Piedras y olivos testigos de la agonía de Jesús
(RV).- (Con audio) Fray Benito, franciscano de la Custodia de Tierra Santa, recibe a los peregrinos en la Iglesia de Getsemaní. En el centro del templo el piso se abre para que se puedan tocar las piedras blancas sobre las que Jesús rezó y sudó sangre. Protegidos por un cerco de alambre a un costado de la Iglesia, continúan erguidos una docena de olivos que cuentan ya 2000 años, testigos de la agonía de Jesús. La entrevista es de nuestro enviado especial a Tierra Santa, el jesuita Guillermo Ortiz.
Transcripción de la entrevista:
–Estamos con el padre…
–Fray Benito–Fray Benito de Argentina, estamos en Tierra Santa, padre, a pocos momentos de la llegada de Papa Francisco, ¿en qué lugar estamos?
–Nos encontramos en la Basílica de la Agonía de Nuestro Señor Jesucristo, en Getsemaní, que el Santo Padre visitará aquí el próximo lunes 26 de mayo, que es el encuentro con todos los consagrados aquí en Tierra Santa. –¿Qué significa para usted estar en este lugar, donde Jesús rezó, así, de ese modo, al Padre?
–Tres cosas importantes: Primero, estar en un Lugar Santo como este a uno le llena el corazón y le ayuda a meditar más la Pasión del Señor. Segundo, el encuentro con tantos peregrinos del mundo que vienen a buscar consuelo en la Agonía del Señor. Y tercero la esperanza que nace en este lugar para todos los cristianos.–Muchísimas gracias, padre.
–¡Que Dios los bendiga! ¡Gracias!
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