La gratitud es una flor exótica. Lo único que la hace morir es el egoísmo, el ensimismamiento y la indiferencia ante los demás.
Por: Juan Fernando Jaramillo, L.C. | Fuente: Gama - Virtudes y Valores
En estos tiempos se crean ONG para todo, para defender a las mariposas, a las golondrinas rojas, los bosques, etc. Cada uno que ponga a cuál está inscrito o a cuál ayuda.
En este día, se podría fundar una nueva ONG, su misión sería la de salvar una flor exótica, la más hermosa que se encuentra sobre el planeta Tierra y que en estos momentos está en vía de extinción y a punto de ser devastada de pequeñísimos jardines o macetas donde se encuentra. El nombre de esta preciosa flor es la gratitud.
Para inscribirse a esta iniciativa se podría comenzar agradeciendo a quien te ha vendido el diario o al chófer del autobús, etc. El objetivo primordial y a corto plazo de esta iniciativa es el de conseguir nuevos miembros valientes, aguerridos, dispuestos a defenderla de las manos crueles que quieren extirparla de raíz, ya sea por la indiferencia del mundo en el que nos toca vivir, simplemente por superficialidad o porque no nos damos cuenta que lo que somos, hacemos y poseemos se lo debemos a otro que hace posible que nuestra vida se desarrolle.
En el tema de la gratitud, el Papa Benedicto XVI es un insigne testimonio de una persona profundamente agradecida. Basta seguir sus discursos para ver que no hay uno en que no diga: “Siento en mi corazón un profundo agradecimiento, quiero ante todo expresar mi gratitud”.
La gratitud brota en los jardines de las aquellos que saben descubrir que todo se lo deben a otro; la existencia, a Dios; el trabajo, al que inició esta o aquella empresa; la comida que compra en el supermercado, al campesino que trabajó arduamente hasta que el campo produjera; las calles de la ciudad que permiten que puede ir en coche, a alguien que se tomó el tiempo de planear las vías, las normas de tráfico, etc.
¿En qué climas se da esta flor tan exótica? Esta flor tiene la ventaja que se da en todos los climas, bajo todas las estaciones. Lo único que la hace morir es el egoísmo, el ensimismamiento y la indiferencia ante los demás.
Por: Juan Fernando Jaramillo, L.C. | Fuente: Gama - Virtudes y Valores
En estos tiempos se crean ONG para todo, para defender a las mariposas, a las golondrinas rojas, los bosques, etc. Cada uno que ponga a cuál está inscrito o a cuál ayuda.
En este día, se podría fundar una nueva ONG, su misión sería la de salvar una flor exótica, la más hermosa que se encuentra sobre el planeta Tierra y que en estos momentos está en vía de extinción y a punto de ser devastada de pequeñísimos jardines o macetas donde se encuentra. El nombre de esta preciosa flor es la gratitud.
Para inscribirse a esta iniciativa se podría comenzar agradeciendo a quien te ha vendido el diario o al chófer del autobús, etc. El objetivo primordial y a corto plazo de esta iniciativa es el de conseguir nuevos miembros valientes, aguerridos, dispuestos a defenderla de las manos crueles que quieren extirparla de raíz, ya sea por la indiferencia del mundo en el que nos toca vivir, simplemente por superficialidad o porque no nos damos cuenta que lo que somos, hacemos y poseemos se lo debemos a otro que hace posible que nuestra vida se desarrolle.
En el tema de la gratitud, el Papa Benedicto XVI es un insigne testimonio de una persona profundamente agradecida. Basta seguir sus discursos para ver que no hay uno en que no diga: “Siento en mi corazón un profundo agradecimiento, quiero ante todo expresar mi gratitud”.
La gratitud brota en los jardines de las aquellos que saben descubrir que todo se lo deben a otro; la existencia, a Dios; el trabajo, al que inició esta o aquella empresa; la comida que compra en el supermercado, al campesino que trabajó arduamente hasta que el campo produjera; las calles de la ciudad que permiten que puede ir en coche, a alguien que se tomó el tiempo de planear las vías, las normas de tráfico, etc.
¿En qué climas se da esta flor tan exótica? Esta flor tiene la ventaja que se da en todos los climas, bajo todas las estaciones. Lo único que la hace morir es el egoísmo, el ensimismamiento y la indiferencia ante los demás.
¡Vence el mal con el bien!
El servicio es gratuito
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