CONSUELO PARA EL DEMONIO
Una antigua leyenda cristiana:
Cuando el Hijo de Dios fue clavado en la cruz y 'entregó su espíritu, descendió inmediatamente a los infiernos y liberó a todos los pecadores que allí sufrían tormentos.
Y el demonio se afligió y lloró, porque creía que ya no conseguiría más pecadores para el infierno. Entonces le dijo Dios: «No llores, que yo he de enviarte a todas esas santas personas que se complacen en la autoconciencia de su bondad y dé su santurronería y en la condenación de los pecadores. Y el infierno volverá a llenarse una vez más, durante generaciones, hasta que decida yo regresar de nuevo».
MEJOR DORMIR QUE MURMURAR
Sa'di de Shiraz relata esta historia acerca de sí mismo: Cuando yo era niño, era un muchacho piadoso, ferviente en la oración y en las devociones. Una noche estaba yo velando con mi padre, mientras sostenía el Corán en mis rodillas. Todos los que se hallaban en el recinto comenzaron a adormilarse y no tardaron en quedar profundamente dormidos. De modo que le dije a mi padre: «Ni uno solo de esos dormilones es capaz de abrir sus ojos o alzar su cabeza para decir sus oraciones. Diría uno que están todos muertos "Y mi padre me replicó: «Mi querido hijo, preferiría que también tú estuvieras dormido como ellos, en lugar de murmurar».
La conciencia de la propia virtud es un riesgo muy propio de quien se embarca en la oración y en la piedad.
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