VATICANO - Jornada Mundial de Oración por
las Vocaciones y la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol: hoy la misión
llama por todas partes.
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VATICANO - Jornada Mundial de Oración por
las Vocaciones y la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol: hoy la misión
llama a todas partes.
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones, que se ha convertido en un evento tradicional en la Iglesia,
fue instituida por el Papa Pablo VI y celebrada oficialmente por primera
vez el domingo 12 de abril de 1964. Para resaltar el verdadero significado
de esta Jornada y su vínculo con la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol
(POSPA), la Agencia Fides ha realizado algunas preguntas al P. Guy Bognon,
PSS, Secretario General de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol (POSPA),
una de las cuatro Obras Misionales Pontificias.
¿Cuáles son los motivos de la Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones?
Hoy en día se tiende a considerar la palabra “vocación” en su sentido
general de inclinación particular por un determinado tipo de vida, un tipo
de actividad, y en consecuencia a extender esta Jornada de Oración a todo
tipo de estados de vida. Para hacerse una idea más clara, hay que
remontarse al origen de esta iniciativa, que tiene sus raíces en un
objetivo preciso definido por el propio Papa Pablo VI. No se trataba de
rezar por cualquier tipo de actividad o estado de vida. No se trataba, por
ejemplo, de organizar una jornada de oración para pedir muchas personas que
opten por la vida matrimonial para ser esposas y esposos, madres y padres
en el mundo, porque no había escasez en este ámbito. El objetivo de esta
Jornada era, y sigue siendo, sobre todo el de rezar para que haya muchas
personas, especialmente jóvenes, que decidan comprometerse con la vida
sacerdotal y religiosa para anunciar a Cristo al mundo durante toda su
vida.
El primer mensaje del Papa para la primera Jornada de Oración por las
Vocaciones, el sábado 11 de abril de 1964, comenzaba con estas palabras,
que se hacen eco de la invitación de Cristo: “Rogad al Dueño de la mies que
envíe obreros para su Iglesia” (cf. Mt. 9,38). Y la siguiente frase explica
el motivo de esta exhortación: “Al contemplar la ilimitada extensión de
verdes campos espirituales, que en todo el mundo esperan manos
sacerdotales, brota de nuestras almas una sentida llamada al Señor, de
acuerdo con la invitación de Cristo”.
Esta invitación del Papa, que retoma las mismas palabras de Cristo, surge,
pues, del triste hecho de que faltan pastores y almas dedicadas total y
enérgicamente a las múltiples necesidades pastorales en el campo de la
misión evangelizadora. Por eso, en este primer mensaje la Jornada se denominó
“Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas”.
Ante esta escasez, la Iglesia invita a todos a dirigirse a Dios, el Señor
de la mies, para que despierte en muchos la buena voluntad de dedicarse en
cuerpo y alma al servicio de los hermanos.
Esta llamada a la oración se dirige a todos los miembros del Pueblo de
Dios, y la oración que hay que hacer es en favor de todos los miembros del
Pueblo de Dios, para que cada uno, a su nivel y según su situación,
contribuya al florecimiento y desarrollo de las vocaciones sacerdotales y
religiosas.
La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, que se ocupa de la formación del
clero local mediante el apoyo a los seminarios diocesanos e interdiocesanos
y a las casas de formación religiosa en los territorios de misión, constata
cada año el aumento del número de seminaristas y novicios que eligen la
vida sacerdotal y religiosa. Considerando, por ejemplo, los datos del curso
2018-2019 (737 seminarios para 76.759 seminaristas) y los del curso 2019-2020
(781 seminarios para 79.380 seminaristas), vemos un aumento de 44
seminarios y 2.621 seminaristas.
¿Cuáles son las razones, al menos aparentes, del aumento de las vocaciones
sacerdotales en los territorios de misión?
En general, y desde el punto de vista de la fe, podemos afirmar que el
aumento del número de vocaciones sacerdotales y religiosas es un signo
palpable de que el Señor está respondiendo a las oraciones de su pueblo que
clama a Él por sus necesidades, y al mismo tiempo está asumiendo su parte de
responsabilidad. Como bien dice el Santo Papa Juan Pablo II en la
Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis (2), “el don de Dios no destruye
la libertad humana, sino que la suscita, la desarrolla y la exige”. Además,
en la Iglesia, “la confianza total en la fidelidad incondicional de Dios a
su promesa va acompañada de la grave responsabilidad de cooperar en la
acción de Dios que llama, para ayudar a crear y mantener las condiciones en
las que el buen grano, sembrado por Dios, pueda arraigar y dar abundante
fruto”.
Estas condiciones, hasta cierto punto, constituyen probablemente el terreno
fértil del que surgen las vocaciones sacerdotales y religiosas en ciertos
países donde la lógica humana menos se lo espera. Según el testimonio de
los formadores de las casas de formación, los lugares de origen de los
jóvenes que llegan a los seminarios suelen ser rurales o modestos, familias
sencillas de situación material humilde. Algunos de estos jóvenes
experimentan la pobreza, se hacen sensibles a los sufrimientos de los
indigentes, los enfermos, los sin voz, los abandonados, los humillados, y
sienten en lo más profundo de su ser la llamada a consagrar totalmente su
vida al servicio de estas personas. Habiendo experimentado el dolor de las
situaciones difíciles, han adquirido la capacidad de silencio, reflexión,
cultura personal, vida espiritual y oración. Están más dispuestos a
escuchar la discreta y delicada llamada de Dios que pide su disponibilidad.
Los lugares donde abundan las vocaciones son lugares donde se vive la fe
con fervor. Para tener sacerdotes o personas consagradas, se necesitan
primero cristianos. Muchas vocaciones son fruto de la vitalidad de la fe
vivida con alegría, sin complejos, sin vergüenza; con la práctica regular y
alegre de los sacramentos, según las reglas de la Iglesia.
