“He realizado una visita humanitaria en Irak por encargo del Santo Padre”. Palabras del Card. Filoni al concluir su viaje en Oriente Medio.
(RV).- (audio) El Card. Fernando Filoni, enviado personal del Papa Francisco en Irak, volvió a Roma después de varios días en este mortificado país. Este jueves por la mañana el Santo Padre lo recibió en audiencia, horas después de que el cardenal se entrevistara en Bagdad con el Presidente iraquí, Faud Masum, para entregarle un carta del Papa Francisco.
Escuchemos sus declaraciones para los micrófonos de Radio Vaticano en un servicio de nuestro compañero Alessandro Gisotti:
R.- El encuentro ha sido cordial. Yo estaba acompañado por el Patriarca Caldeo, el Patriarca Sako, por el Nuncio Apostólico y por Mons. Warduni. Le entregué la carta, a la cual el presidente responderá después; le narre un poco la experiencia de estos días y le señalé que mi visita no era política, sino era una visita humanitaria por encargo del Santo Padre y es por eso que en primer lugar fui a Erbil, donde la situación en Kurdistan es todavía muy seria y grave, y luego a Bagdad donde tuve este encuentro.
P.- ¿Cuál es la importancia de una carta del Papa Francisco al Presidente Iraquí en un contexto de compromiso por la paz?
R.- Esto está en el corazón, en la mente y en las acciones pastorales del Papa. Pues el Santo Padre, delante a situaciones de grave emergencia, no descarta la posibilidad de intervenir personalmente para manifestar lo que siente en su corazón en favor de los pobres. La cuestión en Irak no es sólo una tragedia para el pueblo iraquí, para nuestros cristianos o para los yazidi, sino es algo más que toca a todos los hombres que tienen en su corazón a la humanidad. Pequeñas o grandes minorías, diversos credos y diversas religiones, no existe algún argumento para no creer que todos estamos unidos por una misma dignidad humana, que debe ser cuidada, defendida y valorada.
P.- ¿El Papa Francisco, en el avión de regreso a Corea, durante la conferencia de prensa dijo: “Estoy dispuesto, mejor dicho, me hubiese gustado haber ido a Irak. Pero estoy dispuesto a ir si esto fuera necesario?
R.- Conociendo el corazón, la mente y el motivo por el cual me enviaba, no tengo duda alguna que en ese momento él hubiese ido, ciertamente no habría dejado de hacerlo, a pesar de las diferentes situaciones que podían haber surgido. Pues estoy seguro que mi intuición no estaba equivocada.
P.- ¿El Papa también ha dicho: “detener al agresor injusto es lícito”. Cómo se han recibido estas palabras en Irak?
Yo creo que el Santo Padre no hizo otra cosa que manifestar el pedido de todos los cristianos, de todos los yazidi, de todas estas personas refugiadas, que tienen el deseo de retomar sus propias vidas, su propia dignidad. Ante esta situación precaria, y también dura, yo creo que aquí no se trata de la guerra: nosotros no podemos estar jamás a favor de la guerra, pero existen conflictos donde por defender a los más pobres – pensamos en nuestros cristianos que no tenían armas, los yazadi que no tenían armas – han sido sacados de sus propias tierras, agredidos en su propia dignidad, sustraídos de sus propias familias. Ahora, ¿Podemos permanecer indiferentes? Se trata de defender los derechos de toda persona de buena voluntad. Cada uno lo debe de hacer según su propia capacidad. El Santo Padre lo hace con toda su capacidad moral y espiritual. Cada uno después a nivel civil, a nivel social, a nivel personal asumir su propia responsabilidad. Si nosotros no intervenimos, luego tendremos el genocidio y tal vez después de alguna semana un remordimiento de conciencia, como desgraciadamente ha sucedido en el pasado en algunas situaciones dramáticas como en África. Por ejemplo no pensemos que la situación de las 450 niñas robadas de sus casas sea un caso cerrado. Son aspectos sobre los cuales creo yo, que cualquier persona podría pensar: “esta niña, esta joven podría ser mi hermana, uno de mi familia. ¿Podría yo ser indiferente? ¿No haría de todo para liberarla?
(RM - RV)
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