¡GRACIAS!
Es la palabra que escuché estos últimos dos días cientos de veces. Gracias a los Amigos de Irak, a los que nos han enviado ayuda.
En los siguientes días van a reubicar a los cristianos del norte refugiados en Bagdad. Los alojamientos en los que estaban eran temporales, hasta que se pudiese preparar un lugar para ellos (por ejemplo la escuela que está cerca de nuestra iglesia no funcionó como tal por todo este año para recibir a 50 familias fijas y unas 25 más que iban rotando y que vinieron a la ciudad a conseguir sus documentos perdidos durante la huida).
Para el nuevo lugar, el partido asirio presta un terreno muy grande donde se construyeron 150 “caravanas”, una para cada familia (dos si los miembros de la familia son 7 o más), y donde además viven otras 25 familias en locales que tienen allí.
A nosotros nos dio mucha pena la noticia del traslado porque por una parte las caravanas son chicas, no están equipadas, y será muy difícil la vida allí por el calor. Y además “perdemos” estos fieles con los que nos unen lazos formados durante estos meses. Pero no podemos hacer nada en este sentido.
Por eso, nos hemos abocado a ayudarlos en la medida de nuestras posibilidades: pagar un autobús que busque a los niños y jóvenes que venían al catecismo todos los viernes (y a otros que quieran venir), buscar también un vehículo para que puedan seguir viniendo a los ensayos de coro y a la Misa dominical en la que cantan.
Y hay otros planes que les cuento para que recen y así poder concretarlos, y el más importante es construir una sala grande en el terreno al que se mudan para poder tener un lugar apto para actividades recreativas, de enseñanza, y para poder celebrarles la Santa Misa. El lugar al que van no tiene ninguna iglesia cerca. Hay que conseguir el dinero, los permisos, etc.
Algo que ya pudimos hacer con la ayuda que nos han enviado y a lo que se refiere el título de esta noticia es proveer algo que en Bagdad es de vital importancia: aires acondicionados. La temperatura aquí supera en el verano cómodamente los 50º. Hace dos años tuvimos más de 55º por tres semanas enteras, y hace cuatro llegó un día a 62º. Literalmente sin aires acondicionados no se puede vivir. Fue así que dimos a 100 familias 100 U$ a cada una, para comprar un tipo de aire acondicionado muy común aquí, de vieja tecnología, que consume poca electricidad y que son baratos. Los que pueden y quieren van a utilizar ese dinero para comprar uno de mejor calidad.
Falta mucho todavía porque tenemos que conseguirles mesas, sillas, ventiladores, garrafas, camas, y un largo etcétera. Pero el “gracias” salía espontáneo de sus bocas varias veces. Les contamos que la ayuda viene de afuera y estaban sumamente agradecidos.
Que Dios los bendiga, P. Luis Montes VE
En los siguientes días van a reubicar a los cristianos del norte refugiados en Bagdad. Los alojamientos en los que estaban eran temporales, hasta que se pudiese preparar un lugar para ellos (por ejemplo la escuela que está cerca de nuestra iglesia no funcionó como tal por todo este año para recibir a 50 familias fijas y unas 25 más que iban rotando y que vinieron a la ciudad a conseguir sus documentos perdidos durante la huida).
Para el nuevo lugar, el partido asirio presta un terreno muy grande donde se construyeron 150 “caravanas”, una para cada familia (dos si los miembros de la familia son 7 o más), y donde además viven otras 25 familias en locales que tienen allí.
A nosotros nos dio mucha pena la noticia del traslado porque por una parte las caravanas son chicas, no están equipadas, y será muy difícil la vida allí por el calor. Y además “perdemos” estos fieles con los que nos unen lazos formados durante estos meses. Pero no podemos hacer nada en este sentido.
Por eso, nos hemos abocado a ayudarlos en la medida de nuestras posibilidades: pagar un autobús que busque a los niños y jóvenes que venían al catecismo todos los viernes (y a otros que quieran venir), buscar también un vehículo para que puedan seguir viniendo a los ensayos de coro y a la Misa dominical en la que cantan.
Y hay otros planes que les cuento para que recen y así poder concretarlos, y el más importante es construir una sala grande en el terreno al que se mudan para poder tener un lugar apto para actividades recreativas, de enseñanza, y para poder celebrarles la Santa Misa. El lugar al que van no tiene ninguna iglesia cerca. Hay que conseguir el dinero, los permisos, etc.
Algo que ya pudimos hacer con la ayuda que nos han enviado y a lo que se refiere el título de esta noticia es proveer algo que en Bagdad es de vital importancia: aires acondicionados. La temperatura aquí supera en el verano cómodamente los 50º. Hace dos años tuvimos más de 55º por tres semanas enteras, y hace cuatro llegó un día a 62º. Literalmente sin aires acondicionados no se puede vivir. Fue así que dimos a 100 familias 100 U$ a cada una, para comprar un tipo de aire acondicionado muy común aquí, de vieja tecnología, que consume poca electricidad y que son baratos. Los que pueden y quieren van a utilizar ese dinero para comprar uno de mejor calidad.
Falta mucho todavía porque tenemos que conseguirles mesas, sillas, ventiladores, garrafas, camas, y un largo etcétera. Pero el “gracias” salía espontáneo de sus bocas varias veces. Les contamos que la ayuda viene de afuera y estaban sumamente agradecidos.
Que Dios los bendiga, P. Luis Montes VE
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