Las vocaciones surgen de ambientes en los que se cree en la Iglesia
católica y en sus enseñanzas sin tratar de tomar sólo lo que nos gusta, lo
que nos apacigua, rechazando con facilidad y sin escrúpulos lo que
consideramos difícil, duro o anticuado. Son lugares donde los agentes de
pastoral, los sacerdotes, los religiosos y las religiosas dialogan
fácilmente con los jóvenes, a través de proyectos pastorales multifacéticos
y de una cuidadosa enseñanza catequética; lugares donde los jóvenes tienen
la certeza de que una experiencia en la Iglesia no limita su libertad, sino
que la enriquece y les ayuda a realizarla más plenamente.
Se trata de parroquias o diócesis en las que la pastoral vocacional, sin
demasiadas complicaciones intelectuales y abstractas, se estructura y
organiza en la sencillez de las realidades locales, para acompañar
asiduamente a los jóvenes en la búsqueda de la voluntad de Dios para sus
vidas, con rigor y amor. Esto demuestra que, incluso en estos países de misión
donde las vocaciones son generalmente numerosas, se nota su disminución o
incluso su inexistencia en las parroquias donde los párrocos se preocupan
poco por los jóvenes y tienen dificultades para establecer una buena
pastoral vocacional.
Por último, cabe señalar que los lugares donde crecen claramente las
vocaciones sacerdotales y religiosas son los territorios y las diócesis
donde todavía están presentes los seminarios menores, cuya finalidad es
“ayudar a la maduración humana y cristiana de los adolescentes en los que
se manifiestan los primeros signos de la vocación al sacerdocio
ministerial, para que crezcan en una libertad interior propia de su edad,
que les permita corresponder al proyecto de Dios sobre sus vidas”. (RF
n.18). Según los testimonios de los rectores, los seminarios menores
constituyen la principal fuente de ingreso de candidatos en los seminarios
preparatorios y en los seminarios mayores, así como en las casas de
formación religiosa. Ante este aumento de las vocaciones, que genera la necesidad
de crear nuevos seminarios, la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol se
siente aún más directamente implicada en su papel y busca siempre formas y
medios para contribuir a la formación de estos jóvenes que sienten una
llamada especial a la vida consagrada.
¿Qué papel desempeña hoy la POSPA en el campo de las vocaciones?
Como hemos señalado, las vocaciones sacerdotales proceden en gran medida de
entornos económicamente modestos, de familias que no pueden hacer frente a
todos los gastos que exige la larga y exigente formación al sacerdocio.
Pero la formación de un joven que siente la llamada divina no es sólo
asunto de su familia, y ni siquiera sólo de su parroquia de origen, es
asunto de toda la Iglesia universal. Por eso, los seminarios y las casas de
formación religiosa necesitan la colaboración generosa de todos los fieles
para dar a los candidatos la formación adecuada que les permita ser
pastores y misioneros para la Iglesia.
Por esta razón, cuando se trata de ayudar a los seminarios, el papel central
de la POSPA sigue siendo relevante e ineludible. Hoy, sin la contribución
de POSPA, que se sirve de las colectas puestas a su disposición por las
Direcciones Nacionales de las Obras Misionales Pontificias de todo el
mundo, muchos seminarios se verían obligados a cerrar, la creación de
nuevos seminarios, que se necesitan con urgencia, sería difícil o incluso
imposible, y muchos jóvenes capaces de convertirse en buenos sacerdotes se
verían obligados a tomar otro camino para sus vidas.
Teniendo en cuenta los datos más recientes, para el curso 2019-2020, el
POSPA ha enviado subsidios y becas ordinarias a:
- 439 Seminarios Menores, con un número total de 50.239 Seminaristas
Menores, de los cuales el 75% estaban en África, el 20% en Asia, el 3% en
América y el 2% en Oceanía, por un importe total de 3.584.850 USD.
- 120 Seminarios Propedéuticos con un número total de 6.003 Seminaristas,
de los cuales el 88% en África, el 12% en Asia, el 1% en América, por un
importe total de 1.634.838,00 USD.
- 222 Seminarios Mayores con un total de 23.138 Seminaristas Mayores, de
los cuales el 68% en África, el 28% en Asia, el 3% en América y el 1% en
Oceanía, por un valor total de 11.249.091,60 USD.
El total asciende a 781 seminarios con un total de 79.380 seminaristas, con
un subsidio ordinario total de 16.468.779,60 USD.
Además de los subsidios ordinarios que sirven para el funcionamiento diario
de los Seminarios, existen también los “subsidios extraordinarios” que se
refieren a grandes construcciones o a importantes realizaciones materiales
necesarias para la vida del Seminario. Por último, teniendo en cuenta el
nivel que requiere la formación de los candidatos, se desea y se apoya la
realización de sesiones de formación permanente, en varios países, para los
formadores de los Seminarios.
La Obra de San Pedro Apóstol, además de los Seminarios en los que se forman
los sacerdotes diocesanos, se ocupa también de los Novicios de las
Congregaciones en los territorios de misión, enviando cada año una modesta
contribución como subvención ordinaria a los Noviciados de las
Congregaciones Religiosas, de derecho diocesano y pontificio. Según las
cifras más recientes, hay 1.200 noviciados con un número total de 7.845
novicios, de los cuales 2.801 son chicos y 5.044 chicas. Las vocaciones
religiosas también son numerosas y se multiplican especialmente en África y
Asia.
A pesar del fuerte aumento de la curva de las vocaciones en los territorios
de misión, la cosecha sigue creciendo y la necesidad de trabajadores se
hace sentir siempre, sobre todo si se piensa en las Iglesias que más los
necesitan en este momento, cuando la misión llama por todas partes. Por
vocación, cada Iglesia local está llamada a reflejar y compartir las
necesidades de la Iglesia universal y, por tanto, de todas las demás
Iglesias, a través de la oración y del compartir. Cualquiera que sea la
necesidad o la urgencia de la misión en su propio territorio, cada Iglesia
debe ser capaz de interesarse por lo que viven las demás Iglesias y de
compartir con ellas sus recursos, para extender el Cuerpo de Cristo hasta
los confines de la tierra y hasta el final de los tiempos. Nunca rezaremos
lo suficiente por las vocaciones sacerdotales y religiosas, y las Jornadas
Mundiales por esta intención serán siempre esperadas y celebradas con
fervor para la gloria de Dios y la Salvación del mundo.
