de recorrer todos los pasos de la carrera sacerdotal.
San Eligio fue ordenado sacerdote en el año 640 y luego Obispo de Noyon y Tournai en el año 641. Sin duda alguna, Eligio fue un verdadero obispo por 19 años.
Evangelizó y cuidó de los enfermos con gran celo a pesar que al principio lo rechazaban como a un extranjero. Sus homilías manifestaban una profunda fe, eran sencillas y directas. Una de estas que se conserva advierte el peligro de la superstición y la adivinación.

Promovió el culto de los santos.

San Eligio  fabricó los preciosos relicarios en los cuales se guardaron las reliquias de San Martín, San Dionisio, San Quintín, Santa Genoveva y San Germán.
La habilidad del artista y su amistad con el monarca hicieron de él un personaje muy conocido en su siglo.

Se preocupó por los esclavos.

Durante el Concilio de Chalon c. 677, se prohibió la venta de esclavos y se ordenó que debían descansar los domingos y días de fiesta.
Dicen que uno de sus grandes dones era que contaba con el don de profecía. Predijo su propia muerte a sus compañeros sacerdotes. Antes de morir dijo:
"No lloren por mi. Felicítenme en vez. He esperado mucho por esta liberación" Encomendó a los suyos al Señor y murió el 1 de diciembre del año 660
Los que llevan el nombre de Eloy pueden sentirse reconfortados porque tienen como patrón una bellísima persona con las más importantes virtudes humanas, resumidas todas ellas en el amor a sus semejantes: un ejemplo muy atractivo. Pero además cuentan con la belleza intrínseca del nombre, cuya virtud es considerable.
Asimismo, los orfebres y joyeros tienen en su oficio un modelo de calidad artística y de calidad moral muy digno de imitación.

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