viernes, 26 de septiembre de 2014

El Maestro (No Ajahn Chah).Libro de reflexiones


El Maestro

 
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Usted es su propio maestro. Estar buscando maestros no puede resolver sus propias dudas. Investíguese a sí mismo para encontrar la verdad – adentro, no afuera. Lo más importante es conocerse a sí mismo.

 
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Uno de mis maestros comía muy rápido. Hacía ruidos mientras comía. Aún así nos decía que comiésemos lenta y concienzudamente. Yo solía observarlo y me enojaba mucho. Yo sufría, ¡pero él no! Es que yo prestaba atención a la forma exterior. Tiempo después aprendí que algunas personas conducen rápido, pero con cuidado, y que otras conducen con lentitud, pero tienen muchos accidentes. No se apegue a las reglas, a la forma exterior. Si presta atención a los otros en un diez por ciento del tiempo y se observa a sí mismo en un noventa por ciento, su práctica está bien.

 
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Los discípulos son difíciles de enseñar. Algunos saben, pero no se molestan en practicar. Otros no saben y tampoco tratan de averiguar. No sé qué hacer con ellos. ¿Por qué razón los humanos tienen mentes así? Ser ignorante no es bueno, pero aún si se los digo, a pesar de eso, no escuchan. Las personas están colmadas de dudas en su práctica. Siempre dudan. Quieren ir al Nibbana pero no quieren recorrer el camino. Es frustrante. 

  Cuando les digo que mediten, se asustan, y si no se asustan, lisa y llanamente se adormecen. En la mayoría de los casos les gusta hacer cosas que yo no enseño. Este es el dolor de ser maestro.

 
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Si pudiésemos darnos cuenta de la enseñanza del Buda fácilmente, no necesitaríamos tantos maestros. Cuando entendemos las enseñanzas sólo hacemos lo que se requiere de nosotros. Pero lo que hace a las personas tan difíciles de instruir es que no aceptan las enseñanzas y polemizan con el maestro y con las enseñanzas. Frente al maestro se comportan un poco mejor, ¡pero a sus espaldas se convierten en ladrones! La gente de veras es difícil de enseñar.

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