(SL) (Agencia Fides 24/4/2021)
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El texto completo de la entrevista, en francés, en el sitio web de Omnis
Terra -> http://omnisterra.fides.org/articles/view/160
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VATICANO - Jornada Mundial de Oración por
las Vocaciones: crecen en África y Asia
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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La “Jornada Mundial de
Oración por las Vocaciones” se celebra el cuarto domingo de Pascua, este
año el 25 de abril, que se conoce como “Domingo del Buen Pastor”, ya que en
la liturgia eucarística se proclama el pasaje del Evangelio de Juan en el
que Jesús se presenta como “el Buen Pastor”.
El Papa Francisco, en su mensaje para la 58ª Jornada de las Vocaciones del
25 de abril de 2021, hace referencia a la figura del Esposo de María, en el
Año dedicado al Patrón de la Iglesia católica, y a sus sueños: José decidió
encomendarse a Dios y su vida se convirtió en una “obra maestra”, por lo
que puede considerarse el modelo de toda vocación. “Dios ve el corazón y en
san José reconoció un corazón de padre, capaz de dar y generar vida en lo
cotidiano. Las vocaciones tienden a esto: a generar y regenerar la vida
cada día. El Señor quiere forjar corazones de padres, corazones de madres;
corazones abiertos, capaces de grandes impulsos, generosos en la entrega,
compasivos en el consuelo de la angustia y firmes en el fortalecimiento de
la esperanza. Esto es lo que el sacerdocio y la vida consagrada necesitan,
especialmente hoy, en tiempos marcados por la fragilidad y los sufrimientos
causados también por la pandemia, que ha suscitado incertidumbre y miedo
sobre el futuro y el mismo sentido de la vida. San José viene a nuestro
encuentro con su mansedumbre, como santo de la puerta de al lado; al mismo
tiempo, su fuerte testimonio puede orientarnos en el camino”.
La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones ofrece, por tanto, una
oportunidad para rezar, reflexionar y profundizar en el don y el misterio
de la llamada de Cristo a seguirle, y en la responsabilidad de cada
bautizado de sostener el camino de quienes, en cada rincón de la tierra, se
convierten en misioneros del Evangelio. Observando las estadísticas de los
últimos años, es evidente que las vocaciones crecen en los territorios
definidos como “de misión”, en África y Asia, mientras que disminuyen
constantemente en Europa, alternando entre ligeros descensos y aumentos, en
América y Oceanía.
Tomando en consideración 5 años, desde el 31 de diciembre de 2014 hasta el
31 de diciembre de 2018, según los datos del Anuario Estadístico de la
Iglesia procesados por la Agencia Fides, se pueden hacer algunas
observaciones.
El número de sacerdotes, diocesanos y religiosos, en el mundo ha pasado de
415.792 (en 2014) a 414.065 (en 2018). El desglose continental: África de
42.915 a 47.812; América de 122.989 a 122.383; Asia de 63.610 a 68.265; Europa
de 181.642 a 170.036; Oceanía de 4.636 a 4.669.
Había 54.559 religiosos no sacerdotes en el mundo en 2014 y 50.941 en 2018.
África ha pasado de 8.758 a 8.996; América de 15.636 a 14.125; Asia de
11.921 a 12.280; Europa de 16.788 a 14.274; Oceanía de 1.456 a 1.266.
Las mujeres religiosas en el mundo han pasado de 682.729 (en 2014) a
641.661 (en 2018). África de 70.608 a 76.219; América de 177.605 a 160.032;
Asia de 170.366 a 174.165; Europa de 256.137 a 224.246; Oceanía de 8.013 a
6.999.
Los seminaristas mayores, diocesanos y religiosos, en todo el mundo han
pasado de 116.939 (en 2014) a 115.880 (en 2018). África de 28.528 a 32.212;
América de 33.985 a 31.414; Asia de 34.469 a 34.719; Europa de 18.945 a
16.518; Oceanía de 1.012 a 1.017.
Y por último, los seminaristas menores, diócesis y religiosos, en todo el
mundo han pasado de 102.942 (en 2014) a 100.164 (en 2018). África de 53.339
a 53.555; América de 14.008 a 12.106; Asia de 25.646 a 25.406; Europa de
9.747 a 8.920; Oceanía de 202 a 177.
(SL) (Agencia Fides 24/4/2021)
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Para más detalles sobre las estadísticas de la Iglesia, véase el Dossier
Anual de la Agencia Fides -> http://www.fides.org/es/stats
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EUROPA/ESPAÑA - Jornada Mundial de Oración
por las Vocaciones Nativas: el Evangelio recibido por los misioneros ha
arraigado y está dando frutos
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Madrid (Agencia Fides) – La sugerencia del
Papa Francisco a los jóvenes, de preguntarse “¿Para quién soy yo?” (cfr.
Christus vivit 286) es el lema de la Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones y Vocaciones Nativas que la Iglesia de España celebra el 25 de
abril, IV domingo de Pascua. Organizada por la Conferencia Episcopal
Española (CEE), por la Conferencia de
Religiosos (CONFER), por la Conferencia de Institutos
Seculares (CEDIS), y por las Obras Misionales
Pontificias (OMP) la Jornada es una ocasión para la reflexión, la
oración y para apoyar las vocaciones, sobre todo en los territorios de
misión.
Como se subraya en el subsidio para la preparación y animación de la
Jornada, “las Vocaciones Nativas, son aquellas que surgen en los
Territorios de Misión y que muchas veces tienen serias dificultades
materiales para seguir adelante. Dichas vocaciones han recibido el
Evangelio de los misioneros, son el signo de que este ha arraigado en sus
culturas y se convierten en una pieza clave para el futuro de sus Iglesias
locales. En los últimos treinta años estas vocaciones se han duplicado.
Esta Jornada nos invita a colaborar económicamente en su formación”.
