domingo, 3 de enero de 2016

EN TIEMPO DE ADVIENTO… ¡SE BUSCAN HOMBRES Y MUJERES! 03012016

EN TIEMPO DE ADVIENTO… ¡SE BUSCAN HOMBRES Y MUJERES!
A principios del siglo pasado, un explorador inglés escribió un anuncio en un periódico en busca de personal para atravesar por primera vez la Antártida. El anuncio decía lo siguiente:
"Se buscan hombres para viaje peligroso. Salario bajo, frío agudo, largos meses en la más completa oscuridad, peligro constante, y escasas posibilidades de regresar con vida. Honores y reconocimiento en caso de éxito
Pese a la crudeza y sinceridad del anuncio, se recibieron unas 5.000 solicitudes, lo que demuestra el interés que despertó el reto… Esta expedición acabó en un fracaso en su propósito, pero en un éxito en el ámbito de la superación humana ante las adversidades de los elementos.
Si ahora, con la misma intención, pusiéramos un anuncio en la prensa ofreciendo un reto aún mayor como anunciar el reino de Dios entre los hombres,  sin dejar de mencionar el premio al final de la salvación del alma propia y de los semejantes… ¿cómo lo escribiríamos?
Se buscan hombres y mujeres para un viaje que dura toda la vida. No importa la edad, ni la capacidad o preparación de los aspirantes, como tampoco el lugar de procedencia, ni la lengua que se hable, ni la raza, tan solo la disposición de volver a ser un niño para dejarse querer, abandonarse y hacer por Dios Padre, aprender de su Hijo el camino de Salvación que con su redención nos invita a imitarle y compartirlo con los demás
 “Se ofrece incomprensión humana, viajar contracorriente, momentos difíciles pero no imposibles, caídas en el camino pero la gracia de Dios para levantarse, momentos áridos y de oscuridad pero superables con el alimento eterno del Cuerpo y Sangre de Cristo, aprendizaje de nuestro Señor para cargar sin desfallecer con la cruz de cada día, enseñando a los demás: el amor de Dios con nosotros,  una felicidad ya aquí en la Tierra, diferente a la que  nos ofrece el mundo ; y la promesa de la vida eterna en el Cielo, junto a Dios Padre y su Hijo Jesucristo, al concluir el viaje”.
En definitiva…  un viaje donde el amor a Dios y a los hermanos, sea nuestro objetivo inicial y final, con la certeza de que  nunca estaremos solos y de que  la misericordia de Dios  está con nosotros…
Como todo anuncio que se precie, habría que añadir una  dirección donde acudir a apuntarse y  a la persona de contacto:
Razón: La Casa de Dios (Iglesia de tu barrio)
Persona de contacto: Jesucristo, nuestro Señor, que se encuentra siempre en el Sagrario.
Ahora, en este nuevo tiempo de Adviento, donde Dios Padre nos invita a prepararnos para encontrarnos con su Hijo y a abrirnos a la Esperanza y a la Confianza, tal y como nos enseña la Virgen María, ¿Cuántos de nosotros acudiremos a su “anuncio de amor y salvación”?

Eduardo JB 

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