Fijarse en la forma
exterior del "yo" es comparar y discriminar. Así no hallará paz. Ni
tampoco le hallará si pasa mucho tiempo buscando a la persona perfecta o al
maestro perfecto. El Buda nos enseñó a observar el Dhamma, la verdad, y no a
fijarnos en las otras personas.
105
Cualquiera puede
construir una casa de madera y ladrillos, pero el Buda nos enseñó que esa clase
de hogar no es nuestro verdadero hogar. Es una casa en el mundo y sigue los
caminos del mundo. Nuestro hogar verdadero es la paz interior.
106
El bosque es
apacible, ¿por qué usted no? Usted se aferra a las cosas causando su propia
confusión. Deje que la naturaleza le enseñe. Escuche el canto de los pájaros y
después déjelo ir. Si conoce a la naturaleza, conocerá el Dhamma. Si conoce al
Dhamma, conocerá a la naturaleza.
107
Buscar la paz es
como buscar una tortuga con bigotes. Usted no será capaz de encontrarla. Pero
cuando su corazón esté listo, la paz vendrá a buscarlo a usted.
La virtud, la
concentración y la sabiduría componen el Camino. Pero este Camino no es la
verdadera enseñanza todavía; no es lo que el maestro quería en realidad, sino,
sencillamente, el Camino que lo llevará hasta allí. Por ejemplo, digamos que
viajó por la ruta desde Bangkok hasta Wat Pah Pong, la ruta fue necesaria para
su viaje, pero usted estaba buscando Wat Pah Pong, el monasterio, y no la ruta.
Del mismo modo, podemos decir que la virtud, la concentración y la sabiduría
son la parte exterior de la verdad del Buda, sin embargo son la ruta que
conduce a la verdad. Cuando haya desarrollado estos tres factores, obtendrá
como resultado la paz más maravillosa.
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