Para ello, se ha creado una página web con los testimonios de quienes han
respondido a la pregunta existencial del Papa, que es la pregunta que todo
seguidor de Cristo debería hacerse (http://paraquiensoy.com). Además de los
testimonios en vídeo de mujeres y hombres que han respondido con su vida,
está disponible el mensaje del Papa para la Jornada, el manifiesto,
esquemas de catequesis para varios grupos de edad, sugerencias para una
semana de oración, el esquema de una vigilia de oración para jóvenes y
adultos, un subsidio litúrgico para el cuarto domingo de Pascua. También se
indica cómo se puede colaborar con las vocaciones en los países de misión a
través de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, una de las cuatro Obras
Misionales Pontificias, que trabaja en favor de las vocaciones nativas,
para dar apoyo a los muchos jóvenes que necesitan recursos materiales para
decir sí a su llamada.
A través del canal de Youtube de la Jornada, se ha presentado el himno de este
día, a cargo del grupo Hakuna. En la víspera de la jornada, el sábado 24 de
abril, habrá una Vigilia de Oración por las Vocaciones. El 25 de abril, la
retransmisión de la Santa Misa desde 2 TVE a partir de las 10:30 horas
permitirá a todos los fieles que no puedan asistir personalmente a la
Eucaristía del domingo, unirse a la oración común de la Iglesia por las
vocaciones.
Actualmente, según datos de la Comisión Episcopal del Clero y Seminarios de
la CEE, son 1.066 los seminaristas mayores de todas las diócesis españolas
(62 menos que el curso anterior) y fueron ordenados presbíteros 126 (2
más). Y en los seminarios menores de nuestro país hay 827 seminaristas (el
pasado ejercicio eran 890), de los cuales pasaron al seminario mayor 25 (3
más que el año precedente)
Respecto a los institutos religiosos y sociedades de vida apostólica, según
las estadísticas de CONFER de octubre de 2020, sus miembros son 37.286: de
ellos, 28.323 religiosas (contando 659 junioras), de 302 congregaciones; y
8.963 religiosos (con 260 juniores), de 109. Ello supone un descenso de
1.402 respecto a 2019. A enero de 2021, las cifras de CEDIS, la Conferencia
Española de Institutos Seculares, hablan de 2.354 integrantes (36 menos que
a comienzos de 2020). De esos institutos, 26 son de fundación española,
mientras que otros 14, fundados fuera de nuestras fronteras, tienen
miembros presentes en España. En todos los casos, su carisma es seguir a
Cristo y vivir su compromiso apostólico, insertos en el mundo.
(SL) (Agencia Fides 24/4/2021)
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ÁFRICA - Jornada de las Vocaciones: para
los Misioneros Combonianos “el buen testimonio es contagioso”.
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Roma (Agencia Fides) – “África es un continente de esperanza
en lo que se refiere a las vocaciones a la vida consagrada misionera
comboniana. Es un tiempo de bendición como lo fue para Europa después de la
Segunda Guerra Mundial”, afirma el p. Elias Essognimam Sindjalim,
Secretario general de la formación de los Misioneros Combonianos (MCCJ), en
una entrevista con la Agencia Fides.
¿Puede darnos una idea de la situación de las vocaciones combonianas?
Este año tenemos treinta y siete novicios que harán su primera profesión en
el mes de mayo: el 8,1% procede de Asia, casi el 19% de América y el 72,9%
es africano.
Hay 147 estudiantes de teología y hermanos en la etapa final de la
formación básica en este curso 2020-2021. El 86,39% son africanos, el 2,04%
son asiáticos, el 10,88% son americanos y el 0,68% son europeos. De estos
147 estudiantes, el 10% son religiosos no sacerdotes, los llamados
hermanos. Es importante destacar que somos un instituto de sacerdotes y
hermanos que desempeñan ministerios complementarios en la misión.
Las circunscripciones combonianas (provincias y delegaciones) que registran
el mayor número de candidatos y jóvenes en formación en África son la
República Democrática del Congo, Togo-Ghana-Benín, Mozambique,
Malawi-Zambia y Uganda. Últimamente las cifras están aumentando en Sudán
del Sur y Kenia.
¿En qué contextos florecen las vocaciones?
En la historia del instituto, las primeras vocaciones africanas procedían
casi exclusivamente de las parroquias y de las obras sociales de los
misioneros combonianos. Pero las cosas han cambiado, ahora los jóvenes que
piden ser combonianos vienen también de parroquias no combonianas a causa
de la globalización, pero sobre todo como fruto del servicio de animación
misionera realizado a través de las revistas misioneras y de la promoción
vocacional en la que ha invertido nuestro instituto, así como de las
pastorales sociales.
La mayoría procede de Iglesias vivas en las que cuentan con el testimonio
de muchas personas consagradas (combonianos o no) y de laicos que les
animan a considerar la opción de la vida religiosa. Algunos dicen que los
africanos entran en la vida religiosa por la pobreza. Creo que el verdadero
humus para las vocaciones es la vivacidad y la vitalidad de las Iglesias
locales africanas, en las que los jóvenes encuentran un espacio para crecer
en su fe. Aunque esta motivación para salir de la pobreza pueda estar
presente en algunos candidatos, es algo que viene depurado en el largo
proceso de formación de los combonianos.
¿Qué impulsa a un joven africano a hacerse sacerdote y misionero comboniano
hoy en día?
La primera causa es, sin duda, la vida de fe vivida en las familias y en
las Iglesias locales, con su vitalidad y vivacidad, como he dicho antes.
Donde hay una vida de fe, actúa el Espíritu, y sólo un joven inmerso en
esta vida de fe puede escuchar la voz de Dios que le llama a emprender su
camino vocacional. La segunda razón es el testimonio de vida y de misión de
tantos misioneros comprometidos en África. Muchos jóvenes nos dicen “quiero
ser misionero como tal persona”, aún sin saber todo lo que significa ser
misionero comboniano. El buen testimonio es contagioso. El tercer punto es
el impacto social de las obras de caridad de los misioneros. En muchos
países africanos es la pastoral social de la Iglesia (en escuelas,
hospitales, centros de promoción humana, justicia, paz e integridad de la
creación, etc.) la que salva la vida de tantas personas cada día, de forma
concreta.
¿Cuáles son los retos en esta situación de abundancia de vocaciones?
Si las vocaciones son una bendición, también son una responsabilidad. Ante
el gran número de candidatos hay que contar con la responsabilidad de la
calidad de la formación y de vivir los compromisos de la vida religiosa a
lo largo de toda la vida. Por eso los retos son muchos, como ejemplo cito
los cuatro más importantes.
El primer desafío es discernir bien las vocaciones, acompañarlas y
formarlas para que vivan los compromisos de la vida religiosa a lo largo de
su vida. El Instituto en los últimos diez años ha invertido mucho en
personal y medios económicos para preparar a los formadores y promotores
vocacionales. El Capítulo de 2009 eligió el modelo educativo de integración
(integrar todas las energías y dimensiones de la vida de la persona en
torno al centro vital que es Cristo) como modelo a seguir en el
acompañamiento y formación de nuestros candidatos. Por ello, en los últimos
años, los formadores y promotores vocacionales se han formado en este
modelo utilizando principalmente la escuela de formadores de la Universidad
Gregoriana, la de la Universidad Salesiana y también las escuelas de
formadores de antiguos alumnos del Instituto Gregoriano de Psicología que
se encuentran en los distintos continentes. También se han organizado
asambleas continentales de formación para la formación continua con los
formadores y promotores y para discutir juntos los problemas de la
formación tratando de contextualizarla.
El segundo reto es económico, ya que es necesario adaptar las estructuras
de formación al creciente número de personas, invertir en estudios de
calidad y disponer de medios económicos para sostener a los candidatos y
formadores en las casas de formación. Por el momento, este reto se está
superando gracias a la solidaridad de las circunscripciones de Europa y de
Estados Unidos y Canadá. Pero también hay iniciativas autosuficientes que
están creciendo en las grandes ciudades donde trabajamos.
El tercer desafío es el de la interculturalidad, que desde siempre es el
más importante para nuestro Instituto porque desde su fundación ha sido
llamado a dar testimonio de la catolicidad de la Iglesia formando
comunidades internacionales e interculturales en la misión. Este reto se
aborda estructurando la formación en los Noviciados, Escolasticados y
Centros de Formación para Hermanos con la internacionalidad. Los proyectos
de formación están diseñados para ayudar a los candidatos a pasar de la
multiculturalidad a la interculturalidad, de una mentalidad nacional o
continental a una mentalidad católica que abraza el hecho de que en
Jesucristo todos somos hermanos.
El cuarto reto es el de formar para la misión de hoy. Viviendo en una
sociedad “líquida”, se puede caer en la tentación de pensar que la misión
está en todas partes y olvidar la especificidad de la misión comboniana que
es la misión ad gentes, ad vitam, ad pauperes. A los jóvenes les puede
resultar difícil vivir lo que los combonianos llaman la misión difícil, la
misión de la periferia. Por eso, la preparación para la misión con la
especificidad comboniana está siempre en el horizonte de todo el proceso de
formación.
(SL) (Agencia Fides 24/4/2021)
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ASIA - Jornada de las Vocaciones: el
fulcro de las vocaciones de los Misioneros Verbitas en Asia
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Roma (Agencia Fides) – La Congregación de
los Misioneros Verbitas (Sociedad del Verbo Divino, SVD), formada por
sacerdotes y religiosos, trabaja difundiendo en el mundo el Evangelio de
Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, y promoviendo su reino de paz,
justicia y amor. Fundada por San Arnold Janssen en 1875, en poco tiempo la
Congregación tuvo un notable desarrollo, que llevó a sus miembros - hoy más
de 6.000 -, a estar presentes en Europa, Asia, Oceanía, África y América.
La Agencia Fides ha planteado algunas preguntas al Secretario General de
Formación y Educación de los Verbitas, el p. Pushpa Anbu Augustine, y al
Asistente General de Formación y Educación de los Hermanos Verbitas, el
hno. Carlos José Ferrada Monntero, sobre cómo es la realidad de las
vocaciones de los Verbitas en Asia.
¿Podéis darnos una visión general de la situación de las vocaciones en
Asia?
Hoy en día, Asia es el fulcro de las vocaciones de la SVD. Hay 20
Provincias/Regiones/Misiones en Asia (Zona ASPAC) y los misioneros están
presentes en Australia, Nueva Zelanda, Tailandia, Myanmar, Bangladesh,
Indonesia, India, Japón, Corea, Filipinas, Papúa Nueva Guinea, China,
Taiwán, Hong Kong, Macao, Timor Oriental y Vietnam. La mayoría de nuestras
vocaciones proceden de Indonesia y de la India. Hay 396 estudiantes y 212
novicios (15 hermanos novicios) en formación de Indonesia, y 113
estudiantes y 40 novicios (5 hermanos novicios) de la India. Además,
tenemos 62 estudiantes y 13 novicios sacerdotes en Vietnam y 54 estudiantes
y 16 novicios sacerdotes de Filipinas.
En total, por tanto, hay actualmente 681 estudiantes y 283 (20 hermanos)
novicios en formación en Asia. Una de las características de la formación
SVD es que los alumnos siguen un programa común. Aunque la mayoría de las
vocaciones provienen de Asia, están abiertos a servir en cualquier parte
del mundo para cumplir con nuestro mandato misionero, aunque esto, por
supuesto, implique dejar su propio país, su lengua materna y su entorno
cultural.
¿En qué contexto surgen las vocaciones SVD?
Cuando los pioneros Verbitas llegaron a Asia, presentaron la Sociedad como
una congregación misionera y trabajaron por el desarrollo general del
pueblo. Proclamaron la Buena Nueva y defendieron los valores del Evangelio,
sembrando las semillas de la Palabra de Dios por dondequiera que iban. La
gente fue apreciando el compromiso de servicio de los misioneros. El celo
por la misión y el interés por difundir la Palabra de Dios están en la
mente de los jóvenes, y responden de buen grado a la llamada de Dios. En
las misiones de frontera, los misioneros solían extender su servicio a los
pobres y a los indígenas. Como muestra de agradecimiento por todo lo que
este pueblo ha recibido de los misioneros, algunos jóvenes se han unido a
ellos para hacerse religiosos. El testimonio de vida de los misioneros
puede ser otro factor: nuestros misioneros viven un estilo de vida sencillo
y humilde, poniéndose al servicio de los demás con compromiso y desinterés,
incluso en zonas remotas a las que nadie llega. Cuando los jóvenes ven a
estos misioneros, sienten el deseo de unirse a ellos.
En el contexto de Asia también encontramos otro factor: las familias están
muy unidas. Una parte para nada indiferente de la formación en la fe tiene
lugar en las familias, donde los padres consideran a sus hijos un regalo de
Dios. Por ello, las familias insisten en los valores y educan a los niños
en el sentido de la responsabilidad hacia sí mismos y hacia los demás. De
este modo, aprenden a elegir libremente el camino de sus propias vidas,
apoyados y animados por sus familias.
El secularismo, el consumismo y el utilitarismo se han convertido en el
modo de vida de muchos, pero todavía hay una cierta religiosidad que
encontramos en Asia. En algunas partes del continente, la vida religiosa
sigue atrayendo a los jóvenes. Ciertamente, la formación debe agudizar sus
motivaciones y mejorar la calidad de vida de quienes desean ingresar en la
Congregación. Mientras que la promoción sistemática de la vocación es
esencial y también son necesarios tanto el acompañamiento constante como
los contactos regulares.
¿Qué impulsa, y qué desanima, a un joven asiático a convertirse en Verbita
hoy en día?
Los misioneros Verbitas están siempre en las periferias, sirviendo a los
últimos, a los marginados, y a través de su servicio “ponen a los últimos
primero”. La labor de los misioneros entre los sectores desfavorecidos de
la población atrae a los jóvenes para que se unan a ellos y hagan lo mismo
para elevar a los pobres y marginados. La característica única de la vida
Verbita, en cualquier parte del mundo, es la convivencia intercultural. En
contraste con el mundo del individualismo, las afiliaciones culturales o
nacionales, nuestras comunidades interculturales/internacionales se
convierten en un poderoso testimonio de los valores de la fraternidad
universal, la inclusión y la aceptación de la diversidad como un don de
Dios. El contexto de nuestro enfoque global de la formación, con su
insistencia en la interculturalidad, ayuda al crecimiento de la vocación.
Algunos jóvenes se sienten atraídos precisamente por nuestra forma de vivir
esta realidad.
Hay importantes áreas de misión que la SVD ha trazado para todos sus
miembros, que incluyen: Nueva Evangelización, Ecumenismo y Diálogo
Interreligioso, Educación e Investigación, Asuntos de Justicia y Paz, y
Preservación de la Creación. Los jóvenes que ven a los misioneros
comprometidos en estas importantes áreas de misión se sienten atraídos por
ellos.
En algunas partes de Asia, la belleza y el esplendor de las tradiciones
cristianas siguen ejerciendo su fascinación. La dimensión ritualista de la
fe sigue atrayendo vocaciones a la vida religiosa. La gente se inclina más
por lo que atrae al cuerpo y a la mente, las fiestas, las devociones
populares, el clericalismo y la liturgia dramatizada: todos aspectos que
atraen a los jóvenes.
Al mismo tiempo, hay razones que los desaniman a unirse a la vida religiosa
misionera. Las tendencias cambiantes del mundo, como la globalización, la
secularización, la migración, el relativismo, el consumismo y la
urbanización, influyen en la mentalidad de los jóvenes de hoy, que se
sienten excesivamente atraídos por las redes sociales y obsesionados con
las tendencias posmodernas. Sin duda, los jóvenes tienen muchas opciones
para su vida, y prefieren tener seguridad económica y llevar una vida
cómoda en cualquier parte del mundo. Los escándalos provocados por los
religiosos son también otro motivo de desánimo, pues algunos estudiantes
consideran que la formación en el seminario es demasiado rígida y no
consiguen cumplir los estándares de formación para su actitud.
¿Cómo ha afectado la pandemia de Covid 19 a la actividad vocacional?
La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto global y ha afectado a todos
los aspectos de la vida, incluidas las vocaciones y la formación misionera.
Algunas casas de formación han podido continuar con sus programas adoptando
restricciones, otras han tenido que hacer muchos cambios y ajustes. Debido
a las restricciones, en muchos países no se han podido celebrar campamentos
de vocación ni contactar personalmente con los estudiantes. En otros
lugares, los formadores se han mantenido en contacto con ellos, animándoles
a mantener su vida espiritual y a participar en algunas actividades
personales, como programas de concienciación social, así como a asistir a
clases en línea.
Por desgracia, una cierta cantidad de estrés y ansiedad se ha apoderado de
las mentes de los estudiantes debido al temor de ser contagiados, temiendo
también por los miembros de la familia. El alejamiento social sufrido, ha
provocado soledad, debilidad psicológica, sequedad espiritual y conflictos
interiores. Aunque la situación ha afectado negativamente al programa de
animación y formación vocacional, el Superior General y otros misioneros
han estado en contacto con ellos animándoles. A pesar de la pandemia, hemos
podido gestionar en gran medida el programa de formación. La situación nos
ha enseñado a ser creativos e innovadores en los programas de formación.
Debido a las limitaciones, muchas de las actividades se realizan utilizando
la tecnología moderna y los medios de comunicación social. Después de todo,
ya es hora de que los religiosos también se activen y utilicen la
tecnología moderna para la promoción vocacional y otras actividades
relacionadas.
(SL) (Agencia Fides 24/4/2021)
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NEWS ANALYSIS - Jornada de las Vocaciones:
en las familias católicas de Bangladesh florecen las vocaciones al
sacerdocio
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Dhaka (Agencia Fides) - En Bangladesh, en 2020, 26 diáconos
han sido ordenados sacerdotes. Es la cifra más alta registrada en la historia
del país. Para ello las familias católicas juegan un papel importante en el
compartir los valores y las enseñanzas de la fe y así promover las
vocaciones, dice a la Agencia Fides el padre Patrick Simon Gomes, rector
del Seminario Mayor del Espíritu Santo, el único seminario nacional del
país. En 15 años, un gran número de chicos ha ingresado en el Seminario. De
los 26 sacerdotes recién ordenados, 18 son diocesanos, 6 son de la
Congregación de la Santa Cruz, uno es jesuita y uno es del PIME. Sin embargo,
el P. Gomes explica que si se han ordenado tantos jóvenes al sacerdocio en
un año, siempre hay necesidad de “nuevos trabajadores en la viña del
Señor”. Añadiendo: “En un determinado período, muchos jóvenes entraron en
el seminario y obtuvimos frutos preciosos. El elevado número de
ordenaciones sacerdotales de hoy nos alegra, pero no podemos decir que las
vocaciones al sacerdocio hayan aumentado en general”.
En la región de Atharogram y Vhawal de Dhaka, están surgiendo vocaciones
sacerdotales y religiosas de las zonas tribales, informa el rector.
También comenta que están surgiendo vocaciones en las diócesis de Rajshahi,
Mymensingh y Dinajpur, donde viven cristianos tribales y la mayoría de
ellos son nuevos creyentes. Algunas familias necesitadas no envían a sus
hijos al seminario porque los niños son una verdadera ayuda y fuerza de
trabajo para la familia.
Sin embargo, los propios chicos de Bangladesh que deciden entrar en el
seminario lo hacen gracias a la promoción vocacional en la familia. Y
aclara: “En el caso de los chicos que están en el seminario, puedo afirmar
que la familia ha desempeñado un papel fundamental a la hora de apoyar y
animar su elección vocacional. La formación cristiana la recibieron, en
primer lugar, de la familia. Escucho los testimonios de los seminaristas y
ellos dicen que sus familias les han proporcionado enseñanzas sobre la fe y
los valores. Para aumentar la vocación al sacerdocio, las familias son
decisivas”. (...) (continua)
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LINK
Continúe leyendo la noticia, en inglés, en Omnis Terra -> http://omnisterra.fides.org/articles/view/159
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AMÉRICA/COLOMBIA - Jornada de las
Vocaciones: la vocación misionera sigue atrayendo a los jóvenes que
ingresan entre los Misioneros de Yarumal
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Bogotá (Agencia Fides) – El Instituto de Misiones
Extranjeras de Yarumal (MXY) fue fundado en 1927 en Yarumal, un poblado de
la diócesis de Santa Rosa de Osos, para la evangelización y el trabajo
misionero. “Actualmente los misioneros estamos trabajando en Colombia,
Ecuador, Bolivia, Panamá, Estados Unidos y Canadá en este continente. En
África trabajamos en Kenia, Angola y Costa de Marfil, En Asia en Camboya y
Tailandia. Tenemos además unos misioneros que trabajan en Italia, España y
Bélgica” explica a la Agencia Fides el p. Hernan Pinilla, MXY, de la
Secretaria de la Animación Misionera y Vocacional del Instituto.
“Ahora somos unos 180 misioneros, incluyendo a los seminaristas de promesa
temporal – continua-. En América trabajamos unos 40 misioneros, en África
15 misioneros, en Asia 8 misioneros. Aproximadamente 20 misioneros trabajan
en otros servicios en Colombia: animación misionera y vocacional, consejo
general y otros servicios administrativos. Los adultos mayores, retirados
son 30”.
En cuanto a la situación de las vocaciones, el p. Hernán Pinilla subraya:
“Contamos actualmente con 22 seminaristas profesos que realizan estudios de
teología y algunos de ellos en experiencia pastoral. En Filosofía tenemos
unos 15 estudiantes. Este año, a pesar de las dificultades para el
acompañamiento vocacional causadas por la pandemia, han iniciado el proceso
de formación siete estudiantes. El promedio de estudiantes que han
ingresado los últimos años es de 8 a 10 estudiantes”.
El p. Hernán señala que las limitaciones de la pandemia no han afectado a
la decisión de muchos jóvenes de seguir la llamada de Dios. “La pandemia
del Corona virus, con todo lo trágico que ella significa, desafía nuestros
esquemas pastorales, incluyendo la pastoral vocacional y ha despertado la
creatividad de los agentes de pastoral vocacional. Los tradicionales
encuentros vocacionales, han tenido que realizarse a través de las nuevas
tecnologías y los pocos encuentros presenciales, acatando todas las normas
de bioseguridad y con todos los cuidados que la pandemia nos exige. La
pandemia no ha sido un impedimento para que muchos jóvenes se inquieten por
la vocación misionera, constatamos con alegría, que Dios sigue llamando y
que siempre hay jóvenes dispuestos a responder a la llamada. La vocación
misionera, sigue siendo atractiva para muchos jóvenes”.
“Los jóvenes que llegan a nuestro seminario – concluye el misionero -, los
podemos dividir en dos grupos: Jóvenes que han terminado sus estudios
secundarios y otro número más o menos significativo, de los que han
realizado (o al menos iniciado) otros estudios universitarios o técnicos,
algunos de ellos trabajadores en diferentes campos. Muchos adultos, mayores
de 24 años, tocan a nuestras puertas con el deseo de ser misioneros. A
estos no podemos aceptarlos porque terminarían el proceso de formación muy
mayores y hemos notado que les cuesta mucho más el aprendizaje de otros
idiomas y adaptarse a las exigencias de vida comunitaria”.
(SL) (Agencia Fides 24/4/2021).
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AMÉRICA/VENEZUELA - Jornada de las
Vocaciones: a pesar de la crisis económica, social y de la pandemia, las
vocaciones al sacerdocio aumentan
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Caracas (Agencia Fides) - El trabajo de
promoción vocacional en Venezuela ha dado sus frutos. Este año, aun en
medio de la crisis social y económica que atraviesa el país agravada por la
pandemia de coronavirus, ha crecido la respuesta vocacional a la vida
ministerial del sacerdocio con un total de 804 seminaristas, entre ellos,
jóvenes que están en la fase preparatoria o están estudiando filosofía y
teología.
Según la nota de la Conferencia Episcopal Venezolana enviada a la Agencia
Fides, los distintos seminarios diocesanos, a través de actividades de
promoción de la pastoral vocacional, han tratado de fortalecer el
discernimiento espiritual en los jóvenes para que puedan comprender la
llamada de Dios en su vida. Actualmente, de los 21 seminarios existentes en
el país (tres de los cuales son solo propedéuticos), hay 186 estudiantes en
formación, 328 en filosofía y 290 en teología. Tal y como explica el padre
Rivelino Cáceres - director del Departamento de Clero, Seminarios,
Vocaciones y Diaconado Permanente -, siguiendo los lineamientos de la nueva
Ratio Fundamentalis, “una vez finalizados los estudios de teología se
realiza un año de experiencia pastoral en una parroquia, bajo la guía del
párroco y del equipo de formadores del seminario, que dura alrededor de un
año tras el cual tiene lugar la ordenación sacerdotal”. Actualmente 7
seminaristas se encuentran en este proceso, mientras que 2 están en misión,
experiencia propuesta por los Seminarios del Camino Neocatecumenal.
Aunque las vocaciones en Venezuela han aumentado este año, aún se necesitan
más vocaciones para abordar las deficiencias pastorales del país, especialmente
en las zonas más remotas y en las periferias. Para ello el Papa Francisco
ha concedido a la diócesis de San Cristóbal asumir la atención pastoral del
Vicariato Apostólico de Caroní. Este Vicariato es una de las zonas con
mayores dificultades de acceso y comunicación en Venezuela, por lo que
necesita misioneros y sobre todo sacerdotes que velen por la vida
sacramental de las comunidades que allí residen. El surgimiento de
vocaciones indígenas en todas las regiones es un motivo de consuelo. En el Vicariato
Apostólico de Caroní hay actualmente 5 seminaristas del grupo indígena
Pemón, uno de ellos será próximamente ordenado diácono y los otros estudian
filosofía y teología. En la década de 1930 existía un seminario indígena
que lamentablemente desapareció por falta de vocaciones.
(SL) (Agencia Fides 24/4/2021)
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OCEANÍA/PAPÚA NUEVA GUINEA - Jornada de
las Vocaciones: el trabajo de la Iglesia para aumentar la calidad de la
formación en los seminarios
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Port Moresby (Agencia Fides) – “Las
vocaciones sacerdotales en Papúa Nueva Guinea y en las Islas Salomón están aumentando
más en calidad que en cantidad”, explica a la Agencia Fides, con motivo de
la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el P. Jacek Tendej CM,
Rector del Seminario del Espíritu Santo en Bomana, Papúa Nueva Guinea
(PNG).
En la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea e Islas Salomón hay: un
seminario mayor (con 12 seminaristas) y un seminario menor diocesano (con
96 seminaristas) en Vanimo; un seminario propedéutico regional (con 29
muchachos) en la archidiócesis de Rabaul; un seminario regional en la
diócesis de Mount Hagen, para el “año filosófico y espiritual”; un
seminario regional (con 54 seminaristas) en la diócesis de Madang para la
formación propedéutica; un seminario interoceánico (53 seminaristas) en la
archidiócesis de Port Moresby, donde se estudia filosofía y teología para
todas las diócesis de PNG; y un seminario interoceánico (con 42
seminaristas) en la archidiócesis de Honiara para todas las diócesis de las
Islas Salomón.
El rector ilustra la estructura renovada del proceso de formación
introducida hace unos años: “Después de dos años de preparación, se
continúa en PNG con un año espiritual, dos años de estudios filosóficos, un
año pastoral y cuatro años de estudios teológicos. Después de estos diez
años, los seminaristas regresan a sus diócesis y, tras un año de
experiencia pastoral, reciben la ordenación diaconal. Luego, al cabo de un
año más o menos, la ordenación sacerdotal”.
Esto demuestra que el proceso de formación es más largo que en otras partes
del mundo. “Uno de los factores - explica el padre Tendej -, es el bajo
nivel de la educación primaria y secundaria en el país, debido a la falta
de profesores bien preparados. Cuando Papúa Nueva Guinea se convirtió en un
país independiente en 1975, la educación también se nacionalizó, pero sin
un número suficiente de profesores formados. El número de escuelas privadas
-en su mayoría católicas- sigue disminuyendo y estas escuelas son demasiado
caras para la mayoría de los ciudadanos”.
“La mayoría de los seminaristas -continúa- proceden de zonas rurales donde
la fe fue llevada por los misioneros. Muchos de ellos proceden de familias
implicadas en las actividades de la Iglesia como catequistas u otros
colaboradores laicos. Tienen buenas raíces de fe católica, y necesitan
profundizarlas con la formación del seminario”.
Otro reto en la formación cultural es el idioma: “Todos los seminaristas
utilizan la lengua de la tribu (tok ples) como lengua materna, y luego
hablan el inglés pidgin, una lengua nacida en la época de la colonización.
Es una lengua muy simple y, cuando se utiliza en la vida cotidiana, se
convierte incluso en un obstáculo para el pensamiento y la comunicación más
profundos debido a una gama léxica muy reducida. El inglés es la tercera
lengua de nuestros alumnos, y tenemos que insistir en que lo utilicen sólo
para estudiar y no para las conversaciones cotidianas”.
El P. Jacek señala: “A pesar de los retos mencionados, considero muy
gratificantes mis ocho años de servicio como Rector Misionero en el
Seminario del Espíritu Santo de Bomana. Los seminaristas aprecian la
disciplina, la relación estrecha con ellos y también que estemos con ellos
durante sus actividades como la oración, las celebraciones, el trabajo, los
deportes y las comidas. También expresan su gratitud por todo el
mantenimiento, la renovación y el embellecimiento del recinto, el nuevo
equipamiento y los edificios del seminario”.
El Rector informa también sobre el impacto de la pandemia: “Desde el
comienzo de la pandemia, nuestros seminaristas han manejado bien las cosas.
No hay pánico, sino un enfoque positivo que fomenta las actividades físicas
y una mayor higiene en la vida diaria. El año pasado introdujimos el
aprendizaje a distancia en nuestro instituto teológico, y luego tuvimos la
oportunidad de profundizar en nuestras relaciones y pasar más tiempo
juntos. Este año, tras detectar un número creciente de contagios por el
virus en el país, volvemos a tener aislamiento y educación a distancia, lo
que supone un nuevo reto educativo para todos nosotros. El segundo año de
restricciones debido a las pandemias, hasta ahora no ha paralizado el
programa de formación de nuestros seminaristas. Rezamos y esperamos que
podamos continuar esta maravillosa labor de formación del clero para la
joven Iglesia de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón”.
(PA-GL) (Agencia Fides 24/4/2021)
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